A la cárcel de Buen Pastor madre que mató a su hija por un terreno

La Juez Cuarta, con funciones de Control de Garantías de Zipaquirá ordenó ayer, al término de una audiencia pública, el envío a la cárcel El Buen Pastor, en Bogotá, de Lucrecia Rodríguez de Rodríguez, la mujer de 74 años que el pasado sábado acabó con la vida de su hija al propinarle un fuerte golpe en su cabeza. Marta Patricia Rodríguez, de 52 años, sufrió un trauma craneoencefálico severo, al ser golpeada en dos oportunidades con un garrote de un metro por tres centímetros de diámetro, según las autoridades. Los primeros testimonios, dados a conocer por familiares de la difunta, indican que el hecho sucedió aproximadamente a las 10:00 de la mañana, al interior de un predio ubicado en la vereda La Balsa, del sector Rincón Santo, en el municipio de Chía, Cundinamarca. Al parecer todo se originó por la disputa de un terreno, fruto de una herencia. “Mi mamá fue hasta ese sitio con la intención de mostrarle a un cliente un pequeño terreno que tenemos en venta, pero cuando llegamos al lugar las nietas y la señora Lucrecia no nos permitieron el paso. Es allí cuando se formó la terrible discusión que terminó en desgracia”, expresó Camilo Rodríguez, hijo de la occisa y nieto de la señora, quien además le suministró a la Fiscalía un video aficionado en donde se observan los momentos de la discusión. “Ese conflicto ya tiene sus años. El terreno se los dejó como herencia el papá de la muerta a todos. Pero una parte de los hijos y la señora Lucrecia, son los habitantes de él y no permiten que los demás dispongan de lo que les corresponde. Esa es una familia muy agresiva”, manifestó José Sánchez, un conocido de los Rodríguez. “Una nieta de mi abuela fue la que primero agredió a mi mamá, después se le vinieron todos encima. Hasta que por último ella (Lucrecia) trajo un garrote largo y le pegó por detrás a mi mamá, causándole la muerte”, añadió Camilo, el hijo de Marta Patricia. Mientras se realizaba la audiencia pública, la Juez le indicó a la indiciada y a los asistentes a la sala “que aquello se trataba de un homicidio agravado, realizado con premeditación y la pena estaría comprendida entre los 35 y los 60 años”, indicó la jurista. Cuando Lucrecia Rodríguez escuchó la decisión de la Juez -la que le negaba el regreso a su casa en la que ha vivido durante cuarenta años y el envío a un lugar de reclusión- la señora entró en shock, sólo alcanzó a hablar unas cuantas palabras y a los pocos minutos se desmayó. Varios agentes de la Policía, ayudados por nietas de la anciana, la subieron a una patrulla y la llevaron al Hospital Universitario de la Samaritana, en Zipaquirá. Uno de los fiscales le dijo a Q’HUBO que la señora había superado el mal estado de salud y que se recuperaba satisfactoriamente. Casi que al mismo tiempo que realizaban la legalización de la captura de Lucrecia, a las 2:00 de la tarde del domingo, se estaba cumpliendo al norte de Bogotá las exequias de Marta Patricia Rodríguez, quien murió por ir a reclamar un pedazo de tierra. “Estoy arrepentida” Minutos antes de desmayarse, Lucrecia Rodríguez, habló con este diario: “Intenté reprender a mi hija, pero no medí las consecuencias. Le di con el palo para que no le pegara a una de mis nietas”, respondió la anciana cuando se le preguntó por qué lo había hecho. “No estoy de acuerdo con que me envíen a la cárcel, porque soy una mujer enferma. Tengo problemas de columna, sufro de osteoporosis y tengo deficiencias cardiacas”, continuó Lucrecia, mientras se llevaba las manos a la cabeza. “Estoy arrepentida porque nunca pensé en matar a mi hija. Fue un acto involuntario, lo hice sin pensar. Nadie que sea bueno sería capaz de matar a un hijo y pido que me perdonen todos mis hijos”, puntualizó la matrona de los Rodríguez. A los pocos segundos se desplomó en los brazos de una de sus nietas.