Después de 21 años y 5 meses la verdad sobre la explosión del avión de Avianca el 27 de noviembre de 1989 ha sido un camino lleno de esperas y dudas para las víctimas.
Aunque el caso sigue en investigación preliminar, la hipótesis más fuerte es que el atentado en el que murieron 107 personas, fue planeado por el fallecido narcotraficante Pablo Escobar.
Federico Arellano, hijo del cantante bugueño Gerardo Arellano que murió en la explosión, manifestó que entre las ‘trabas’ que le ha puesto la justicia al proceso, aparece una segunda hipótesis que descarta que el avión haya quedado destruido por una bomba.
Arellano, abogado que representa a las víctimas y presidente de la fundación Colombia con Memoria, también señaló como responsable al ex director del DAS, Miguel Maza Márquez.
Usted ha hecho parte como víctima y abogado del proceso. ¿Cuál es su opinión sobre el trabajo de la justicia?
Me he encontrado con gran tristeza y preocupación que hay manos oscuras que todavía no han dejado de estar allí, que no han cesado en su actividad macabra para buscar ese fin y ese propósito tan doloroso y triste para la historia de nuestro país como lo es la impunidad. Llevamos ya casi 22 años desde que esto ocurrió y no tenemos a ningún doliente.
¿Esas “manos oscuras” provienen ahora del mismo Estado?
Sería muy avezado señalar puntualmente que el Estado fue o no fue, por acción o por omisión. Pero lo que sí es claro, y es una verdad casi sabida, es que hubo coparticipación por parte del DAS. En el entendido que agentes del DAS permitieron la incursión o el acceso del maletín que contenía la bomba al avión y que detonaría la persona que habían engañado para que la subiera.
El pasado miércoles un fiscal llamó a juicio al ex director del DAS, Miguel Maza Márquez, por el magnicidio de Luis Carlos Galán ¿habría también una relación con la explosión del avión?
Yo he trabajado de la mano del senador Juan Manuel Galán (hijo de Luis Carlos), en procura de la verdad y sabemos -así no lo haya querido sacar a la luz pública la Fiscalía-, que hubo participación de él. Porque para nadie es un secreto que Maza Márquez era el socio número uno del Estado para Pablo Escobar.
Se han cambiado varias veces los fiscales en el proceso ¿cuál ha sido la afectación?
Eso es uno más de los interrogantes que tenemos. Durante estos 21 años al proceso sólo lo ha cubierto un manto de duda. Desde 1989, cuando en ese tiempo se llamaban jueces de instrucción criminal, han pasado unos doce o trece fiscales. Hoy el fiscal octavo de conocimiento de nuestro caso, que es el mismo de Bernardo Jaramillo Ossa (ex candidato presidencial asesinado), es una persona que está desinteresada en poner sus ojos en los crímenes de lesa humanidad. Este fiscal está asumiendo el cargo en propiedad hace más o menos un año.
¿Cómo está el proceso ahora?
21 años y medio después está en una investigación preliminar.
El CTI presentó hace poco un informe en el que se plantea la hipótesis de que la explosión no fue causada por una bomba si no que fue un accidente. ¿Qué opina de esa hipótesis?
Es otro punto aberrante y de gran inconformidad por parte de las víctimas. Es un informe del CTI en el cual manifiesta que la explosión fue por fallas mecánicas, sabiendo que se habían encontrado en el fuselaje del avión rastros de nitritos y nitratos, que son elementos necesarios para la construcción de los explosivos. También el FBI halló Semtex (utilizado para la fabricación de explosivos plásticos).
Se está desconociendo todo ese acervo probatorio. Salir a decir eso es muy irresponsable y yo no pienso que sea por torpeza, porque por más torpe que sea un funcionario público no lo haría.
¿Qué pruebas ha mostrado el CTI?
Ellos dicen que fue una falla mecánica sobre la base de que no eran coincidentes las versiones de las personas que han sido llamadas a declarar. Pero en ningún proceso son completamente coincidentes las declaraciones y mucho menos entre bandidos. También que no se habían encontrado extractos de C4, y que en esa época sólo podía conseguirse a través del Ejército.
La Ley de Víctimas que ya pasó a sanción presidencial ¿traería beneficios en el proceso?
Uno pensaría que la aprobación de la ley víctimas es una herramienta dignificante de las víctimas y no tanto un elemento que se equipare a un mero resarcimiento económico, que además es minúsculo.
Nosotros necesitamos un instrumento legal juicioso, con medidas y políticas que aporten, que sirvan a la reconstrucción de un daño, no con medidas que sirvan para un show mediático.
¿Las víctimas del narcotráfico estarían excluidas, como sería el caso de los familiares de los fallecidos en el avión de Avianca?
El tema de la desigualdad es terrible y más en una ley que quiere reparar a las víctimas sin distingo de victimario. A las víctimas las define como aquellas que hayan sido sujetas a violaciones a los derechos humanos. Pero respecto al conflicto armado encontramos una gran duda, porque deja una zona gris al arbitrio del intérpetre.
En teoría el conflicto armado son la guerrilla y el paramilitarismo, entonces estaría excluyendo las víctimas del narcotráfico, de las persecuciones políticas y de la violencia partidista, por citar algunas.
Comentarios ()