Mineros chilenos llegaron a Colombia

Pedro Cortez y Claudio Yáñez, dos de los 33 mineros que permanecieron durante 70 días atrapados en las profundidades de la mina San José, ubicada en el desierto de Atacama, Chile se encuentran en Colombia para transmitir un mensaje de esperanza, solidaridad y fuerza espiritual a las personas que creen que las “cosas pueden ir de mal en peor”.
Estos dos hombres estarán por pocos días en el país para realizar una serie de conversatorios organizados por la Cámara Colombo Chilena y la fundación América Solidaria. El primer evento tuvo lugar en Bogotá este jueves y en los próximos días se realizarán otros en Barranquilla y luego en Cartagena.
Cortez como Yáñez se consideran privilegiados de Dios porque les ha dado la oportunidad de volver a la vida y eso es un lujo que no se pueden dar todas las personas, por ello es necesario aprender a valorar a la familia, los amigos y a darle prioridad a las cosas que son verdaderamente importantes.
“Ahora vemos la vida de una manera diferente. En el caso mío, era un poco irresponsable con mi familia, iba a emborracharme con mis amigos y ahora nuestro Señor nos dio una segunda oportunidad por lo que valoró más la vida, y la familia, soy una persona más responsable. Ahora solo quiero disfrutar al vida máximo con mis seres queridos porque ésta no se vive dos veces como nos ocurrió a nosotros”, afirmó Claudio Yáñez.
Pedro Cortez, por su parte,  recordado por haber sido el minero 31 en salir del socavón, dice que esta experiencia lo ha fortalecido mucho y lo ha enseñado a ver a las personas que lo rodean con otros ojos.
“Aprendí a no decaer los brazos nunca, a tener siempre fe en Dios y que en cualquier lugar del mundo, mientras hayan lazos afectivos siempre se podrá salir adelante”, enfatizó Cortez.
Los conversatorios
Respecto a los conversatorios y al mensaje que les han traído a las personas que están atravesando por momentos difíciles y en particular a los damnificados por la ola invernal en Colombia, estos chilenos coinciden en que lo más importante es no dejarse vencer por la adversidad y contar siempre con alguien para salir adelante.
“Lo más importante, más allá de la sobrevivencia, es estar juntos, hacer fuerza, no desesperarse y no decaer porque siempre hay posibilidades de salir adelante y de mirar a lo alto, sin importar las circunstancias y si hay muchas personas en la misma situación, lo único que queda es unirse sin importar las diferencias”, puntualizó Cortez.
Agregó que en una situación como la que vivió en la mina donde permaneció atrapado, lo más difícil fue evitar la desesperación, pero en los momentos más críticos entre sus compañeros se transmitieron mucho valor y trataban de buscar una solución por sí solos sin quedarse a esperar la ayuda que pudiera venir de afuera.