Mujeres que chuzaron la Corte andan escoltadas y temerosas

Escoltadas y nerviosas llegaron a la Corte Suprema de Justicia las dos mujeres que de un día para pasaron del cielo al infierno. María Torres y Blanca Janeth Maldonado, las dos empleadas de la cafetería de la Corte Suprema de Justicia se enfrentaron ayer a los medios de comunicación que las esperaban a la entrada del alto tribunal, más tarde se verían cara a cara con los magistrados. Torres fue la primera en llegar. Eran las 8:50 de la mañana cuando ella, sin ningún tipo de prerrogativa ingresó a la corporación. Vestida de pantalón y saco negros, y blusa beage, Torres entró por la portería de ingreso al público, donde además fue requisada como cualquier ciudadano. La única diferencia con el resto de las personas fue el esquema de seguridad que le estaba siendo prestado tras las intimidaciones de las que ha si-do víctima. Un hombre y una mujer vinculados al programa de protección de testigos la acompañaban. Y no es para menos si se tiene en cuenta la ence-rrona que 24 horas antes le propinaron dos sujetos quienes armados y en motocicleta le ordenaron mantener silencio so pena de consecuencias graves para su integridad. LA SEGUNDA IMPLICADA Minutos después, 25 exactamente (9:15 a.m.), arribó Blanca Janeth Maldonado, otra de las implicadas en el caso de las chuzadas a magistra-dos. Vestía un pantalón oscuro y una chaqueta morada. En su mano derecha portaba una carpeta con la cual siempre quiso ocultar su rostro de las cámaras de televisión que no le perdieron de vista, la misma tarea al parecer la había encomendado a su cabello el cual llevaba suelto. Esta última fue precisamente quien minutos más tarde se reunió con su abogado, Alfonso Soto, con quien acordó acogerse, al igual que su compañera María Torres, al programa de protección de víctimas y testigos. Este reclamó además de la colaboración con las autoridades fueron las disposiciones principales adoptadas por el momento, claro además de reclamar protección debido a las intimidaciones que ha recibido a su celular, y en las que le exigen que mantenga silencio. ESQUEMA DE SEGURIDAD Por ahora, tal como lo anunció el presidente de la Corte Suprema, magistrado Jaime Arrubla Paucar, las dos mujeres continuarán vinculadas al alto tribunal hasta tanto la Sala Plena decida qué medidas adoptar. Lo cierto es que las medidas de seguridad al interior de la corporación se han incrementado hasta el punto de adelantar requisas en cada una de las oficinas, incluidas por su puesto, las de los magistrados, todo con la intención de descartar la presencia de más aparatos de comunicación. AHORA SON TESTIGOS El juez Oswaldo Mujica, 24 de Garantías, aceptó el preacuerdo al que llegaron las ex funcionarias del DAS, Alba Luz Flórez alias la “Mata Hari” y Martha Leal. Las mujeres habían lo concretado con la Fiscalía Octava Delegada ante la Corte Suprema de Justicia, con el fin de acogerse al principio de oportunidad. Con estos dos casos avalados, ya son tres los funcionarios de rangos medios del DAS que se acogen a los beneficios jurídicos de convertirse en testigos de importantes casos a cambio de no ser condenados. El tercero fue Germán Ospina, ex jefe del Grupo de Observaciones Nacionales e Internacionales, Goni. La audiencia tuvo lugar en el Complejo Judicial de Paloquemao en Bogotá, con la presencia del magistrado auxiliar de la Corte Suprema de Justicia Iván Velásquez, y los defensores de las víctimas de las interceptaciones ilegales del DAS, así como Leal que fue subdirectora de Operaciones de la entidad. APLAZAN LA AUDIENCIA La audiencia preparatoria del capitán en retiro Fernando Tabares fue cancelada ayer y pospuesta para el próximo 4 de octubre, porque el preacuerdo que pretende firmar con la Fiscalía aún no está listo. Tabares está implicado en el caso por tareas que realizó cuando se desempeñó como Director de Inteligencia del DAS. En la audiencia también estaban otros implicados en el caso de las llamadas chuzadas. Igualmente, pidieron aplazamiento en sus procesos, por no tener listas todas las pruebas para presentar ante un juez, en la diligencia cumplida en el complejo judicial de Paloquemao. Los otros implicados son Luz Marina Rodríguez, Gustavo Sierra Prieto y Bernardo Murillo. El abogado de Tabares, Edgar Ruiz, confirmó que busca realizar con su cliente un preacuerdo en el mismo sentido que lo hizo Jorge Alberto Lagos (quien fuera Subdirector de Contrainteli-gencia del DAS), lo que significaría que pagaría ocho años de prisión y 44,4 salarios mínimos legales mensuales vigentes.