A Murcia le esperarían 15 años de prisión en Estados Unidos

Desde cuando lo detuvieron, debieron pasar 14 meses para que David Murcia Guzmán, cerebro de la captadora ilegal DMG, fuera enviado en extradición a los Estados Unidos, donde deberá responder ante la Corte del Distrito Sur de Nueva York por lavado de activos agravado, captación masiva y habitual de dineros. El envío, aprobado por la Corte Suprema de Justicia el 14 de octubre pasado, y tantas ve-ces anunciado, finalmente se cumplió ayer. A las 4:30 de la mañana, dos meses después de la firma de la extradición por parte del Presidente de la República, un escuadrón compuesto por 40 uniformados de la Dijín llegó hasta la cárcel La Picota (sur de Bogotá). A pesar de que el procedimiento de reseña y entrega por parte de los funcionarios del Inpec no tardó más de una hora, Murcia sólo fue entregado a la Policía pasadas las seis de la mañana. Un morral con cosas personales y un rosario fueron lo único que acompañó en su viaje a David Eduardo Helmunt Murcia Guzmán, quien cinco años atrás, y con tan sólo 100 millo-nes de pesos, creó un emporio económico que hoy tiene cientos de damnificados. Cinco minutos después de las 7:00, el Black Hawk llegó a la Base Antinarcóticos de la Policía Nacional, en Catam, occidente de Bogotá. Dos fueron las vías contempladas para el traslado desde la penitenciaria hasta la base An-tinarcóticos. Una tanqueta, cerca de 20 motocicletas y cuatro camionetas hacían parte del plan B para resguardar el movimiento en caso de hacerse por tierra. La segunda alternativa, que finalmente se concretó gracias al buen clima, fue la aérea. Un helicóptero Black Hawk en el que además de Murcia había seis uniformados, tardó cerca de 10 minutos en arribar a Catam. Un chaleco antibalas negro, una chaqueta color claro, un jean azul y zapatos negros de amarrar hacían parte del atuendo con el cual Murcia llegó a su cita con 8 funcionarios de la DEA, quienes lo aguardaban para llevarlo a Estados Unidos. PREOCUPADO Callado, serio y aparentemente preocupado, el presidente del tristemente célebre DMG Grupo Holding caminó esposado hacia el vehículo blindado que, finalmente, lo acercó al hangar donde lo esperaban los funcionarios estadounidenses, los mismos que a las 8:15 de la mañana lo guiaron al interior del avión para, cinco minutos más tarde, despegar rumbo a Miami, primera y única escala hacia Nueva York. En esta oportunidad el aspecto de David Murcia Guzmán era mucho más reposado al re-gistrado un año atrás cuando llegó extraditado de Panamá. Ese día el cabello largo y rizado, una tenue barba, una camisa naranja y un jean, también azul, además de las voces desafiantes registradas por los medios de comunicación, se fijaron en los lentes de más de cien medios que registraban el procedimiento. En esta oportunidad (ayer) un sencillo, tímido y hasta preocupado gesto fue lo único que percibieron las cámaras. No es para menos, pues al proceso que le espera y la pena que le impongan las autoridades en Estados Unidos, muy posiblemente superior a 15 años, le restan los 30 años y 8 días más que tendrá que pagar en Colombia tras la condena impuesta por el juez cuarto penal especia-lizado de Bogotá, quien lo encontró responsable de enriquecimiento ilícito, captación masiva y habitual de dineros y lavado de activos. MÁS EXTRADICIONES En la fila de las extradiciones está William Suárez, uno de los principales socios de Murcia en DMG, y de quien la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia aprobó su extradición el 28 de octubre pasado. Una diligencia judicial fue la causa para retrasar la extradición de Suárez, condenado a 7 años y medio de prisión y quien se comprometió a devolver 36 mil millones de pesos para reparar a las víctimas. Suárez se debe alistar para, en los próximos días, cumplir el mismo trámite que este martes cumplió Murcia Guzmán. María Amparo Guzmán de Murcia, madre de David Murcia, también ha sido protagonista en esta historia. Ella, re-cientemente y por vencimiento de términos, recuperó la libertad. Por su parte, Margarita Leonor Pabón y Daniel Ángel Rueda, dos prestantes personajes, están tras las rejas luego de que aceptaran los cargos que les fueron imputados por las autoridades. Pero la fila no termina allí. En la sentencia que le impone a Murcia Guzmán 30 años y 8 meses de prisión, el juez del caso pide que más de un centenar de personas, entre abogados, revisores fiscales, contadores y asesores de dis-tinto tipo, sean investigados por las autoridades competentes para determinar en qué delito, por acción u omisión; o abuso, incurrieron.