Niño de 13 años murió luego de ser engañado para llevar un explosivo

Hace seis meses Heriberto Grueso llegó junto con su familia al casco urbano del municipio de El Charco, en la costa pacífica Nariñense, acosados por la violencia protagonizada por grupos armados ilegales que se disputan el dominio de territorios con cultivos de uso ilícito. Heriberto era el menor de cinco hermanos y según quienes lo conocieron era un joven alegre y lleno de motivos para vivir. Debido a su difícil situación buscó la forma de ganarse la vida y llevar unos pesos a su hogar. Con su alegría y buen humor, Heriberto se ganó la confianza de todos en el pueblo y se encargaba de hacer mandados, de sacar la basura, de llevar mercados y de cualquier otro menester para conseguir dinero y poco a poco seguir siendo el gran apoyo para su familia. Pero Heriberto, haciendo lo que siempre hacía, se convirtió en otra víctima de los violentos y su vida quedó truncada cuando alguien lo engañó y aprovechándose de la amabilidad del niño le dijo que llevara un paquete, que en realidad era un artefacto explosivo que se activó justo al acer-carse al puesto de Policía de la localidad. En un cuadro dramático, los restos del menor quedaron esparcidos frente a las instalaciones policiales. “A él lo engañaron. El pelado siempre llevaba cosas y no preguntaba nada, sólo hacía los mandados, la gente le daba 500 pesos y nunca nadie se quejó de que se robara algo”, aseguró Winston Estupiñan, habitante del pequeño poblado costero. EL ÚLTIMO RECREO Heriberto cursaba el grado tercero de primaria en la Institución Educativa El Canal, en donde también era conocido por su afición al fútbol. Justo cuando se iniciaba un nuevo encuentro futbolístico con sus compañeros, alguien, de quien aún desconocen su identidad, se le acercó y le propuso al menor llevar un paquete hacia la Estación. “Estaba muy emocionado porque le dieron 5.000 pesos y él aprovechó el descanso. Dijo que no se demoraba, por eso salió corriendo para regresar pronto”, aseguró William, uno de los compañeros del pequeño. Pero Heriberto nunca más regresó. Ayer por las calles de El Charco los estudiantes del colegio y compañeros de Heriberto salieron a marchar exigiendo a los grupos armados que los excluyan de sus acciones y que no los conviertan en una trágica estadística que demuestra la degradación y la barbarie del conflicto armado. LOS INOCENTES De manera unánime, ayer varios sectores políticos, gremiales e institucionales mostraron su rechazo por este acto terrorista y condenaron la utilización de menores por parte de grupos armados ilegales. El hecho fue atribuido a las Farc. El gobernador de Nariño, Antonio Navarro Wolff, envió un mensaje de condolencia a la familia del menor. “Envío un abrazo solidario a la comunidad de El Charco y mis sentidas condolencias a la familia del menor muerto”, dijo Navarro desde Armenia, donde participa de la 56 Cumbre de Gobernadores. El gobernador Antonio Navarro Wolf, anunció que dará una recompensa de 20 millones de pesos para quien suministre información acerca de los responsables del atentado con explosivos. DATO En el mes de enero tres menores de 5, 7 y 10 años fueron alcanzados por la onda explosiva de una mina antipersona que fue dejada muy cerca a una cancha de fútbol en el municipio de Roberto Payán, también en la costa pacífica nariñense.