Nuevo roce entre Colombia y Venezuela por bloqueo comercial

El vicepresidente Francisco Santos acusó ayer a Venezuela de haber impuesto un embargo comercial a su país, algo que negó el presidente venezolano, Hugo Chávez, en sus intervenciones en la Cumbre del Mercosur que se celebró en Montevideo. “Hay un bloqueo comercial en la frontera. La gente pierde su empleo por el embargo económico ilegal”, denunció Santos. Ante las acusaciones, Hugo Chávez defendió que cuando llegó al Gobierno las compras de Venezuela a Colombia eran de “1.000 millones de dólares y las llevamos a 6.000 millones” rechazando cualquier tipo de bloqueo, aunque agregó que “Venezuela tiene el derecho a comprar donde quiere”. Venezuela es miembro asociado del Mercosur integrado por Paraguay, Uruguay, Brasil y Argentina. En cuanto a Colombia participa en la Cumbre como invitado. El presidente Álvaro Uribe, ya denunció el miércoles pasado que el Gobierno de Venezuela realizaba un “embargo ilegal e injusto” a la economía de su país, en declaraciones a radio Todelar. Uribe también se declaró “preocupado” porque, en su opinión, esa coyuntura había sido aprovechada por otros países de la región para sustituir los productos colombianos. “Me pregunto: ¿estamos en unión o no estamos en unión?, ¿Hay propósito de unidad suramericana o no lo hay?”, reclamó entonces el mandatario. El comercio entre Colombia y Venezuela empezó a reducirse cuando el presidente Chávez “congeló” en julio las relaciones bilaterales en reacción al acuerdo militar entre Bogotá y Washington que le permitirá a Estados Unidos utilizar de manera controlada siete bases militares para lucha contra el narcotráfico y el terrorismo. Las exportaciones de productos colombianos hacia Venezuela, su segundo socio comercial después de Estados Unidos, registraron una caída del 71% el pasado octubre, en relación al mismo mes del año anterior, según cifras oficiales. BASES MILITARES Durante su intervención en la cumbre del Mercosur, Chávez también se refirió a las bases militares estadounidenses en Colombia. “El imperialismo es el de Obama, que puso siete bases militares en Colombia. Es un plan de guerra contra toda América Latina, es un plan de guerra de Estados Unidos”, dijo Chávez al hablar durante la reunión semestral de presidentes del Mercosur. “Es Colombia, un Gobierno que está representado acá, quien abrió la puerta a los militares de los Estados Unidos”, agregó Chávez. A su turno, el vicepresidente Santos sostuvo que “nuestro problema está adentro, es el terrorismo y el narcotráfico. Seguiremos trabajando pa-ra liberar al continente de esas dos plagas”. Santos Calderón advirtió que el acuerdo alcanzado con la administración de Obama “jamás será utilizado para realizar ningún tipo de acción contra ningún país del continente”. “Nuestro cariño al pueblo de Venezuela nos obliga a trabajar de esa manera: tenemos que actuar como bomberos y no ponerle gasolina al fuego. Creemos que este incidente lo podemos superar pero sobre la base del respeto mutuo”, añadió el vicepresidente. Chávez también cuestionó que Álvaro Uribe y su par de Perú Alan García no desconocieran al Gobierno electo de Honduras, encabezado por Porfirio Lobo, que ganó las elecciones luego del golpe de Estado que destituyó a Manuel Zelaya. ANULAR EL ACUERDO El acuerdo entre Colombia y Estados Unidos se firmó en Bogotá el 30 de octubre un acuerdo de cooperación militar, con un vigencia de 10 años, renovables, por el cual contingentes civiles y militares estadounidenses tendrán acceso controlado a siete bases colombianas. Tanto Bogotá como Washington sostienen que el convenio, cuyo objetivo es la lucha contra las drogas y el terrorismo, se restringe al territorio de esa nación andina y niegan que pueda ser utilizado para atacar a naciones vecinas. Chávez mantiene que desde “el imperio” se planea una acción militar contra su país y que el acuerdo colombo-estadounidense es una amenaza a la seguridad nacional de Venezuela. Ya desde ante de la firma del pacto el dirigente venezolano mostró su desacuerdo y dijo que la única forma de normalizar las relaciones con Bogotá, que declaró “congeladas”, era que el acuerdo se revirtiera o anulara. En agosto ordenó a sus militares estar listos para el “combate”.