México, Brasil y Argentina “no pueden asistir aisladamente cada uno con un discurso, con una óptica, con una política”, señaló el presidente Juan Manuel Santos, en una exposición en la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), un organismo de las Naciones Unidas con sede en Santiago.
“Esos tres países le harían mucho bien a ellos mismos y al resto de la región, si van con una voz, si se coordinan esas tres posiciones, porque comenzarían a ser escuchados con mucho más peso, un peso específico”, agregó el mandatario de visita oficial en Santiago.
Santos dijo que esa sugerencia ya la transmitió al presidente de México, Felipe Calderón, y a la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, y que hoy se lo dirá a la mandataria de Argentina, Cristina Kirchner, durante un encuentro que sostendrá con ella en Buenos Aires.
En lugar de que cada país adopte aisladamente una posición ante el entorno internacional, se “requiere una estructura de toma de decisiones diferente, donde América Latina puede ser mucho más relevante”, explicó Santos.
El mandatario colombiano invitó también a los países de América Latina a trabajar unidos para “generar barreras y poner amortiguadores para defendernos” de la turbulencia económica internacional.
“Si solamente logramos los latinoamericanos identificar esos comunes denominadores y trabajar juntos, el avance sería maravilloso. Y estoy seguro que el efecto sobre nuestras propias economías y la relevancia de América Latina sobre el resto del mundo se multiplicaría positivamente”, señaló.
Santos terminó ayer su visita de Estado a Chile y hoy jueves visitará Argentina.
Guerrilla debilitada pero no acabada
La guerrilla colombiana está debilitada pero no derrotada, advirtió el presidente Juan Manuel Santos, sobre el movimiento que lleva casi 50 años de lucha y que sufrió en los últimos años duros golpes a sus líderes.
“Hoy la guerrilla está debilitada, un poco desesperada, no está todavía derrotada, pero hay que perseverar”, señaló Santos.
Para el presidente, en los últimos años se ha “avanzado lo suficiente” en temas de seguridad “para poder ampliar la agenda interna y externa” del país.
“La seguridad fue generando confianza a la inversión, que era prácticamente inexistente. Nadie se atrevía a ir a Colombia. Inclusive las compañías de seguros no aseguraban a sus ejecutivos cuando viajaban a Colombia porque el riesgo era muy alto”, explicó.
“El problema de seguridad sigue siendo un problema; tenemos que estar encima. Hasta no obtener una paz completa no vamos a cesar en este esfuerzo”, agregó el mandatario.
Comentarios ()