Supuesto atentado prende las alarmas en la Corte Suprema

Preocupación. Así puede resumirse el sentimiento que guardan los magistrados de la Corte Suprema de Justicia por las versiones de prensa que se-ñalan que tres de los integrantes de la Sala Penal de esa Corporación estarían en la mira de un grupo paramilitar que habría viajado del norte del país a la capital, para cometer un atentado en su contra. Ayer el país despertó con la amargura de saber que en contra de tres de los magistrados que analizan temas como la “parapolítica”, la “farcpolítica” o el lío de las notarías que habrían sido entregadas para favorecer la primera reelección presidencial, se estaría fraguando un atentado terrorista. La captura Los rumores que corrieron acerca de la captura de dos personas que se transportaban en un vehículo gris por el norte de la capital, y a quienes les ha-brían sido incautadas dos armas con silenciador, motivaron una reacción inmediata por parte del Fiscal General de la Nación, Guillermo Mendoza Diago, y la directora del CTI, Marilú Méndez, quienes se reunieron con los magistrados en la Corte Suprema de Justicia. En primera instancia se habla de una interceptación telefónica en la que los interlocutores, refiriéndose en términos soeces, afirmaban que iban tras los blancos: “vamos por esos hp…;”, sería el texto de la comunicación. A esto se suman las manifestaciones que desde la Policía han señalado que los dos capturados y las referidas interceptaciones, logradas en la madru-gada de ayer, estaban relacionadas con los seguimientos que se hacían a un par de lugartenientes de alias “Cuchillo”. Siembran terror Lo cierto, en todo caso, es que un desmovilizado de las Auc conocido como Libardo Duarte, alias “Bam Bam”, sí le manifestó a uno de los inte-grantes de la Sala Penal que él (el magistrado) estaba en la mira de un grupo de sicarios que tenían la orden expresa de atentar contra su vida. Estas presiones se sumarían a las que se habrían dado en contra de los también magistrados Jorge Luis Quintero Milanes y Javier Zapata, todos de la Sala Penal de la Corte Suprema. En el primero de los casos, el testimonio entregado por “Bam Bam” fue puesto en conocimiento de las autoridades desde hace dos semanas, cuando lo notificó al magistrado. Ajuste de cuentas Otras de las versiones dan cuenta de un presunto ajuste de cuentas entre integrantes de la mafia, quienes iban a cometer un asesinato en el norte de la capital (calle 134), en cercanía a las residencias de algunos magistrados, pero nada tendría que ver con éstos. La duda la habría abierto una fuga de información en la Fiscalía, donde el CTI adelantaba una investigación. Ante estos hechos y la inminencia de un posible acto sicarial se prendieron las alarmas y se procedió a la requisa de los dos hombres capturados, quienes de inmediato reportaron el hecho a agentes de la Policía, y tras una requisa se percataron de la presencia de armas y antecedentes en sus portadores. El hombre en contra de quien se dirigiría el atentado fue identificado, de quien se prefirió guardar la reserva de identidad, se cree ha atestiguado en diferentes procesos judiciales en la Fiscalía General de la Nación, lo que sería el motivo de los hechos. Todo esto es lo que hace pensar que se trata de un ajuste de cuentas. Reforzarán seguridad Una vez enterado del supuesto atentado el Ministro de Defensa, Gabriel Silva Luján, le solicitó al director de la Policía Nacional, general Óscar Naranjo Trujillo, reforzar la seguridad de los magistrados. “El general Naranjo, por instrucciones mías, ha contactado al presidente de la Corte y estamos reforzando las medidas de seguridad y estamos haciendo el seguimiento para dar captura a estos presuntos sicarios”, dijo Silva. Añadió que “no tenemos evidencia de un atentado contra los magistrados, pero preventivamente hemos tomado las decisiones para evitar acciones violentas”.