Tras erupción del Galeras, Sandoná se quedó sin agua

El olor a azufre y la ceniza que caía de manera abundante, no permitió que la familia de Rosa Bernal pudiera dormir tranquila. En varias ocasiones, durante la noche, esta mujer habitante del municipio de Sandoná (Nariño) tuvo que levantarse para barrer la ceniza que caía a su patio y así evitar que se taponaran los desagües. Como Rosa, decenas de habitantes de este municipio ubicado al occidente del Galeras, tuvieron que pasar la noche sin conciliar el descanso tras la erupción del volcán el sábado a las 7:43 de la noche. “La verdad es que desde acá no se sintió ni se vio nada, solo nos percatamos que había hecho erup-ción cuando comenzó a caer la ceniza”, advirtió la mujer. La madrugada de ayer, con sorpresa los sandoneños pudieron constatar que las calles, los techos, los vehículos y la vegetación de los linderos del pueblo estaban completamente grises bajo una fina capa de ceniza. “Aunque en la mayoría de erupciones sí cae ceniza, la verdad es que en esta ocasión cayó mucha y nosotros no habíamos vivido eso”, dijo Leni Pantoja, administradora de un restaurante en pleno centro del municipio. Medidas preventivas Acumulados en un rincón de su casa permanecen varios montones de ropa totalmente cubiertos de ceniza, mientras que Roberto Palomino espera que restauren el servicio del agua para poder lavarlos. “A veces cuando ha caído ceniza el agua ha seguido normal, pero anoche hasta en los tanques del acueducto cayó la ceniza y por eso cortaron el agua”, señaló el hombre. Según los organismos de Salud, la determinación se tomó para evitar el consumo del agua contaminada con azufre y material volcánico. Tras los tra-bajos de mantenimiento se espera que el líquido vuelva a ser bombeado a las casas en aproximadamente 24 horas. En otros municipios como Consacá, Ancuya y Linares también cayó ceniza pero en menores proporciones. Proceso eruptivo Durante 2009 el Galeras hizo erupción en 11 ocasiones. La del sábado en la noche, la primera de 2010, registró un nivel de energía nueve veces ma-yor que la más reciente ocurrida el pasado 20 de noviembre. “Además de la erupción también se percibió una onda de choque que hizo más perceptible el fenómeno desde Pasto. El Galeras además expulsó bloques de roca incandescente que cayeron fuera del cráter, provocando incendios en la vegetación seca”, aseguró a Colprensa Diego Gómez, Director de Ingeominas en Pasto. Según el experto, el comportamiento del volcán se asemeja a lo ocurrido desde junio de 2006, cuando se reactivó, y ha venido expulsando material en medio de la liberación de presión al interior del cono volcánico. “El Galeras sigue mostrando que su reactivación está muy lejos de terminar y segui-remos observando este tipo de fenómenos, lo que no podemos predecir es qué tan fuerte sea el próximo”, puntualizó Gómez. De Rojo a Naranja Tras la más reciente reunión del Comité de prevención y atención de desastres se determinó disminuir de Rojo a Naranja la alerta del Volcán, lo que indica que un nuevo evento eruptivo es probable en términos de días o semanas. Esta circunstancia obliga a mantener el llamado de evacuación de las 8.000 personas que viven en la zona de amenaza alta y que comprende algunas áreas de los municipios de La Florida, Nariño y Pasto. La ocupación en los albergues continuaba en 800 personas, mientras que las Festividades del Carnaval de Negros y Blancos continuaron sin contra-tiempos y en medio de la programación dispuesta.