Colombia


Variedad de drogas sintéticas aumentó 50% y falta control

COLPRENSA

27 de junio de 2013 08:55 AM

A pesar de que la marihuana sigue siendo la sustancia más consumida en el mundo y que la cocaína está ganando terreno en América Latina, el incremento de drogas de diseño como el Éxtasis o sustancias legales (como inhalantes o medicamentos) son la principal preocupación de la Oficina de las Naciones Unidas para las drogas y el delito (Unodc).
Al revelar el informe sobre el Reporte Mundial de Drogas 2013, Yuri Fedotov, director ejecutivo de Unodc, recordó que mientras en 2009 los países miembros de ese organismo habían reportado la existencia de 166 sustancias sicoactivas, al finalizar 2012 se había reportado la presencia en el mercado de 251, lo que representa un incremento del 50 por ciento.
Lo grave es que solo 234 de las llamadas Nuevas Sustancias Sicoactivas (NSP) están bajo el sistema de fiscalización internacional lo que requiere ampliar los controles, porque son difíciles de rastrear y se trata de "líneas de productos" dinámicos en continua evolución que han hecho su aparición en los últimos 10 años.
Como muchas de estas drogas se venden abiertamente a través de internet, los jóvenes consideran que son menos adictivas que la marihuana o la cocaína.
En las calles se les conoce como spice y miau-miau, pero de este grupo también hacen parte las sales de baño que se utilizan en las casas y son de venta libre en supermercados.
SEÑALES DE ALERTA
Para Jesús Álvaro Sierra, profesor investigador del Instituto de Familia de la Universidad de la Sabana, la vulnerabilidad de los jóvenes al consumo de drogas tiene que ver con la soledad que afrontan dentro de sus hogares, en algunos de los cuales se presentan problemas de violencia o separación de los padres.
Indicó que muchos de los esfuerzos de las autoridades se centran en la cocaína y la marihuana cuando las drogas sintéticas se renuevan cada día.
Por eso, señaló que los padres de familia no deben desatender señales básicas de que sus hijos están consumiendo. Estas son: baja en el rendimiento académico; cambio en sus amigos habituales o desconocer en qué sitio se encuentran; huir del contacto con la familia y actitudes agresivas. A esto se suman cambios físicos como pérdida del apetito, tendencias a la depresión y alteraciones del sueño.
"Los padres no tienen que ser expertos en consumo de drogas ni sabérselas todas en el tema. Lo que sí deben hacer es estar pendientes a estas señales mínimas y cuando se presenten buscar la asesoría de un médico, un sicólogo o buscar ayuda en el colegio. Lo peor que se puede hacer es no atender esa realidad", aseguró Sierra.

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