Víctimas y justicia deben primar en procesos de paz

Uno de los invitados especiales a la Cumbre de la No Violencia, de la que fue sede Medellín, fue el español Rogelio Alonso, profesor de Ciencia Política de la Universidad Rey Juan Carlos y exasesor del gobierno español en temas antiterroristas. Con él hablamos sobre el conflicto que padece esta ciudad.
¿Es posible la paz en el conflicto urbano de Medellín?  “En procesos de violencia de tan grande magnitud, el primer objetivo es la contención y la disminución de la violencia. No es realista pensar que la violencia se erradicará mañana. En otros contextos se han usado instrumentos de seguridad y de otro tipo. Nos encontramos con un fenómeno que tiene unas raíces: la subcultura del odio y la venganza. Frente a esta hay que desarrollar cultura de valores democráticos y de respeto de los derechos humanos, de legalidad y justicia. Alguien se podría consolar con la reducción de la violencia, pero el objetivo debe ser erradicarla”.
¿Cómo evitar que los desmovilizados vuelvan al delito?  “Las desmovilizaciones son muy complejas y hay que tener presentes diversas variables. Una que a veces no se tiene en cuenta es la impunidad. Hay quienes optan por ella porque en el corto plazo les da éxitos en la lucha contra la violencia, pero la impunidad no desincentiva la violencia, sino que la estimula. La justicia es fundamental. No podemos pensar que acercamos la paz mediante atajos en la justicia”.
¿La justicia es qué: que los victimarios paguen con cárcel lo que se merecen?  “La justicia no es venganza ni ensañamiento; es una condición necesaria para un futuro sin violencia. Identifica la pena como un medio con dos fines: retribución y resocialización. Para que haya resocialización de quien ha practicado violencia, debe haber sanción. En eso consiste la justicia en sociedades democráticas”.
¿Cómo atacar economías criminales como el narcotráfico y la extorsión?  “Detrás de las acciones criminales confluyen diferentes motivaciones que llevan a los individuos a prácticas violentas. Una es la económica. Por eso la respuesta también debe tener múltiples facetas”.
¿Mientras haya inequidad es inevitable el conflicto?  “La inequidad puede contribuir a la violencia. Por ello hay que resolverla, aunque no es el único factor que estimula la radicalización violenta”.
¿Cómo lograr la reconciliación entre actores armados y entre víctimas y victimarios?  “La reconciliación es un término delicado que en Colombia se usa mucho. A veces se interpreta como arreglo entre partes en igualdad de condiciones, que comparten responsabilidad y culpa. Las víctimas no tienen la misma responsabilidad que los victimarios. Si queremos desarrollar cultura de la no violencia, no podemos ser injustos con las víctimas y ponerlas en el mismo plano moral que los victimarios. Los victimarios no pueden ser protagonistas de la paz”.
¿Las protagonistas de la paz deben ser las víctimas?  “Sí”.
¿Sus exigencias no dificultan la solución del conflicto?  “¿Por qué? Si un Estado busca legitimarse y pide que se practique la no violencia, y no aplica la justicia, el ciudadano puede sentir decepción. La impunidad estimula la creencia en la honorabilidad de la violencia”.
EN DEFINITIVA 
Rogelio Alonso considera que los conflictos tienen múltiples raíces y que, por lo tanto, la manera de abordarlos también debe ser diversa. Subraya que víctimas y justicia no se pueden dejar de lado.
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