Con un “sí, definitivamente sí”, el Comandante de las Fuerzas Militares le da crédito a las versiones según las cuales las Farc y el ELN se están aliando en algunas regiones del país. Dice que esa unión es resultado de la dinámica de la lucha armada, pero, especialmente, de la debilidad de los grupos guerrilleros, que ya no tienen la cantidad de hombres que antes tenían en cada columna. Reconoce que en las últimas semanas la insurgencia ha golpeado a las Fuerzas Militares, pero no cree que eso signifique un retroceso en la lucha por controlar el orden público, sino que se trata de golpes que deben ser asimilados y analizados, para encontrar los errores: “No vamos a permitir de ninguna manera ni que tomen la ofensiva ni que tomen la iniciativa”. Así mismo, alerta sobre el aumento de la vocación de las Farc hacia el narcotráfico, que en algunas regiones estaría llevando a generar alianzas delincuenciales entre esa guerrilla y las bandas criminales llamadas ‘Bacrim’. El Almirante Édgar Cely dialogó con Colprensa sobre cómo está hoy el trabajo de las fuerzas de seguridad del Estado. - ¿Qué significa para las FF.MM., en sentido práctico, la certificación que hizo Estados Unidos a Colombia en materia de derechos humanos? En primer lugar, coincido plenamente con el señor Presidente de que esa certificación es justa por todo el esfuerzo que Colombia hace para proteger los derechos humanos. Las Fuerzas Militares hemos hecho, a lo largo de los últimos años, un avance muy importante en capacitación y concientización de que esta lucha no nos puede llevar a terminar en un torbellino. ¿Por qué? Por varias razones: porque la prioridad número uno de las Fuerzas Militares es el respeto de la dignidad humana; en segundo lugar, porque las Fuerzas Militares en su labor se distinguen totalmente de estos narcoterroristas, porque son legítimas y amparadas por el pueblo y por la Constitución, sin ningún tipo de egoísmos. Este tipo de luchas puede llegar a generar insensibilidad en ese sentido; estamos todos los días recordándoles a nuestros hombres que lo que está por encima de todo es el respeto del ser humano. Por lo tanto, este reconocimiento es justo por lo que estamos haciendo en las Fuerzas Militares, por nuestro empeño de mostrar que todo lo hacemos por el pueblo colombiano. - Esa certificación tiene algunas recomendaciones. Una de ellas, que se esclarezca definitivamente el caso de las ejecuciones extrajudiciales, los llamados ‘falsos positivos’. Para el Comando, ¿cuándo quedará resuelto el tema y cómo evitará que se vuelvan a presentar casos de ese tipo? Lo más importante es que la verdad jurídica se sepa muy rápidamente, porque si hay quienes incurrieron en delitos atentando contra la vida de colombianos, tendrán que tener un debido proceso y si son culpables, tendrán que responderle a Colombia y a la justicia. Pero lo grave de esto es tratar de involucrar a todas las Fuerzas Militares en este tema y generar un manto de duda de la dignidad y sobre del honor militar. Por lo tanto, somos los primeros interesados en que la verdad jurídica salga a flote. Quienes sean responsables, que paguen a la sociedad colombiana y a la justicia; quienes no, que tengan la restitución del honor. - ¿Cómo evalúan las Fuerzas Militares las recientes incursiones de las guerrillas, no sólo las Farc sino también del ELN e, incluso, el EPL, que han dejado más de 40 uniformados muertos? Es un momento infortunado. Tenemos que asimilar que hemos sido golpeados. Estamos haciendo todos los estudios que nos permitan determinar dónde hubo fallas, si hubo un error táctico, cuál es la razón por la cual estos narcoterroristas pudieron haber aprovechado situaciones específicas, para podernos golpear. Sin embargo, lo que Colombia tiene que tener muy claro es que las Fuerzas Militares están conformadas por gente con coraje, por gente que se coloca el uniforme con dignidad, que está entrenada, capacitada y que no va a permitir, de ninguna manera, ningún tipo de retroceso. Estos son actos de organizaciones narcoterroristas que están debilitadas, no acabadas, realmente debilitadas. Nos muestra que tenemos que ser serenos y firmes en buscarlas y golpearlas, porque no puede haber de ninguna manera triunfalismos. No somos triunfalistas, somos muy realistas. Esto nos trae lecciones que inmediatamente son asimiladas y son replicadas al resto de las Fuerzas en todas las regiones, pero no vamos a permitir de ninguna manera ni que tomen la ofensiva ni que tomen la iniciativa. La ofensiva es de las Fuerzas Militares y de hecho están en zonas apartadas en las selvas, en los montes, por la fuerza de la acción militar. - ¿Se necesitan más Fuerzas Militares y de Policía en la zona sur del país, especialmente en Putumayo y Caquetá, que son regiones que están bastante calientes en materia de orden público? Lo que se necesita es más efectividad. A veces pensamos que la solución es más hombres, más tropa y no, la solución es actitud de guerra; es efectividad en nuestras tareas. A raíz de todo esto hemos alertado a nuestros hombres para que de ninguna manera vayan a bajar la guardia. No podemos permitir que el país retroceda. Las Fuerzas Militares lo han demostrado en los últimos tiempos, las personas dicen: “Sí, lo han hecho”. Mire que el país tiene una mirada de fe y de confianza y ya hablamos de la prosperidad democrática. Eso es parte de la contribución que hacemos con el sacrificio de todos los hombres que han fallecido o que han quedado minusválidos y con la fuerza que todo este conjunto de hombres y mujeres, incluyendo la Policía Nacional, aplican contra estos enemigos del pueblo colombiano. - Operativamente, ¿cómo se consigue esa efectividad que usted dice, hace falta para avanzar? Estamos analizando, estamos revisando estrategias. Las estrategias que hasta ahora se han aplicado son válidas, porque han dado resultados contundentes, positivos, fuertes para el país. Sin embargo, esta es una lucha que tiene muchísima dinámica y lo que estamos haciendo es, muy juiciosamente, revisando áreas estratégicas, las concentraciones de estos bandidos en diferentes regiones, para mirar como revolcamos nuestra gente, aplicamos mejor la fuerza y somos más contundentes contra el narcoterrorismo. - En ese análisis que están haciendo, ¿cómo ven que se está moviendo la guerrilla? Por ejemplo, ¿le dan credibilidad a esa versión de que hay un pacto en algún sentido ente el ELN y las Farc? Sí, definitivamente sí. El ELN está muy diezmado, tiene muy pocos hombres, ha recibido golpes fuertes. Las Farc tiene frentes que antes estaban conformados por 200, 300 hombres, pero que en este momento están muy diezmados, esa es la realidad. ¿Qué hacen estos bandidos? Se están buscando para apoyarse en zonas donde tienen particularmente puesta la mirada en el narcotráfico. Esa es, sencillamente, una de las razones. Y es más aberrante todavía la situación; hay sitios donde las Farc están empezando a tener pactos con las ‘Bacrim’, con el narcotráfico, con todas estas bandas criminales al servicio del narcotráfico. Eso los hace cada vez más delincuentes enfocados en el narcotráfico. Colombia tiene que mirar esto como una demostración muy clara de que no hay en ellos ningún tipo de intención de llegar a ningún diálogo de paz, porque están dedicados es al narcotráfico. - ¿En qué zonas hay evidencias de esos pactos con las ‘Bacrim’? Por ejemplo en el Catatumbo, en parte del Urabá y en el Nudo de Paramillo, así como en departamentos ricos y prósperos, pero en donde hacen trueques de drogas y explosivos, como en Cauca y en Córdoba. - En ese sentido, ¿qué son las ‘Bacrim’ y cuál es su nivel de peligrosidad, tan alto como el de las guerrillas? Las ‘Bacrim’ son un fenómeno de delincuencia organizada al servicio del narcotráfico. No diría que el combate contra ellas se pueda poner al mismo nivel que el que se hace contra unos bandidos que han maltratado al país durante 40 años, pero sí que es un fenómeno muy peligroso, porque son grupos que se han vendido al mejor postor y se pusieron al servicio del narcotráfico, que significa violencia. Por eso, en muchas partes muere gente todos los días en ajustes de cuentas, en peleas por zonas de dominio de microtráfico. Es un crimen que será tratado con la misma firmeza con la que se ataca a la guerrilla. - Uno de los ataques recientes de la guerrilla se le adjudicó al EPL, ¿qué pasa con ese grupo, del que se creía ya no tenía ninguna presencia militar? Hay disidencias, son muy pocos bandidos, pero retoman nombres de grupos extintos y se unen con el ELN y con las Farc, pero no son una fuerza que, de ninguna manera, pueda desestabilizar al país. El avance de la seguridad democrática es real, ha habido resultados tangibles y Colombia debe tener eso muy claro. No vamos a permitir que se retroceda, vamos a construir sobre lo construido, para seguir avanzando. - El Gobierno ya anunció que hará cambios legislativos que le permitan avanzar en materia de seguridad, ¿qué esperan de ese proceso las FF.MM.? Lo que se requiere es mayor contundencia desde el punto de vista jurídico, mayor severidad en las sanciones y que nos permitan, particularmente a la Policía, que quienes serán capturados, también sean juzgados y sean castigados, porque desmoraliza arriesgar la vida, capturar delincuentes, que todo el mundo sabe que lo son, pero que por un tecnicismo son liberados. La población también pierde la fe, porque el círculo que se abrió con su denuncia no cierra totalmente. Lo que pedimos es que realmente haya una corresponsabilidad social, porque es toda una Colombia de bien contra unos cuantos que tratan de golpearnos. Este momento realmente tiene que llamar a la unión nacional. - La Corte Constitucional declaró inexequible el acuerdo de cooperación militar con EE.UU.; el embajador de ese país, Peter Mckinley, insiste en que hay que buscar caminos para firmarlo, ¿cuál es la opinión de las FF.MM.? Ese acuerdo lo que buscaba era prorrogarle la vida a algunos acuerdos anteriores; sin embargo, no significa que al haberse caído, la operatividad de las fuerzas Militares haya sufrido, porque hay otros vigentes, como el de interdicción marítima, los de la Fuerza Aérea, los de intercambio de experiencias, los de capacitación. Vamos a esperar que el Gobierno tome una decisión, pero nosotros vamos a seguir operando, porque las FF.MM. han crecido, son maduras y generan que otros países de la región e, incluso, EE.UU., acuden a ellas para intercambiar experiencias. - A propósito de la relación con EE.UU., ¿cómo debe evolucionar el Plan Colombia en los próximos cuatro años? El Plan Colombia fue diseñado para combatir el narcotráfico, con un porcentaje dedicado a la parte militar y un gran porcentaje dedicado a la parte social. El combate al narcotráfico, con aspersión aérea, con erradicación manual, con todos los demás mecanismos ha venido dando sus resultados y seguimos empeñados en eso. Si en algún momento esa ayuda llegara a disminuir, Colombia tiene que ir, poco a poco, llenando ese vacío, pero sabemos muy bien que EE.UU. continuará apoyando, porque se trata de un delito que tiene un impacto sobre la seguridad hemisférica; por eso, creo que el Plan Colombia continuará por un tiempo más. - El cierre lógico de cualquier diálogo con el Comandante de las Fuerzas Militares tiene que ser éste: ¿Qué tan cerca están de un nuevo golpe fuerte a la guerrilla?, ¿qué tan cerca están de ‘Alfonso Cano’ y del ‘Mono Jojoy’? Como cabecillas de un grupo narcoterrorista, por supuesto que está dentro de nuestros planes atacarlos y golpearlos, pero más allá de estar obsesionadas en la búsqueda de este par de bandidos, las Fuerzas Militares seguirán por todo el país buscando las estructuras de las guerrillas y golpeándolas, esa es nuestra tarea. Ellos sólo tienen dos caminos, enfrentar a las FF.MM. o entregarse para que la sociedad les haga pagar la cantidad de atrocidades que han cometido. Son grupos que cada vez se deterioran más y que tendrán un fin en algún momento, nosotros estamos empeñados en acercar cada vez más ese final.
Colombia
“No vamos a permitir que la guerrilla tome la iniciativa”
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