Desde que el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Luis Gilberto Murillo, expidió la Resolución 0774 del 10 de mayo de 2018 que pretende cerrar 1,1 kilómetros de Playa Blanca para la anidación de tortugas carey, los comentarios a favor y en contra no se hicieron esperar.
Los principales detractores de esta medida han sido los nativos de la isla. El pasado 28 de mayo, José David Miranda López, representante legal del Consejo Comunitario de Playa Blanca, instauró una tutela solicitando la anulación de la resolución expedida, este hecho, retrasó el cierre que estaba previsto para el 15 de junio.
Una vez más los isleños elevan su voz de inconformidad. Siete establecimientos comerciales ubicados en Playa Blanca colocaron una acción de tutela que fue admitida por el Juzgado Sexto Civil del Circuito, en la que se solicita el respeto al derecho al trabajo, entre otras disposiciones.
Con esta, ya serían dos tutelas presentadas contra la resolución de Minambiente. “En esa acumulación de tutelas estamos a la espera de que se nos garantice el derecho de permanecer en el territorio y a que se nos haga una consulta previa, que se respete el derecho al trabajo, al mínimo vital y a la seguridad alimentaria de todas estas familias nativas”, manifestó Wilman Herrera, abogado defensor.
Herrera afirmó que continuarán las acciones de tutela por parte de 16 establecimientos, grupo de masajistas y guias turísticos. “La idea es que el Gobierno Nacional entienda que la medida de cierre no se puede dar mientras no se vinculen a todos estos grupos nativos a hacer un análisis de los impactos negativos y positivos que permitan buscar una medida que compense los prejuicios del cierre”.
Afectaciones en el ecosistema
A través de un estudio técnico hecho por por Parques Nacionales Naturales y publicado mediante la resolución 0587 del 29 de diciembre de 2017, se informa sobre el el impacto negativo que han tenido las actividades náuticas en el ecosistema generando mortandad de plantas marinas, aumento en la extracción de material biológico como estrellas de mar, erizos y caracoles, e igualmente el pisoteo sobre corales y pasos marinos.
El informe arrojó que la capacidad de manejo de la playa es de 4%, siendo la capacidad ideal para el turismo en un área protegida del 90%. Es decir, Playa Blanca está muy por debajo de lo requerido, dando muestra, una vez más, de la falta de trabajo conjunto y comprometido.
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