Por improcedente fue negada la segunda tutela que Mateo Amador interpuso contra la Universidad de Cartagena, en la que alegó la protección a los derechos a la educación y al debido proceso, que se le habrían vulnerado en la pasada convocatoria de cupos sobrantes.
Indira Causil, madre del joven de 18 años, interpuso una primera tutela en la que aseguró que su hijo no fue notificado de la convocatoria de los cupos sobrantes del periodo 2016-1, por lo que se venció el plazo de matrícula y quedó por fuera de la institución.
Un juzgado del circuito de Cartagena le otorgó la protección a Mateo y gracias al fallo de primera instancia pudo matricularse en abril; sin embargo, un mes después el Tribunal Superior de Cartagena revocó la sentencia y el estudiante no pudo continuar en la UdeC, pues la institución expidió un acto administrativo para desmatricularlo.
Esta segunda acción jurídica, presentada por el mismo Mateo, fue atendida por Juzgado Primero Laboral del Circuito de Cartagena y pretendía anular el acto administrativo emitido por Unicartagena, que ordenó retirar al joven de su cupo, alegando que este viola un derecho adquirido. La tutela también pedía reintegrarlo de inmediato a la UdeC y que el rector Édgar Parra Chacón ofreciera disculpas públicas a Mateo para resarcir “la vergüenza a la que fue expuesto”.
Ante esto, Unicartagena, dentro de su defensa argumentó que “el soporte de ingreso del accionante a la universidad fue la sentencia de primera instancia, revocada por el Tribunal Superior de Cartagena, es lógico que los fundamentos de hechos y de derecho de la primera resolución desaparezcan”.
“Declarar nulo el acto administrativo sería una intromisión que sin lugar a dudas sería objeto de revisión, sustento del supuesto hecho que motiva la expedición de ambos actos administrativos”, sostuvo la juez a cargo cuando sustentó la improcedencia del proceso.
Pese al fallo, Mateo y su familia están positivos frente a la respuesta de segunda instancia, tras la apelación: “Aparentemente es un fallo en contra de Mateo, pero realmente es un beneficio, porque el Tribunal seguramente fallará a nuestro a favor, se finalizará este proceso y la UdeC no podrá hacer más nada y le devolverán su cupo”, afirmó la madre del joven.
Ángel Casij, jefe de la Oficina Jurídica de la UdeC, manifestó que a pesar de las acciones judiciales, la universidad solo ha acatado la sentencias y el caso no está motivado por razones personales.
“Tenemos el deber de acatar las decisiones judiciales y este fallo evidencia que los procedimientos internos de la institución son ajustados al derecho (...) lo ideal sería que todos los jóvenes de la ciudad pudieran ingresar a la universidad, desafortunadamente los cupos son limitados y el joven Mateo tiene el derecho a decidir si impugna o no. Ya sea que ingrese a través del examen de admisión o por una orden judicial siempre será recibido gratamente”.
La impugnación de la segunda tutela fue interpuesta a inicios de esta semana, por lo que se espera que se cumpla el término legal para que el Tribunal se pronuncie.
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