Desde tempranas horas de la mañana de hoy miércoles los agentes de la Policía Metropolitana de Cartagena llegaron a custodiar las cuadras de la calle 11 de Noviembre del barrio Escallón Villa. Como es costumbre para esta fecha se celebra el cumpleaños de la calle y la comunidad había advertido que no se querían grandes festejos, sin embargo, la gente fue llegando con el pasar de las horas y en la noche había un gran conglomerado de personas alrededor de los equipos que pusieron, especialmente los establecimientos comerciales.
“No sé que pasó, que hicieron caso omiso a todo lo que dijimos en la comunidad, que no queríamos fiestas. Está un poquito menos lleno que los otros años, pero hay bastante gente en la calle. Hay ventas y varios equipos puestos. Como que están esperando que se cobre una víctima para que se deje de hacer este festejo”, dijo uno de los residentes del barrio, quien se encerró en su casa por la peligrosidad que según él se respira ante tanta gente esparcida en la calle.
Permanentemente durante el día se dio la presencia de las autoridades, que a pie y en moto patrullaban las cuadras para mantener la calma que la comunidad había solicitado a través de firmas recolectadas para este año. En la mañana se realizó un desfile de adultos mayores bailando fandango y otro de niños en coches, pero no se dio el tradicional desfile de comparasas- que usualmente se realiza en la tarde- para evitar la llegada de personas.
SE PUSO CALIENTE
En celebraciones anteriores la situación se había salido de las manos y el tumulto de gente terminaba en peleas en las que necesitaba intervenir el Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad). Este año la situación se repitió, a las 8 de la noche se presentó una pelea. “La gente salió corriendo como loca, los policías cogieron a un hombre y en las tiendas empezaron a bajar las puertas, pero al rato volvieron a abrir las puertas y la gente siguió como si nada hubiera pasado”, sostuvo otra residente del sector que también prefirió encerrarse en su casa.
Pasadas las 11 de la noche, cuando la Policía empezó a pedirle a las personas que se retirarán del lugar para terminar con la fiesta, estas empezaron a lanzar piedras a los uniformados, por lo que fue necesario el uso de gases lacrimógenos para dispersarlas.
Los residentes del sector culpabilizan a los tenderos y otros establecimientos comerciales de la llegada de personas de otros barrios, ya que estos han colocado música a alto volumen. “A ellos les conviene vender y entre más gente, mejor”.
Aunque la Policía ha impedido que se coloquen muchas ventas estacionarias en el lugar - a mediodía impidieron que se descara un camión que llegaba lleno con mesas, vallas y sillas de Águila- hay vendedores ambulantes que pasan con carretillas y se parquean en lugares para ofrecer licor, comida y espuma.
Además ha habido pólvora: los sonidos de tiritos y buscapié acompañan la música novembrina, vallenato, champeta y otros géneros musicales.
Los residentes de la calle señalan que la situación ya se ha salido de las manos, pues a pesar de decir públicamente – con ayuda de los medios de comunicación- que no se darían festejos, la gente sigue llegando.
NO A TODOS LES DISGUSTA
Aunque la mayoría de personas se opone, hay algunos que apoyan la realización de festejos en la calle y ponen equipos a alto volumen en las terrazas de sus casas.
Comentarios ()