El Observatorio de la Educación de Cartagena (Oecar), dio a conocer los resultados de tres investigaciones y renovó su misión de trabajar a favor de la educación local en todos sus niveles.
La gran reflexión del encuentro, que reunió a representantes de fundaciones del sector privado, fue que la principal herramienta para una transformación efectiva de las condiciones actuales de vida, desde la educación, es la articulación de esfuerzos.
“No se trata de intervenir por intervenir, no es lo que pensamos que la gente necesita o en lo que podemos ayudar, si no lo que realmente requiere la ciudad. Hay que analizar el contexto cultural, los imaginarios y trabajar con grupos focales y así desarrollar planes de acción”, explicó Mónica Alcalá, directora del departamento de Bienestar de la Universidad Tecnológica de Bolívar e investigadora adscrita al observatorio.
Alcalá invitó a las organizaciones que desarrollan planes y programas a favor de las poblaciones vulnerables, a trabajar conjuntamente para que las intervenciones sean más efectivas y favorezcan a mayor número de personas.
Las investigaciones
La primera infancia y equidad fue el eje central de una de las investigaciones, que a través de diversos índices como educación, salud y bienestar social evidenciaron la calidad de vida de niños cartageneros entre los cero y cinco años. Otro de los tópicos fue la capacidad de innovación de la instituciones educación superior, en los niveles técnico y tecnológico, que abordó el uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones para mejorar los procesos de aprendizaje; y el último de los proyectos fue sobre la perspectiva de los rectores de la universidades colombianas sobre las necesidades de educación universitaria.
Laura Rueda, directora del Oecar, manifestó que “los resultados presentados constituyen un material importante pues permite avanzar hacia la generación de conocimiento pertinente en el tema de la calidad educativa, a que se establezcan unas lineas base que permitan mejorar las estadísticas e incidir en las políticas públicas locales”.
Leyes no son suficientes
Respecto al Acuerdo contra la Erotización Temprana aprobado por el Concejo de Cartagena que prohíbe bailes eróticos en menores para prevenir el embarazo adolescente, la directora del Oecar indicó que la norma no es suficiente para abordar este tipo de problemáticas sociales.
“El que exista una ley no significa que haya un cumplimiento, lo que se intenta resolver es un problema bastante complejo que implica varios ámbitos como la educación, salud, percepción y entorno de los niños y jóvenes, y de sus familias. La norma puede ser un aliciente, pero se requiere una intervención más profunda de instituciones y entidades”, puntualizó Rueda.
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