Los estudiantes de la institución educativa María Reina, de la sede del sector Obrero en el barrio La Esperanza, no han arrancado con sus clases en 2017 debido al mal estado en que se encuentra la infraestructura.
Por eso, un grupo de padres de familia se reunió a las afueras de la institución para reclamar una solución que permita a los menores acceder a la formación académica.
Según los padres, las condiciones de la infraestructura del colegio son precarias y ponen en peligro la integridad de los estudiantes.
Camilo Meza Bolaños, uno de los padres de familia, asegura que la problemática viene desde el año pasado y que las autoridades no atendieron las solicitudes de la comunidad para recuperar los salones y espacios deteriorados.
“La sede no está adecuada para que los niños den clases porque está en precarias condiciones, se está cayendo a pedazos y no es justo que los niños estén dando clases y se les venga a caer una pared encima”, denunció.
Entre tanto, la rectora de la institución, Ana Rebeca Rueda, explicó que las lluvias que se presentaron en 2016 provocaron el deterioro de las instalaciones y que la actual sequía terminó por empeorar la situación.
Al notar que el lugar no estaba apto para los estudiantes, las directivas de la institución se reunieron con la Secretaría de Educación y decidieron alquilar un espacio en el colegio La Octaviana, en Maria Auxiliadora, donde esperaban iniciar las actividades académicas la semana pasada.
Sin embargo, las clases en ese lugar no han arrancado debido a que no cuentan con el servicio de transporte que traslade a los menores hasta el lugar.
La rectora explicó que la Secretaría de Educación se comprometió a tener listo el transporte para hoy 14 de febrero, por lo que convocaron a los estudiantes.
Pero el transporte nunca apareció y los menores se quedaron esperando en la sede del colegio, en La Esperanza, donde los padres decidieron alzar la voz de protesta.
Ana Rebeca Rueda sostuvo que no se pudo contar con el servicio de transporte “debido a que hacen falta unas pólizas que debe autorizar el secretario de Educación, Germán Sierra, quien se habría tenido que ausentar de la ciudad por razones personales”.
Entre tanto, Camilo Meza pidió una pronta solución y sostuvo que el tiempo perdido “es una falta de respeto con los niños y una violación de sus derechos a la educación”.
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