“Este árbol es el pulmón de la séptima etapa de Las Gaviotas, pero como ha habido cierto descuido de parte de algunas instituciones del Distrito, mira cómo está de alto”, manifestó Adolfo Lora Herrera en referencia a la bonga que desde hace unos dos meses bota una gran cantidad de polvo vegetal y motas de algodón que, según los vecinos, está perjudicando la salud de niños y adultos.
Lora precisó que “no queremos que lo corten, pero sí que hagan una poda porque, a parte del malestar bastante grande que generan las pelusas, las ramas están muy cerca de las líneas eléctricas de alta tensión, y ¿qué pasaría si una rama cae ahí?”.
Martha Alvis Marrugo, una de las vecinas afectadas, manifestó que debido a la proliferación de las motas “algunos adultos han tenido problemas en la vista y los niños afección en los pulmones. A mi nieto tuvimos que llevarlo al médico porque le dio una gripa muy fuerte. Esto afecta a todos los sectores aledaños, principalmente a las manzanas 73, 75 y 76”.
Contó que con el propósito de mitigar esta problemática, “hice una petición al Cuerpo de Bomberos para que viniera a regar el árbol y se bajaran las motas, mientras encontramos una solución con el EPA”.
Así, el riego se llevó a cabo en la tarde del jueves Santo sin dejar satisfechos a los vecinos. “Echaron solo tres chorros y el agua se terminó. Dijeron que se iban porque a ellos no les tocaba hacer eso, solo nos estaban haciendo un favor”.
Alvis precisó que luego de conocer el caso, la alcaldesa de la Localidad de la Virgen y Turística, Heidy Villarreal Vega, le envió un carta el pasado 31 de marzo, en la que constaba que la situación de la bonga había sido remitida al Establecimiento Público Ambiental -EPA.
“Estamos esperando la visita del EPA. Lo que más requerimos es que alguien venga y la pode”, agregó la líder cívica.
Este medio intentó contactarse con el EPA para conocer cuándo verificarían el estado del árbol, y no fue posible establecer comunicación.
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