El jueves de la semana pasada corrió la voz de un accidente en El Pozón, en el que estuvo involucrado un peatón y un bus de Transcaribe.
“La señora estaba en el paradero en la entrada principal de El Pozón, y se ubicó en la orilla del andén, muy cerca del carril, entonces el retrovisor del padrón la alcanzó a rozar y la tiró al piso”, contaron los vecinos. La situación no fue grave, la mujer fue revisada en una clínica y dada de alta minutos después. Sin embargo, el hecho vuelve a poner sobre la palestra la educación vial de los cartageneros, esta vez, de los que van a pie.
Y es que aunque solo se sabe de dos accidentes en los que los actores han sido peatones y buses del Sistema Integrado de Transporte Masivo (SITM), un recorrido simple sobre la troncal deja en evidencia que si no fuera por la precaución de los conductores, seguramente los incidentes se dispararían, sobre todo en zonas como Bazurto, la avenida Venezuela y entre La Castellana y Los Ejecutivos, donde las personas cruzan entre los matorrales o a cualquier altura de la vía, por fuera de las cebras y lejos de los semáforos.
ASÍ LO VIVEN LOS CONDUCTORES
Para Jackson Caraballo, quien es conductor de Transcaribe desde hace unos tres meses, la inteligencia vial en la ciudad es crítica, eso incluye a quienes conducen vehículos y también a los peatones.
“La situación con los peatones es bastante difícil, y aunque nos han capacitado y sabemos que en la vía debemos darle prioridad siempre a la gente, hay sectores críticos. Mi recomendación es: hay cebras, caminen hasta esas zonas que son las vías del peatón, eso es inteligencia vial”, indicó el conductor de vehículos tipo padrón, y quien también ha estado al volante de buses y busetas del Transporte Público Colectivo (TPC) y, de servicios escolar y especial.
“Hay situaciones que empeoran todo, por ejemplo, en la avenida hay unos matorrales que están altos y fuera del andén, y crean lo que nosotros llamamos “efecto cortina” porque vamos pasando y no sabemos quién se puede atravesar por el matorral, hay gente que cruza y no se da cuenta que viene el bus. Pero ya sabemos que por esas partes vamos a 20 - 25 kilómetros por hora, que es una velocidad moderada. Pero es crítico”, expuso Jackson.
Pese a que muchos peatones aún siguen ignorando las cebras y los semáforos peatonales, el conductor de Transcaribe aseguró que sí ha visto una leve mejoría, que podría estar ligada a la implementación del sistema y a las campañas de educación vial de la autoridad de tránsito. “La gente en Bazurto ha captado muy bien, y aunque sigue siendo crítico, se nota que la gente está aprendiendo”.
El Universal recorrió a bordo de Transcaribe y captó aquellos comportamiento de peatones que invitamos a no repetir en la vía, por su seguridad, la de sus acompañantes y la de los usuarios del sistema.
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