Dice la comunidad de la Urbanización Luis Carlos Galán, suroccidente de la ciudad, que la Administración Distrital de Cartagena ha sido permisiva con una persona de nombre Enrique Botero, que desde hace bastante se está atribuyendo la propiedad sobre un predio que pertenece a la comunidad de ese barrio.
El hombre, ajeno a esta comunidad, ha estado haciéndole el quite a la autoridad y perjudicando con su acción desobligante a los residentes de Galán.
Los residentes afectados aseguran que este caso es de conocimiento de la Alcaldía Menor de la Localidad Industrial de la Bahía, que no ha procedido de manera determinante frente a la situación, permitiendo que el problema crezca.
PRECEDENTES
Botero vive arrendado en una vivienda del barrio de enfrente (Cooperativo), cedida en alquiler por un señor de apellido Morantes, y hace más de dos años empezó instalando en la parte posterior de la Manzana I de la Primera Etapa de Luis Carlos Galán, una mesa con sillas empotradas en el suelo para venta de perros.
“Ya tiene levantada una construcción, y le dijo a alguien que va a montar allí una cantina, pero su intención seguramente es quedarse a vivir allí”, comentó un habitante.
Como lo muestran las imágenes que acompañan este reporte, la avanzada construcción está hecha en ladrillo, y la comunidad está molesta con este tema, pues para ellos tiene nombre propio: una invasión en un espacio público que es de la comunidad de Galán.
“El señor Enrique Botero está construyendo en un terreno declarado hace mucho tiempo como zona de alto riesgo”, anota otro quejoso.
Recuerdan que cuando fueron construidas las últimas casas de la Manzana I, hace más de 15 años, se trató de edificar otras viviendas en ese mismo sector, pero el Distrito se abstuvo de hacerlo porque es un terreno de fácil deslizamiento, es decir, de riesgo inminente.
ESTÍMULO PARA OTROS INVASORES
Uno de los temores con este tema es que la acción de Enrique Botero atraiga a otras personas a invadir en el mismo terreno, pues ya hay asomos de “extraños que han estado preguntando si el terreno tiene dueño, y han dejado entrever su interés, y eso lo dice todo”.
Cuentan los vecinos que si el Distrito permite esta invasión, sus casas se verían afectadas, porque debilitaría los cimientos de sus viviendas, con las consecuencias que esto genera.
Recuerdan que en el pasado no lejano, hace 2 o 3 años, hubo un problema grande de invasión con este predio, en el que varias personas usurparon el terreno y empezaron a lotearlo y desenglobarlo a su manera.
En ese entonces la Alcaldía Local 3 intervino y con Policía y Esmad expulsaron a todos los invasores.
SUPUESTO TÍTULO
Las pocas veces que funcionarios del Distrito han llegado al predio invadido a verificar la situación, Botero ha mostrado un supuesto título de compraventa suscrito con una persona que nadie conoce en el barrio.
Un miembro de la Junta de Acción Comunal de Galán contó que la última vez que el señor Botero fue abordado por funcionarios del Distrito en el sitio de la invasión, se llegó al compromiso de que él y delegados del organismo comunitario, y un funcionario de la Alcaldía Menor, se presentarían en la Inspección de Policía de la zona, para dirimir este asunto, pero Botero faltó a la cita.
Después de eso, el hombre se apresuró a construir y ya tiene levantada una especie de habitación pequeña, respecto a lo cual la comunidad espera que el Distrito implante su autoridad de manera definitiva.
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