El lunes rota el pico y placa para particulares. La medida decretada en septiembre del año pasado restringe la circulación de estos vehículos de lunes a viernes, de 7 a. m. a 7 p. m. y los sábados de 7 a. m. a 3 p. m.
El turno de la doble restricción (miércoles y sábado) en los próximos tres meses es para las placas terminadas en 1 y 2. Los otros días quedan así: el lunes le corresponde a las placas que terminan en 7 y 8; el martes a 9 y 0; el jueves a 3 y 4 y el viernes a 5 y 6.
La medida no aplica en las vías internas de los barrios sino en las principales y puntos de alta congestión vehicular, como la avenida Pedro de Heredia, Troncal de Occidente, avenida Santander (del Túnel de Crespo al Hotel Decamerón), avenida San Martín en Bocagrande (del antiguo Blockbuster a la antigua Glorieta Santander), avenidas Blas de Lezo y Pedro Romero, Carrera 30 en La Esperanza; Diagonal 32 (desde el CAI de Olaya a Bomba Terpel de Ternera), Carrera 71 (desde el colegio Biffi a Biblioteca Jorge Artel), avenidas Rafael Núñez y Luis Carlos López, Calle 30 de Pie del Cerro, avenidas del Consulado y del Lago, Corredor de Carga, avenida Crisanto Luque, Puente Román y el Centro Histórico.
Seguirá hasta que avance la chatarrización
Ante la petición del Concejo Distrital de considerar levantar el pico y placa de los sábados, en abril pasado Edilberto Mendoza Góez, director del Departamento Administrativo de Tránsito y Transporte (DATT), aseguró a este medio que la medida se desmontará gradualmente porque es provisional.
“Debemos esperar la desintegración de los buses y busetas del Transporte Público Colectivo (TPC) para que se despejen las vías poco a poco (...) el objetivo de esta medida, además de mejorar la movilidad, es estimular el uso del masivo”, dijo el funcionario.
Lo anterior deja ver que la restricción hasta los sábados no se levantará pronto pues la chatarrización está atrasada. Hace semanas se reportó que la desintegración de los vehículos del TPC está inmóvil y que solo 450 carros han salido de circulación, cuando la meta del año pasado era de 700.
Quienes sean sorprendidos violando la norma se exponen a una multa equivalente a 15 salarios mínimos legales diarios vigentes (alrededor de 368 mil pesos) y a la inmovilización del vehículo y los gastos que esto acarrea.
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