A raíz de la muerte de una persona de la tercera edad en el tramo del anillo vial correspondiente al corregimiento La Boquilla, los nativos llamaron la atención de las autoridades respecto al peligro que, según ellos, les representa esta vía. (Lea aquí: La muerte se encontró a Juan Amor bien temprano en el Anillo Vial)
De acuerdo con Roberto Carlos Cásseres, líder comunal de la zona, desde que se construyó el anillo vial la dinámica socio-económica de la población cambió, puesto que muchos pescadores, quienes vivían cerca de la Ciénaga de la Virgen, quedaron separados de ella, además de que la obra secó los grandes cuerpos de agua que rodeaban al pueblo y exterminó los manglares.
Esto último ha provocado que muchas familias invadan las orillas de la anillo vial (pero especialmente los manglares que están pegados a la zona) para, según Cáceres, continuar con sus faenas de pesca.
En estos momentos hay 180 familias viviendo entre los manglares, mientras unas 70 han levantado viviendas en la orilla que corresponde a La Boquilla.
“Otro factor -señaló Cáceres- que está provocando la accidentalidad consiste en que esas familias carecen de alcantarillado, por lo cual deben cruzar hacia los manglares a hacer sus necesidades”.
Asimismo, indicó que, desde que la vía comenzó a funcionar, el corregimiento ha puesto 17 muertos, entre niños y adultos, como consecuencia de las altas velocidades que traen los vehículos en ambos sentidos.
Para reducir la accidentalidad, el gestor cívico cree que deben intarlarse más señalizaciones, reductores de velocidad, crear espacios peatonales y puentes subterráneos para que los pescadores crucen más fácilmente hacia la ciénaga.
“Lo que nos preocupa es que ese índice de accidentalidad se está dando cuando apenas tenemos una sola vía. ¿Cómo será cuando se construya la nueva calzada que están anunciando”, se preguntó.
Igualmente, agregó que la firma Consorcio Vía al Mar, constructora del anillo vial, “solo ha puesto una ambulancia para socorrer los percances, pero nosotros lo que queremos es que no haya más accidentes. De manera que esa ambulancia nos sirve de poco”.
El trabajador comunitario recordó que hace 20 días los nativos se reunieron con el alcalde de Cartagena, Dionisio Vélez Trujillo, para exponerle los problemas del corregimiento, tema que seguirían tratando el pasado 14 de octubre, “pero él no ha vuelto a darnos la cara, precisamente ahora cuando queremos hablarle del anillo vial”.
Fernando Rivera, coordinador jurídico del Consorcio Vía al Mar, explicó que los reductores de velocidad aumentarían la accidentalidad en vez de reducirla, “puesto que los conductores manejarían más rápido para no sentir los reductores; o es posible que pierdan el control de sus carros”.
Señaló que la empresa tienen pensado instalar señales virtuales, “que son tan efectivas como las físicas y ofrecen menos peligro”.
En cuanto a los túneles que proponen los pescadores, indicó que “es muy difícil construirlos por el nivel freático de la ciénaga, lo que los mantendría húmedos o inundados siempre”.
Por último, expresó que mientras se instalan las señales virtuales, “lo mejor es que la Policía de Carreteras se mantenga haciendo operativos, que ayudarían a nuestras campañas por el buen uso de la vía”.
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