La Asociación Defensora de Animales de Cartagena denunció que el caballo cochero que se cayó el pasado sábado en el Centro Histórico, fue devuelto a su propietario sin seguir el procedimiento correspondiente en pro del bienestar del animal.
Según los animalistas, el caballo no tenía las herraduras adecuadas sino varillas de construcción y que la Policía Ambiental se encargó de hacer la incautación, sin embargo, fue devuelto a su dueño antes de ser ingresado al parqueadero de la Guardia Ambiental, en el parque Espíritu del Manglar, donde queda bajo custodia del Distrito para luego entregarlo a las entidades protectoras de animales.
“El subintendente que se encargó del caso entregó el caballo al cochero bajo la advertencia que cambie las herraduras y dejarlo descansar durante una semana sin tener el conocimiento, sin ser veterinario y sin ser herrero. Él no tiene la competencia ni jurídica ni médica para tomar tal decisión”, señaló María Victoria de Zubiría, vicepresidenta de la fundación Ángeles con Patas.
Los animalistas indicaron que el equino debió ser puesto a disposición de la Umata para su custodia hasta tanto se realizara la investigación pertinente para determinar si hubo maltrato animal. Con videos y fotografías muestran el estado deteriorado de los cascos del caballo y algunas heridas que presenta en otras partes del cuerpo.
“No se debió proceder a entregar al animal como si nada hubiese pasado cuando hay pruebas evidentes de que hubo maltrato. Uno de los numerales de la Ley 84 de 1989 'Estatuto Nacional de Protección Animal', señala que son hechos dañinos y de crueldad emplearlos para el trabajo cuando por cualquier motivo no se hallen en estado físico adecuado. Entonces cómo es posible que viendo estas evidencias tan contundentes el policía ambiental, que es quien tiene la responsabilidad de velar por el bienestar del caballo, cometa esta violación a la ley”, indicó el abogado Juan Carlos Cárcamo.
Asimismo afirmó que interpusieron una denuncia disciplinaria contra el subintendente Adrián Ardila. “Esa fue una acción ilegal e irregular de parte del uniformado”, agregó Cárcamo.
María Bonfante, en nombre de los ciudadanos expresó: “Estamos indignados con el proceder de las entidades distritales como son la Umata, El Datt y la Alcaldía de Cartagena. Se vanaglorian anunciando públicamente que están ejerciendo un estricto control de los caballos cocheros, pero esta acción ocurrida el sábado demuestra una vez más que no hay tal control. El hecho de que el caballo tenga en vez de herraduras varillas de construcción demuestra negligencia. Repudiamos la indolencia, la crueldad y el maltrato que está existiendo en Cartagena no solamente con los caballos cocheros sino también con el resto de los animales. Queremos que la Alcaldía se ponga al frente de esta situación”.
ES UN MONTAJE: COCHEROS
Por su parte, Julio Martínez, presidente de la Asociación de Cocheros de Cartagena, señaló que las patas mostradas por los animalistas no corresponden a las del caballo del incidente del sábado.
“El caballo se resbaló al pasar por una señal de tránsito delineada con pintura ace
itosa, pero se levantó inmediatamente. Una de esas señoras que están detrás de los coches las 24 horas del día llamó a la Policía. El animal fue llevado a la Guardia Ambiental y allá fue examinado por un veterinario, quien dijo que estaba en buen estado y que había que curarle las heridas que se hizo en el muslo y en una de las patas delanteras”, afirmó Martínez. Con relación a las herraduras, dijo que no eran de varillas de construcción y que todos los materiales utilizados son adquiridos en sitios especializados.
“Ellos hacen un montaje, esas patas son de otro caballo que tiene patas amarillas. Es una persecución, un montaje con el fin de desprestigiar el gremio. Nosotros estamos muy comprometidos con el bienestar de los caballos. Están desprestigiaron nuestra imagen”, agregó.
HABLA LA POLICÍA
La Policía señaló que el caballo fue devuelto luego de ser revisado por personal de Guardia Ambiental, quienes determinaron que al animal debían cambiarle las herraduras -que se habían desajustado con la caída- y sanar las heridas que sufrió.
Este medio intentó comunicarse con el Roberto Ortíz, coordinador de la Guardia Ambiental, pero no fue posible.
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