Amaury Julio dice que detrás de denuncias está Payares

El único responsable de que la revista Dinero haya armado un escándalo, explica el gerente de Corvivienda, Amaury Julio, en torno a su viaje a Miami, es el arquitecto contratista Haroldo ‘el Goyo’ Payares”.
En un almuerzo en Coral Gables (Miami), Julio coincidió con Luis Cárdenas y Saúl Campanella, involucrados en el carrusel de las contrataciones de los hermanos Iván y Samuel Moreno Rojas, algo que no niega, pero con los que nunca habló de contratos ni eran invitados suyos, sino conocidos del ingeniero cartagenero Dionisio Barrios, con quien el funcionario se encontró durante su estancia en Miami.
Amaury Julio dice que el arquitecto Payares “respira un odio malsano” y quiere pasar la cuenta de cobro porque la entidad ha frenado sus pretensiones, quien demandó exigiendo una indemnización millonaria luego de haber sido desvinculado de tres proyectos de vivienda que fueron declarados en siniestro por el Gobierno cuando él (Payares) tenía la responsabildid de construirlos.
“Veo lo de la revista Dinero como un ejercicio triste de la función pública. El ejercicio que estamos haciendo desde el gobierno local que encabeza Campo Elías Terán quiere ser cobrado con situaciones como ésta. Nosotros solo estamos siguiendo las directrices del alcalde, con transparencia en lo público, pero ésta es la cuota que toca pagar”, dijo Julio, preocupado por lo publicado.
La demanda
Según Amaury Julio, “la publicación de Dinero tiene origen en el arquitecto Haroldo ‘el Goyo’ Payares, que por muchos años fue contratista de la entidad, con una historia que muestra proyectos no finalizados, dineros  perdidos y sanciones para Corvivienda por malos contratos que se habían firmado con él”.
El funcionario dice que “muchas personas en la ciudad han escuchado que ‘el Goyo’ Payares ha hecho declaraciones injuriosas en contra mía”.
Explica que todo empezó en enero de este año cuando fue notificado de una demanda de Payares contra Corvivienda por 3 mil millones de pesos.
“Él (Payares) esperaba que por haber estado en la campaña del alcalde, yo como gerente de Corvivienda debía prestarme para sus intereses malsanos de esquilmar los recursos del Estado, algo que por principio y por instrucciones del alcalde no podíamos permitir”.
La llamada
El funcionario dice que el odio de Payares se gesta a partir de una llamada.
“Recibí una llamada de Payares una vez notificado de la  demanda contra Corvivienda, a lo que solo alcancé a decirle que siendo yo su contraparte, no podía atenderlo para hablar de ese proceso. Cuando insiste en hablarme yo le cuelgo”.
“Contraté una abogada externa y junto con la mejor abogada de la entidad logramos una respuesta contundente que hemos dado a la demanda del ‘Goyo’ Payares’, que no va a permitir que éste siga usufructuando unos dineros que son de las personas más pobres de la ciudad”.
A partir de ahí, Julio considera que Payares inicia una campaña de desprestigio contra él.
“Este arquitecto empezó a anunciar a todas las personas que me conocen, que me dijeran sus intenciones de ‘joderme’; le dijo a Óscar Brieva, a Pío Mayo y en presencia del músico Francisco Zumaqué, que no descansará hasta ‘joderme’”, reafirma Julio.
Lo enloda
Sobre la vinculación de Payares con la reunión de Miami, en donde al parecer Julio sostuvo conversaciones sobre proyectos de vivienda, construcción de vías y otras contrataciones con tres personas vinculadas al escándalo del Carrusel de los Moreno, en Bogotá, el funcionario lo explica así:
“Yo no digo que no he estado en Miami, claro que sí, estuve con mi esposa, con tiquetes pagados por mí, residenciado no en un hotel, sino en casa de mi hermano Javier Julio, que vive en Miami, en Kendall, allí coincido con Dionisio Barrios, ingeniero conocido mío”.
“La revista menciona que una persona escuchó la conversación del almuerzo que sostuve con Barrios al día siguiente de mi llegada, en Coral Gables, y otras tres personas más; pero después de ese almuerzo yo no vuelvo a ver a Dionisio (Barrios). Nos encontramos acá en Cartagena después, y da la coincidencia que el ingeniero Barrios tiene oficinas en Cartagena, donde Payares tiene un negocio en el primer piso de la Sociedad de Ingenieros, ahí coinciden ellos dos”, describe Amaury Julio.
“De manera que el comensal industrial costeño al que se refiere la revisa Dinero, realmente pienso que estaba en Cartagena, no al lado de nuestra mesa en Coral Gables, y fue en Cartagena en donde se entera que yo estuve en Miami y conoce que habíamos estado almorzando con Saúl Campanella y la otra persona”, dice el funcionario.
Julio cree que Payares llevó hechos inciertos a Dinero.
“Fui a Coral Gables con Barrios porque la ciudad nos representaba importancia, porque es hermana de Cartagena, con un monumento a Las Botas Viejas, y terminamos almorzando en aquella terraza, allí llegó una persona de Cartagena que yo no conozco, pero Barrios sí, una persona que estudió en la misma universidad que yo, y empezamos a hablar; él llegó acompañado de otra persona, que de ninguna manera era  Tapias, ni se parece a Tapias (Emilio Tapias, vinculado también al Carrusel de las Contrataciones de los Moreno), de Barranquilla, relacionada con el negocio de saldos o ropa”, relata Julio.
Quince minutos después llegó la otra persona amiga de ésta y se sentó en la misma mesa.
“No he podido entender si alguien se sienta a tu mesa, hay que preguntarle dónde han sido mencionados, eso yo no le he hecho nunca, menos en un país extranjero con alguien de mi nacionalidad, no alcancé a preguntarles dónde habían sido mencionados”.
“Dinero me dijo que tenía una foto de ese almuerzo en la que yo está hablando de contratar 12 mil viviendas,  entonces yo le dije al periodista que es un absurdo porque la foto no habla; me dijeron que tenían una grabación, le dije que la publicara porque la conversación que yo tuve no tiene nada que no pueda ser publicado, que lo autorizaba por notaria, porque yo solo hable de béisbol, y otros temas”, dijo el funcionario.
El Universal trató de comunicarse con el arquitecto Payares ayer viernes pero no fue posible.
3 mil millones
El Gerente de Corvivienda dice que “Payares pretende una suma cercana a los 3 mil millones de pesos, de forma absurda y descabellada porque todo se origina en el incumplimiento de sus obligaciones como contratistas de tres proyectos siniestrados, lo que ha perjudicado a la población cartagenera”.
El funcionario dice que se trata de los proyectos de vivienda ‘Huellas Alberto Uribe’, ‘Ciudadela Primero de Agosto’ y ‘Realidad de mis Sueños’; en donde la firma Fenavip, que es la Federación Nacional de Vivienda Popular, gerenciada por Payares, recibió subsidios por el orden de los 2.500 millones de pesos, y el 70 % del valor de esos subsidios fueron girados y cobrados por la entidadpero en el año 2007, el Ministerio de Vivienda termina decretando el incumplimiento de esos contratos, es decir se convirtieron en ‘proyectos siniestrados’.