Angelino Garzón no se puede ir del gobierno porque no es parte de él

El distanciamiento que se ha presentado en los últimos días entre el presidente de la República, Juan Manuel Santos, y su vicepresidente, Angelino Garzón, hacen pensar a muchos en una posible salida de Angelino Garzón del Gobierno.
Sin embargo, esa situación no se podrá presentar ya que como lo explica el politólogo Alejo Vargas, “el vicepresidente no es parte del Gobierno y eso hay que diferenciarlo”.
“El Gobierno lo forman los ministros que son empleados del presidente, el vicepresidente no es empleado del presidente, sino es la figura que constitucionalmente está establecida para que si el Primer Mandatario por cualquier circunstancia falta, bien sea de manera temporal o definitiva, el vicepresidente asuma como Presidente, por lo tanto eso tienen otra connotación distinta”, explica Vargas.
Cualquier rumor que se produzca sobre una posible salida de Angelino Garzón queda descartada de hecho, añade Vargas, para quien el mayor problema que se podría presentar sería un distanciamiento entre Santos y Garzón.
“Si las diferencias entre Santos y Garzón se agudizan no pasaría nada porque Angelino fue elegido por los mismos nueve millones que eligieron a Santos, no habría nada que hacer, simplemente se podrían distanciar personalmente pero él sigue siendo el vicepresidente hasta tanto no renuncie y a él no lo puede destituir nadie”, explica Vargas.
“Obviamente que en cualquier Gobierno el presidente quisiera, y es entendible, que el vicepresidente tuviera opiniones concordantes con el Gobierno pero ha habido muchos casos en los que presidente es de opiniones muy distintas a las del vicepresidente. Incluso hay ocasiones en que son de partidos distintos”, añade el politólogo.
Un ejemplo de esto último es el de Paraguay donde el presidente Lugo tiene un vicepresidente que es del Partido Liberal y él (Lugo) es de un partido de izquierda. Ese mismo era el caso de Lula quien él era del PP de Brasil y el vicepresidente del Partido Frente Nacional, partido de derecha.
“Ahí lo que es entendible es que el presidente prefiriera que una figura tan importante como el vicepresidente, en asuntos que tuvieran que ver con políticas del Gobierno, consultara primero la opinión con el presidente o la planteara al interior del gobierno”, explica Vargas.
El también politólogo Freddy Cante afirma por su parte que “en términos generales es una lección para mirar que los gobiernos no son monolíticos y que al interior de ellos existen diferencias”.
Cante descarta que se puedan presentar problemas de gobernabilidad en el futuro “porque los enfrentamientos son sanos para la democracia. Creo que mal que bien el enfrentamiento entre Santos y Garzón fue provechosos porque justamente dio cabida a que se abriera el debate sobre qué tan objetivo es el índice de pobreza que ha diseñado Planeación Nacional”.
“Hay un vacío en la Constitución porque ésta no precisó las funciones del vicepresidente. Entonces depende mucho de cada caso, hay algunos vices que han usado el cargo como embajadores por ejemplo, es parte de algo que debería precisarse muy bien por vía de la ley”, concluyó Alejo Vargas.