Así verá el presidente Santos la gestión de sus ministros

El presidente de la República, Juan Manuel Santos convocó este lunes a sus 15 ministros a la Hacienda Hato Grande, donde cada uno deberá mostrar los resultados de su gestión. Más allá de un desayuno protocolario de trabajo, este podría ser el primer campanazo para un posible 'revolcón ministerial'.
Este gabinete no solo ha tenido que impulsar la política del Gobierno, además tuvo que enfrentarse a múltiples situaciones coyunturales.
La rendición de cuentas empezará por la cartera de Relaciones Exteriores, luego de que en noviembre del 2012 Colombia sufrió el fallo adverso de la Corte Internacional de Justicia de La Haya que le quitó al país cerca de 75 mil kilómetros de mar territorial y llevó a la canciller María Ángela Holguín a entregar explicaciones al Congreso y la opinión pública.
Otra consecuencia de la decisión del tribunal fue la discusión que se generó entre el actual mandatario de los colombianos y su antecesor Álvaro Uribe.
El panorama para la ministra de Justicia, Ruth Stella Correa tampoco ha sido fácil, pues recién llegada a su puesto tuvo que enfrentar un paro judicial que se prolongó 55 días. Los manifestantes agremiados en Asonal Judicial aducían la nivelación salarial que se les había prometido desde la creación de la Constitución de 1991. Tras una larga prolongada negociación el paro llegó a su fin.
Por otro lado, el Ministerio de Defensa, a cargo de Juan Carlos Pinzón, afrontó el secuestro de un periodista extranjero, Romeo Langloise, quien estaba participando en una operación militar para hacer un documental. El secuestro se prolongó por más de un mes.
Así mismo, el Ministerio del Interior tuvo que volver a tender lazos entre el Gobierno y el Congreso luego de la fallida reforma a la Justicia. Tal vez, el problema más grande que tuvo que enfrentar fue el ultimátum indígena que se dio en el Cauca cuando los aborígenes exigieron a la fuerza pública y a la guerrilla abandonar sus territorios.
El Ministerio de Hacienda tuvo que enfrentarse al Congreso en pleno en la aprobación de la reforma a las regalías y en la aprobación de la reforma tributaria. Allí, tanto Ejecutivo como Legislativo trabajaron para lograr lo que el presidente calificó como “la reforma más progresista que hasta el momento se ha aprobado”.
Otra jefe de cartera que ha sufrido los embates de la coyuntura fue la ministra de Educación, Maria Fernanda Campo, quien tuvo que enfrentar la protesta estudiantil que logró reversar la reforma a la Ley 30 que estaba impulsando el Gobierno en el Congreso. Campo ha acompañado a Santos desde el principio del mandato y resistió al revolcón ministerial del 2012.
No se debe olvidar la coyuntura que involucró a los ministros de Trabajo, Rafael Pardo, Agricultura, Juan Camilo Restrepo, Transporte, Cecilia Álvarez y Interior, Fernando Carrillo en el llamado paro cafetero, al que se le sumaron los transportadores y que paralizó las vías del país durante 11 días.
Por último está el Ministerio de Vivienda, que lidera Germán Vargas, que si bien no se tuvo que enfrentar a la emergencia de la ola invernal, que afectó a los colombianos entre el 2010 y el 2011, ha sido ampliamente cuestionado debido al programa que entregará 100 mil viviendas gratuitas a los más pobres de Colombia. Muchos sostienen que el programa no es otra cosa que una plataforma electoral.
ANTECEDENTE
No se puede olvidar que en agosto del 2012 fue noticia el revolcón en el gabinete. Todos los ministros le pasaron al mandatario la renuncia protocolaria, en ese momento sonaba un cambio total, que no se dio.
La decisión se dio luego de la aprobación y el hundimiento de la fallida reforma constitucional a la justicia. Allí se vieron involucrados el entonces ministro del Interior, hoy ministro de Minas, Federico Renjifo y el anterior ministro de Justicia, Juan Carlos Esguerra, este último jefe de cartera renunció luego del escándalo.
Tras el bochornoso episodio que enfrentó al Gobierno y al Congreso llegaron nuevos ministros que en palabras del presidente debían ponerse las botas para enfrentar los problemas de las regiones.
Fernando Carrillo encabezó el ministerio del Interior; Federico Renjifo, quien ocupaba esa cartera pasó a la de Minas; Ruth Stella Correa ingresó al gabinete como ministra de Justicia, Mauricio Cárdenas tomó la de Hacienda; Juan Gabriel Uribe la de Ambiente; Cecilia Álvarez la de Transporte y Alejandro Gaviria la de Salud.
Con este llamado presidencial, los ministros volverán a rendir cuentas sobre los avances de sus carteras.
LA GESTIÓN DE LOS MINISTROS
El director de la Facultad de Ciencia Política de la Universidad de la Sabana, Iván Garzón asegura que a pesar de los cambios, la composición del gabinete sigue siendo similar a la anterior, “lo que ha dificultado una comunicación más efectiva con las regiones. Esta gente tiene experiencia de anteriores Gobiernos, pero la mayoría son bogotanos y Uniandinos”.
Para el académico, las carteras de Salud y de Trabajo que ya comenzaron a socializar las reformas al sistema de salud y pensional,“la impresión que da es que esa socialización está centralizada”.
“Diría que es recomendable que el Gobierno muestre una mayor sensibilidad con los temas sociales, me parece que el tema del paro cafetero es una señal de alerta muy notoria sobre la dificultad social que va a enfrentar el Gobierno en lo que queda y me parece que si hay una mayor sensibilidad en lo social va a haber más conexión entre los ministerios y la gente. En ese punto el Gobierno se raja claramente”, precisó.
El representante a la Cámara de la Comisión Primera, Alfredo Bocanegra, quien hace parte del Partido Conservador, aseguró que el ministro de Agricultura es quién tiene la peor gestión en el Gobierno, pues “él no es alguien nuevo en el Gabinete. Sometió al Presidente a un paro muy prolongado con zonas sitiadas y problemas humanitarios. Él no tiene habilidad en prever las situaciones que se avecinan. Tuvo tres años para concertar y transmitir las políticas del Gobierno y no pudo. Restrepo no debería continuar”.
Además advirtió que el ministro del Interior, pese a que ha hecho un buen trabajo recomponiendo las relaciones perdidas entre el Ejecutivo y el Legislativo, tiene que enfrentarse al Congreso en un año preelectoral”.
A su turno, el senador Juan Carlos Vélez sólo rescata la gestión de los ministros de Tecnologías de Información y Comunicación (TIC´s), Diego Molano; de Salud; Alejandro Gaviria y de Comercio, Sergio Díaz-Granados, “el resto del gabinete se debería cambiar”.
Para el representante conservador Telésforo Pedraza, de la Comisión Segunda, todos los ministros han hecho un buen trabajo y han jugado un papel protagónico en las distintas coyunturas que han tenido que enfrentar.
“La canciller ha sido una mujer excelente ha sabido entender el momento que pasó Colombia, un gran talante el que demostró la jefe de la cartera, igual hay que destacar el trabajo de la ministra de Transporte que hizo un trabajo magnífico con el paro de las tractomulas”, puntualizó Pedraza.
Frente a la crisis del café, el parlamentario sostuvo que los problemas que enfrentó el ministro son resultado de gestiones anteriores. “La gente pretende que el ministro haga milagros y esas cosas no pasan en la vida real. Si hay personas que conocen el sector agrícola ese es Juan Camilo Restrepo”.
Y agregó que a los ministros no se les puede criticar por una coyuntura, más cuando hay personas “que quisieron sacar provecho político de las exigencias de diversos sectores del país”.
Para la representante del Partido Verde, Ángela María Robledo, la gestión de los ministros ha sido mediocre porque “se han dedicado a apagar incendios, no vemos en el gabinete una gestión coordinada”.
En ese sentido criticó la gestión de la ministra de Educación quién, según la parlamentaria, no ha hecho frente a la difícil situación por la que está atravesando la Universidad Nacional “donde más de 40 mil estudiantes están sin clase”.
Y agregó: “el ministro de Ambiente no ha enfrentado los efectos del cambio climático que afecta día a día a nuestro país, y la ministra de Cultura, Mariana Garcés, que tiene un compromiso muy importante con el posconflicto, pues para pasar de la guerra a la paz se necesita una profunda revolución cultural, tampoco la veo actuando”.
Por último, el senador liberal Luis Fernando Velasco dijo que el Gobierno tiene que revisar su estrategia para acercarse a las regiones. “Son personas empoderadas por ser amigos de personas cercanas al presidente y no porque tienen un compromiso político. Ese gabinete no termina jugándosela a fondo por los temas que tiene que jugársela”.
Así mismo, sostiene que este es un buen momento para que en Hato Grande los ministros rindan cuentas pero también “para que el Gobierno haga una reflexión sobre el grado de solidaridad que tienen los Ministerios con la gestión del presidente Santos”, dijo.
El parlamentario acusa al ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas de haber tomado la decisión en el alza de precios que desencadenó en el paro de transportadores de carga. “Él es en últimas el que maneja la política de precios de combustibles. Cárdenas puede decir que eso tiene una racionalidad técnica cuando sus motivos son políticos. En la reforma tributaria intentamos convencer al Gobierno de lo absurdo que resulta la política de los altos precios del combustible pero no se logró”.
El congresista advierte que si el ministro hubiera hecho caso a las sugerencias del legislativo al momento del trámite de la reforma tributaria “hubiera salido más barato para el país, porque en últimas no hubiera habido crisis”.
Pese a las críticas Velasco exalta el programa de las 100 mil viviendas y llama la atención para que el presidente tome las banderas de las reformas pensional y a la salud. “Si se la juega para que la salud deje de ser un negocio y se convierta, de nuevo en un servicio, ese argumento le da para que se reconecte con el país”.
Y agrega: “si es capaz de decir que Uribe se equivocó cuando era Presidente, con la reforma pensional, y cuando era senador con la reforma a la salud, estoy seguro de que se vuelve a conectar con el pueblo”.
Si bien la reunión del lunes en Hato Grande no puede llevar, necesariamente, a un cambio en el gabinete, sí es el primer toque de campana para que el Gobierno comience a desarrollar su agenda, situación que le ha acarreado bastantes críticas.