La aspiración a la Alcaldía de Cartagena de Carlos Díaz Redondo dejó de ser un rumor para convertirse en una realidad. Así lo demostró al inscribirse para obtener el aval del Partido Liberal y ser el candidato de esa colectividad en las elecciones del 30 de octubre.
A pesar de que los liberales ya habían cerrado el plazo para las inscripciones, la Dirección Nacional, a través de la resolución 2712 del 28 de junio de 2011, abrió nuevamente la convocatoria, entre el 29 de junio y el 1 de julio, lo que permitió la participación del exalcalde de la ciudad, Díaz Redondo, como precandidato.
Al aval Liberal para la candidatura a la Alcaldía, también aspira el exalcalde de la Localidad Histórica y del Caribe Norte, José Ricaurte, quien se había inscrito anteriormente, en el tiempo que señaló la colectividad.
Sobre la inscripción de Díaz Redondo, José Ricaurte expresó que aunque le parece extraño que se abran de repente unas inscripciones que ya se habían cerrado, respeta las decisiones de su colectividad, y agregó que su aspiración continúa.
Ricaurte agregó que pedía a las directivas del Partido implementar un mecanismo apropiado para elegir al candidato Liberal, que no vulnere sus derechos y les dé las garantías necesarias para el proceso, toda vez que ya no hay posibilidad de una consulta.
NO HAY INHABILIDAD
Sobre una presunta inhabilidad que tendría Carlos Díaz para aspirar a la Alcaldía, este le dijo a El Universal que se ha rumorado mucho sobre el tema por parte de algunos detractores de su iniciativa, que lo ven como una amenaza en este proceso electoral, pero que en realidad tiene luz verde para su candidatura.
Con relación a una inhabilidad para ejercer cargos públicos que le dio la Procuraduría hasta el 25 de noviembre de 2011, Carlos Díaz sostiene que es clara la fecha en que en que finaliza, lo que quiere decir que a partir del 26 de ese mismo mes podría ser Alcalde.
Finalmente, el precandidato agrega que teniendo en cuenta que la posesión del próximo mandatario de los cartageneros es en el 2012, la decisión de la Procuraduría no interfiere con su aspiración.
OTROS RUMORES
Todo parece indicar que el ‘fantasma’ de las inhabilidades va a rondar en las elecciones del 30 de octubre tanto en Cartagena como en Bolívar, ya que son varios los aspirantes que han sido señalados por rumores sobre esta situación.
En el Departamento se especuló sobre una supuesta inhabilidad del aspirante Liberal a la Gobernación de Bolívar Juan Carlos Gossaín, pero la decisión que tomó la Corte Constitucional de tumbar el contenido de la reforma política que impedía a quien hubiere estado como gobernador encargado, dos años antes de las elecciones, ser candidato, acabó con esos rumores.
Sobre la concejal de Cambio Radical, María del Socorro Bustamante, aspirante a la Alcaldía, también se especula sobre una supuesta inhabilidad, relacionada con el contenido de la Reforma Política y su decisión de renunciar al aval de su colectividad y recoger firmas para respaldar su candidatura.
Sobre esto, María del Socorro Bustamante aclara que los grupos significativos de ciudadanos carecen de personería jurídica, por lo que no incurriría en doble militancia ni habría tenido que renunciar a su curul 12 meses antes de la fecha de las elecciones, razones por que las que –dice- puede aspirar con ‘total confianza’.
Otro de los ‘señalados’ es Campo Elías Terán Dix, de quien se rumora una inhabilidad porque su esposa, Nereyda Humanes, fungió como funcionaria Distrital y no renunció a tiempo a su cargo.
Sobre el señalamiento, Campo Elías Terán afirma que Nereyda Humanes siempre se desempeñó como encargada en la dependencia de Protocolo del Distrito, toda vez que el cargo de Jefe de protocolo no existe en la Alcaldía de Cartagena.
“Su papel es de asistente (el de la esposa). Agrega que existe un fallo en torno al caso y no se contempla tal inhabilidad, además, ella no tiene ni ha tenido nunca las facultades para nombrar personal, ni firmar contratos. Su cargo es de asistente”.
Campo Terán agregó que hasta noviembre de 2010, su esposa sólo manejó una caja de menor cuantía para los gastos de la Oficina de Protocolo.
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