El ‘juego’ de las coaliciones

Hundido el referendo reeleccionista lo más probable es que ninguno de los candidatos tenga la fuerza suficiente para ganar en la primera vuelta. Sin el presidente Álvaro Uribe Vélez en el partidor presidencial, el panorama político muestra una gran diáspora de aspirantes de todos los matices y tendencias dispuestos a dar la pelea, al menos hasta la primera vuelta. Y es que hundido el referendo reeleccionista lo más probable es que ninguno de los actuales candidatos tenga la fuerza suficiente para ganar en esa primera vuelta. Así las cosas, es evidente que el juego de las coaliciones se va a imponer de cara a la segunda vuelta, y el resultado de las elecciones parlamentarias será determinante para definir las reglas de juego. “Ese resultado es el ‘case inicial’ para el juego de las coaliciones, es la manera de calibrar las fuerzas políticas de base”, considera el ex ministro Humberto De La Calle Lombana. De todas formas, observadores políticos sostienen que la verdadera campaña hacia la Presidencia arrancará el 14 de marzo, cuando se conozca el resultado de las elecciones congresionales y de las consultas internas de los partidos Conservador y Verde. A este último, según el ex alcalde Enrique Peñalosa, los resultados parlamentarios tampoco lo trasnochan. “Para nosotros -Peñalosa, Antanas Mockus y Lucho Garzón- lo más importante es crear un partido, alcanzar el umbral y dar ejemplo de una forma distinta de hacer política”. Santos y la coalición Alrededor del ex ministro Santos giraría la ‘gran coalición’ de La U, conservadores, Cambio Radical, liberales uribistas y sectores independientes “para asegurar el triunfo en primera vuelta”, según él mismo ha dicho. El problema es si dichos sectores respaldarían esa propuesta, y todo parece indicar que no estarían muy dispuestos. Veamos. Mientras Santos dice que Germán Vargas “es bienvenido a esta coalición”, el candidato de Cambio Radical responde que si el líder de La U “tiene tantas ganas de hacer coaliciones, aquí lo esperamos”. Vargas sostiene que lleva año y medio recorriendo el país y haciendo “propuestas concretas para solucionar los problemas más agudos”, y que el mandato que recibí de su colectividad es llevar a Cambio Radical a ganar la Presidencia. Sin embargo y pese a decir que no cree en alianzas mecánicas, pero va a mirar muy bien las afinidades que tengan los programas de otros candidatos con el suyo. “Aspiro a estar en la segunda vuelta y en ese momento buscaré una alianza con sectores con los que tenga una afinidad programática”. El candidato liberal Rafael Pardo tampoco está dispuesto. Su vocero, Aníbal Gaviria Correa, explica que en dos meses y medio que restan de campaña es difícil hacer coaliciones. “Esa posibilidad sólo se daría en caso de que algún partido resulte muy aporreado en las parlamentarias”. En ese sentido, la analista Claudia López ve “más probable” una alianza entre Cambio Radical y liberales que entre estos y La U “por la rivalidad personal que existe entre ellos y (Juan Manuel) Santos”. Los independientes también descartaron la ‘gran coalición’. Sergio Fajardo, además de confiar en un buen resultado en los comicios, insiste en que irá hasta el final. “Fajardo no tiene nada que perder porque aunque no tiene votos cautivos pero sí una imagen favorable muy alto”, destaca el politólogo Ancízar Marroquín. En esas circunstancias la ‘gran coalición uribista’ dependerá de quién gane la consulta conservadora. Y ahí está el otro dilema para Juan Manuel Santos. El dilema azul El Partido Conservador se jugará su suerte en las elecciones parlamentarias y en su Convención Nacional del 24 de marzo. Según le vaya en los comicios de la semana entrante impondría las condiciones para una posible coalición con Santos. “Es difícil que el conservatismo esté pensando en alianzas, pues si convocó una consulta, precisamente, es para ir con candidato propio a la primera vuelta. Lo contrario no se lo perdonaría el electorado”, asegura el catedrático Jorge Giraldo Ramírez. A ello se suma el cambio de actitud de ‘Uribito’, quien inicialmente aceptó aliarse con la U pero después de hablar con el presidente Uribe cambió de opinión: “Si hay coalición, que sea liderada por Andrés Felipe Arias y en nombre del Partido Conservador”. Para los analistas se trata de una estrategia electoral de cara a la consulta conservadora. “Si Arias no se muestra firme en su aspiración, tendrá un resultado negativo”, prevé el ex ministro De La Calle Lombana. Es sabido también que Noemí Sanín rechazó la coalición con Santos, pues confía en pasar a la segunda vuelta. Quiere decir que la alianza que propone Santos no tiene nada asegurado. Los entendidos, por otra parte, coinciden en que “nadie” quiere hacer coalición con el Polo Democrático: Germán Vargas y Juan Manuel Santos la descartaron desde un comienzo. Y está claro además que los independientes y los candidatos llamados ‘pequeños’ están decididos a hacerse contar. Pardo tampoco haría alianza con el Polo. “Un gran sector liberal no aceptará un acercamiento con el Polo, en caso de que las conversaciones apunten a que Petro sea el candidato”, afirma De La Calle. Los observadores prevén apenas tres posibles coaliciones: La U y el Partido Conservador; el Partido Liberal y Cambio Radical, y Fajardo con el Partido Verde. Claro, todas en segunda vuelta, y ahí es donde los candidatos ‘pequeños’ tendrán un mayor valor, pues aunque su caudal electoral no sea muy alto, podrían convertirse en el fiel de la balanza, es decir sus votos serían decisivos a la hora de elegir al nuevo Presidente de la República. Convención El Directorio Nacional Conservador programó para el 24 de marzo su Congreso Nacional en el que definirá el rumbo de la colectividad. Las dos terceras partes de sus más de 1.500 delegados inscritos deben aprobar si el candidato proclamado ese día puede hacer coalición para primera vuelta, o si el partido debe ir con candidato propio. En la Convención Conservadora tendrá mucho peso la opinión del ex presidente Andrés Pastrana, que descarta alianzas con otros partidos. Santos genera resistencias Las movidas políticas de los últimos días sugieren una posible fisura en la coalición uribista. Tras la derrota del referendo el Partido de Integración Nacional, PIN, le ofreció al ex senador Rodrigo Rivera Salazar, ser su candidato presidencial. El PIN aspira a ser la tercera fuerza electoral de la coalición uribista, pero no tiene su propio candidato a la Presidencia. Rivera ha dicho que sólo la semana entrante tomará una decisión, pero la analista Claudia López prevé que lo descartará “de plano”. “De aceptar, Rivera le quitaría puntos a Juan Manuel Santos, sin duda. Pero me resisto a creer que vaya a ser el candidato presidencial del partido más relacionado con la parapolítica y el narcotráfico”, dice la experta. Incluso, cobra cada vez más fuerza el rumor de que no todos los miembros de la U aceptan a Santos como su candidato presidencial. Además, en las últimas semanas se conocieron versiones sobre la supuesta ‘malquerencia’ de Uribe hacia Santos, quien las desmintió, y las atribuyó a estrategias de sus contradictores. Analistas políticos, por otra parte, dicen que una vez pase el ‘efecto teflón’ del presidente Uribe, comenzará a hacer mella en el uribismo la imagen negativa de Juan Manuel Santos.