Juan Fernando Cristo tuvo durante los últimos días una característica que les es muy ajena a los políticos, ser cauto. Poco o casi nada habló sobre su presidencia porque prefirió esperar a que fuera elegido en la tarde del 20 de julio por la plenaria del Senado como presidente de la corporación.
Pero de inmediato volvió a mostrar por qué es uno de los senadores con más reconocimiento en el Partido Liberal y en Norte de Santander, en donde de hace más de 30 años hace política, que aprendió de la mano de su padre, Jorge Cristo, a quien la guerrilla del ELN mató.
Y es precisamente ese tema, no la muerte, sino la reconciliación, el que le lleva a decir que esta legislatura será fundamental para construir desde el Congreso las leyes en las que se fundamentará la terminación del conflicto, en caso de firmar la paz con las Farc.
Cristo, además, como buen político, sostiene que las elecciones que vienen serán una verdadera revancha para el liberalismo, por lo que no duda que en marzo volverán a ser la fuerza mayoritaria en el Congreso.
LA PAZ TEMA PRINCIPAL
- - Habló usted que esta será la legislatura en que se podrá fundamentar los acuerdos de paz si se firma con las Farc. ¿Cómo será?
Lo más importante, por encima del paquete legislativo, va ser el papel que cumpla el Congreso en el proceso de paz de La Habana. Este periodo debe rematar la tarea que se hizo en los últimos tres años. Si algo destaca a este Congreso de la República es el compromiso con la paz y la reconciliación. Impulsamos la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras, expidió el Marco Jurídico para la Paz y debe rematar haciendo el desarrollo jurídico del mismo y las leyes que se requieran para implementar un eventual acuerdo del Gobierno y las Farc en La Habana. Nos debemos preparar para ello y estamos listos para contribuir con la paz.
- - ¿Cómo se preparará el Congreso para esa agenda de la paz?
Primero, que el Congreso, como lo ha hecho hasta ahora por medio de las comisiones de paz, contribuya a generar el clima a ser un puente entre la mesa de negociación y la ciudadanía alrededor de los puntos de la agenda. Lo segundo es presionar, de la mejor manera, a las Farc para que entiendan que tienen que meterle el acelerador a la negociación porque no se puede dejar pasar el momento de la paz que vive Colombia hoy y no se deben equivocar.
- - ¿Habla usted también de un plazo para firmar el acuerdo?
Confío en que se cumpla lo que se ha venido hablando y que antes de terminar octubre o comenzando noviembre, si hay voluntad de las Farc, se puede estar firmando un proceso de paz y al otro día ya el Congreso podrá estar debatiendo la ley estatutaria que se requiere para implementar los acuerdo.
- - ¿Le gustaría ir a La Habana a hablar con los negociadores de las Farc?
No tengo afán protagónico en ese tema. Si el Gobierno, en algún momento, considera conveniente que los partidos representados en el Congreso tengan un diálogo con la subversión, no tendría inconveniente, pero eso depende del presidente Santos.
- - ¿Un periodo legislativo que estará pasado por muchas leyes?
Este último periodo no será el de una agenda congestionada. Me parece bien que los colombianos se empiecen a acostumbrar a que no todos los años se puede medir al Congreso por el número de leyes que expida. Es equivocado, y en eso ha contribuido en parte el Congreso.
Veo que la ley ordinaria de salud será la más importante, y otras como el código penitenciario, la ley de infraestructura, el acuerdo de libre comercio con Corea, y vamos a esperar si se puede hacer un consenso con la ley que le permita a las minorías hacer coaliciones para las corporaciones públicas.
OTROS TEMAS - - ¿La reforma a la salud cómo la tramitará en la discusión en la plenaria?
El gran compromiso desde el punto de vista legislativo en este periodo es la ley de salud. Creo que tenemos una obligación moral con millones de pacientes en Colombia que están esperando un cambio sustancial al sistema de salud, la ley estatutaria aprobada en la legislatura anterior, fue un paso adecuado pero aún es insuficiente. La ley ordinaria es la que tiene que llevar a fijar la manera como los billonarios recursos que se dedican a la salud sean bien invertidos, controlados y lleguen a los pacientes. Vamos a hacer un debate tranquilo, sin afanes, con garantías para todos los protagonistas de la reforma a la salud por lo que vamos a convocar a la ciudadanía a expresar sus opiniones.
- - ¿Le caminará a la reforma pensional como lo pidió Simón Gaviria el presidente del Partido Liberal?
Veo que el Gobierno debe definir su agenda legislativa y los partidos tener su propia iniciativa. No veo en la agenda del Gobierno, hasta el momento, la reforma pensional; parecería que se tomó la decisión de aplazarlo hasta el próximo año. Desde el Partido Liberal vamos a mirar cuál es el paquete legislativo que vamos a liderar desde el Congreso.
- - La reforma al funcionamiento del Congreso está en mora. ¿Si la impulsará Usted?
El tema de la modernización del Congreso y la recuperación de su credibilidad frente a la opinión va más allá a unas reformas al reglamento. Las vamos a hacer. Le vamos a dar un empujón y se lo pediremos a las bancadas, pero no es suficiente. La recuperación de la credibilidad tiene que ver mucho más con la necesidad de abrir la institución más al control ciudadano, más transparencias en todos los procesos para evitar episodios como la reforma a la justicia. Además, el Congreso debe volver a ser el escenario de los grandes debates del país como debe ser, un espacio que ha ido ganando la academia y los medios de comunicación.
- - ¿Cómo garantizar que los debates sí se hagan y tengan una presencia permanente de los senadores?
Estamos en una etapa de inicio de campaña, una etapa en que el Congreso y los congresistas son más visibles, y por eso el Gobierno está más sujeto al control político, porque ya se empieza a evaluar y más con la posibilidad de la reelección del presidente Santos. Este será el plato fuerte, el de los debates políticos, el de evaluar al Gobierno. También debemos cumplir un papel en el escenario de la protesta social que se está presentando en Colombia, que no hay que estigmatizarlo ni convertirlo en la gran tragedia nacional pero si entender.
LA REVANCHA - - ¿Esta será la revancha del liberalismo al volver a la presidencia del Senado?
Contribuye a visibilizar el papel que ha jugado el liberalismo en la agenda progresista y reformista del presidente Santos. Nosotros, cuando ingresamos al Gobierno, nos impusimos tres trabajos fundamentales: sacar adelante la ley de víctimas, la ley de primer empleo y hacer viable un sistema pensional de los trabajadores independientes en Colombia. Se ha cumplido y el Gobierno se ha jugado en ello. Además, el partido para las elecciones de marzo no se podrá quedar simplemente con la bandera de la reelección del presidente Santos; es importante pero no suficiente. Debemos de tener una identidad propia y propuestas frente a los colombianos.
- - ¿Le pedirán al presidente Santos, si aspira a la reelección, que lo haga por el liberalismo?
Con total franqueza y crudeza, es una discusión irrelevante que no tiene trascendencia. Es un debate que no les interesa a los colombianos y tampoco debe interesar a los partidos. Lo importante es garantizar la continuidad de las políticas pública del presidente Santos.
- - ¿Cómo ve al partido en las elecciones de marzo?
No me cabe duda de que el partido será la primera fuerza política en el mes de marzo, que vamos a ganar las elecciones congresionales, pero lo debemos hacer con propuestas.
- - ¿Cómo ve al uribismo? ¿Sí le quitará votos al liberalismo?
A mí me encanta que Uribe encabece su propio movimiento político y que se presente al Congreso de la República. El uribismo representa una tendencia de la ultraderecha que no se puede desconocer y esa presencia de Uribe, así como la presencia de la extrema izquierda, en el caso de un éxito de la negociación y que comiencen a participar en la política sin las armas, enrriquecen el debate político.
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