Incierto el panorama para la oposición en Colombia

Con la llegada del conservatismo, las mayorías liberales y los de Cambio Radical al santismo, el panorama de la oposición se empezó a resquebrajar en el país. Conocidas las alianzas previas a la segunda vuelta, los nuevos interrogantes se refieren a cómo se conformaría la oposición al próximo gobierno. Incierto. Ese es el panorama de la oposición política en Colombia, tras las alianzas concretadas durante las semanas que le siguieron a la primera vuelta de elección presidencial. Después de la adhesión natural del Partido Conservador, que fue el primero de todos en anunciar su apoyo al santismo, el panorama de la oposición se empezó a resquebrajar con la huida de poco más del 80 por ciento de la bancada Liberal hacia el oficialismo. El partido rojo, que sostuvo un fuerte ejercicio de oposición durante los últimos ocho años, sacando a luz pública temas críticos como las víctimas del desplazamiento y las chuzadas del DAS, se ha ido hacia el bloque que lidera Juan Manuel Santos, cosa que los analistas consideran natural, si se contempla que apenas obtuvieron los votos necesarios para pasar el umbral y tener derecho a la reposición de votos, en las presidenciales. Esa situación es atípica para un partido acostumbrado a participar en el proceso burocrático propio del comienzo de cada gobierno. Si a esto se le suma que Germán Vargas Lleras anunció la semana anterior su adhesión a la candidatura de Santos, el resultado es que el único partido que quedaría en la oposición política en Colombia es el Polo Democrático. Eso, obviamente, en el caso de que los verdes pierdan la segunda vuelta y sigan manejando un discurso cercano a la alternatividad y no a la oposición política. Este es el panorama. Todo esto sin olvidar que el Partido de Integración Nacional (PIN), anunció que apoyaría a un candidato uribista, sin mencionar nombres. según las tendencias Para el analista Rafael Nieto, el cambio en la oposición debe analizarse también de acuerdo a lo que ocurrió el 14 de marzo pasado en las legislativas, cuando el uribismo se consolidó, de lejos, como la fuerza política predominante. Según el ex Viceministro de Justicia, la sumatoria de Cambio Radical, Partido Conservador y La U domina el Congreso, pero no contentos con eso, buscan ampliar más la mayoría, sumando el 70 u 80 por ciento de la bancada Liberal, lo cual explica lo ocurrido el 30 de mayo, durante la primera vuelta presidencial, cuando el Partido Liberal y el Polo tuvieron votaciones que sumadas no llegan al 14 por ciento y evidencian un debilitamiento de los sectores opositores. La posición del Partido Verde, ante esa circunstancia ha sido clara: en caso de no ganar las elecciones, el grupo del girasol no va a ejercer una oposición recia, pues como dice el politólogo Fernando Giraldo, las propuestas verdes distan de lo que propone Santos en la metodología, “pero no en el contenido”. El ex alcalde de Bogotá y copresidente Verde, Enrique Peñalosa, afirmó en días pasados que “se debe apoyar lo bueno de quien sea Presidente y criticar lo que no sea conveniente, sin caer en un ejercicio opositor envenenado”, con lo cual expresó que su partido no será una colectividad de ruptura. Ese pronunciamiento fue ratificado por el mismo candidato, Antanas Mockus, durante la campaña cuando ha expresado que “no son un partido de oposición sino una alternativa de poder”. Lo más cercano a plantear una oposición ocurrió en el más reciente debate de vicepresidentes, en el que la fórmula vicepresidencial de Mockus, Sergio Fajardo, dijo que los verdes harán labores de seguimiento a las actuaciones del Gobierno entrante. Con ello, para algunos analistas, se ratificó lo dicho por Gustavo Petro, en el sentido de que los verdes son “un complejo de tendencias diferentes que no logra ser alternativa real al proyecto uribista. “La bancada del Partido Verde es conservadora y la bancada del liberalismo, o muchas de sus opciones, va hacia el uribismo. Por lo tanto, yo creo que la única oposición que queda en Colombia es el Polo Democrático”, dijo cortantemente Petro. Oposición ciudadana Por su parte el analista Hernando Gómez Buendía afirma que para Colombia lo más conveniente será una oposición no desde las maquinarias unificadas bajo el gobierno de unidad nacional que ofrece Santos, “sino desde la cultura y la movilización organizada de la ciudadanía”. Además, expresó que el otro frente a explotar hacia futuro es el de los movimientos sociales de carácter popular, “en los que el Polo tiene tanto qué aportar y qué crecer; desde las universidades y los medios -donde puede primar el sentido de lo público-” especificó. Este pronunciamiento va de la mano con lo expresado por el senador del Polo Gustavo Petro, quien anunció en entrevista con Colprensa que el futuro próximo “implica una fuerte articulación del Polo con la construcción de movimientos sociales. De acuerdo con el también ex candidato presidencial, el impulso a las causas de las víctimas, la lucha contra la reforma laboral y el movimiento por el agua podrían lograr que el Polo “se renueve en función de dejar de ser un partido exclusivamente electoral”. Aliados con autonomía De otra parte, el politólogo de la Universidad Nacional Alejo Vargas expresó que en un gobierno de Santos la oposición sería “muy poca”, pero “lo que uno esperaría es que el Partido Liberal y también en parte Cambio Radical, como lo han dicho, no necesariamente den un apoyo incondicional a todas las iniciativas del gobierno, sino que tengan una mayor autonomía para apoyar o criticar iniciativas”. De todas formas, Vargas hizo la salvedad de que las coaliciones que hoy se materializan con miras a la segunda vuelta presidencial “no significan apoyos irrestrictos al candidato de La U en el marco de las actuaciones dentro del Congreso”. Lo que viene De acuerdo con Nieto Loayza, el porvenir del sistema de balances de la democracia en Colombia indica un fortalecimiento en términos de gobernabilidad para Santos. “El 70 ó 90 por ciento de la fuerza legislativa en Colombia se montó a apoyar la candidatura de Santos, sin contar los congresistas del PIN, lo que le permitirá, de ganar, aumentar la gobernabilidad en términos de legitimidad”. Por su parte, el senador liberal Edgar Artunduaga afirma en su blog que en un gobierno de La U, “la oposición quedaría reducida a su mínima expresión”. Por tal razón, sostiene que “vuelve a ponerse sobre el tapete la necesidad de establecer un estatuto de la oposición en Colombia”, iniciativa que fue anunciada por el Gobierno nacional paralela a la Reforma Política. No obstante esta no surgió como Acto Legislativo. Ante una eventual llegada Verde al poder, los analistas son sumamente reservados. Para Nieto, aunque es casi imposible que esa candidatura llegue al poder político en Colombia, un eventual gobierno Verde sería un desastre en términos de gobernabilidad”. De acuerdo con el ex Viceministro de Justicia “aún suponiendo que consiga el apoyo de las fuerzas como Cambio Radical, el Liberalismo y el Polo en el Congreso, necesita para ser mayoría al conservatismo o al Partido de La U para poder garantizar un margen decente de gobernabilidad”. Nieto no vacila en afirmar que en ese caso Mockus “la tendría dura”, más si se tiene en cuenta el hecho de que no habría una oposición fragmentada como pasa actualmente, sino que sería de carácter partidista, en lo cual muy seguramente jugaría un papel importante el entonces ex presidente Uribe. Apoyo político En conclusión, en términos de congreso la gobernabilidad de Santos pareciera estar asegurada. En cambio, “en términos de oposición hay que mirar quién va a hacerla”, dicen los analistas. Lo cierto es que si Juan Manuel Santos gana las elecciones, tendrá en su haber una coalición de Gobierno en la que, además del Partido de La U y el Conservador estará Cambio Radical y sectores significativos de los liberales. En total sumaría un apoyo cercano al 80 por ciento del total del legislativo, un apoyo político sin precedentes, con el que ni siquiera el presidente Uribe contó en ocho años de gobierno.