Los efectos del liberalismo de Santos parecen estar sintiéndose desde ya en el conservatismo, pues la bancada azul ha tenido que realizar varias reuniones con el mandatario para limar asperezas.
Que el Presidente de la República esté gobernado con ideas del Partido Liberal no es un secreto. Más bien, parecer ser una estrategia política de unificación acorde con el único factor común a la vista entre La U, Cambio Radical y el propio liberalismo: la presencia de militantes rojos en cada uno de ellos.
Las palabras del Presidente Juan Manuel Santos la semana anterior, declarándose como el Presidente del liberalismo sin dejar atrás sus preferencias por La U, dejan sobre la mesa en esta semana que inicia, una tarea pendiente de reacomodo entre los tres partidos y el conservatismo.
Por esa razón, el eslogan del Partido Liberal, “Ideas que gobiernan”, toma cada vez más fuerza, algo que parece no molestar a los integrantes de la Unidad Nacional, con excepción del conservatismo. Según la investigadora de la Universidad del Rosario Bibiana Clavijo, “al interior del Congreso se observan tres partidos muy fuertes con tendencias liberales. El Partido Liberal, Cambio Radical, que es una de sus disidencias, y el Partido de la U que finalmente logró acoger en sus filas a un gran número de liberales que se diferenciaban de su partido por el apoyo al expresidente Álvaro Uribe Vélez. Pero en el fondo, Juan Manuel Santos, tiene su origen en el Partido Liberal”.
Ese origen se vio reflejado el pasado miércoles cuando Santos dijo que el Partido Liberal "ha sido mi partido desde hace mucho tiempo", del que "nunca me he distanciado en las ideas". El discurso lo remató diciendo: "si ustedes me consideran su Presidente, yo los considero mi partido".
Para el analista político Enrique Serrano hay varias maneras de ser liberal. “Santos no pertenece a la versión social demócrata del Partido Liberal, viene de una tradición liberal que es diferente a esa opción de izquierda que tomó el movimiento en los últimos años”.
Serrano aclara que el hecho de que Santos tenga orígenes liberales no significa que pertenezca a esa colectividad, ya que “ser liberal es ser varias cosas, mucha gente ha sido del Partido Liberal pero no necesariamente liberal”. El mismo Presidente parece estar al tanto de la explicación de Serrano. Por eso aclaró en su cuenta de Twitter, que “compartir ideas de otros partidos no significa abandonar al que es y seguirá siendo mi partido, el partido de la U”.
El analista Alejo Vargas dice que no le ve mayor problema a las declaraciones que hizo el presidente Santos y considera que “simplemente el presidente reconoce lo que todo el mundo sabe y es que él, durante mucho tiempo, fue liberal y que además es de pensamiento liberal, pero igual sigue siendo de la U y eso no quiere decir que tenga sus raíces en el liberalismo”.
Unidad Nacional
Más allá de que no haya ningún secreto en que el Presidente comparta ideas liberales, lo que sí puede suceder es que esa simpatía pueda fraccionar a la Unidad Nacional. Por esa razón, Vargas considera que “a mediano plazo La U se puede terminar, porque es un partido de ocasión. La mayoría de ellos son liberales y pueden terminar volviendo al Partido Liberal”.
Para Vargas se puede producir una situación en el mediano plazo, que los partidos “se reacomoden y volvamos al bipartidismo, es una posibilidad que nunca hay que descartarla porque esa matriz de la política colombiana sigue teniendo mucho peso en la realidad”. Incluso, los efectos del liberalismo de Santos parecen estar sintiéndose desde ya en el conservatismo, pues la bancada azul ha tenido que realizar varias reuniones con el mandatario para limar asperezas.
Distancia conservadora
Luego de que en su último encuentro con el Presidente, los conservadores acordaran que seguirían apoyando al Gobierno, sorpresivamente se levantaron el pasado martes de la Comisión Primera de Cámara, cuando se procedía a votar la reforma al Código de Procedimiento Penal y Código de Infancia y Adolescencia. Enrique Serrano señala al respecto que “ya se ha demostrado que molesta un poco a los conservadores” el liberalismo de Santos.
No obstante, el presidente de la Cámara, Carlos Alberto Zuluaga, señala que “no tenemos ninguna preocupación, creemos que el presidente Santos es un hombre que viene del Partido Liberal, pero que es un integrante del Partido de La U y es un gran conciliador”. Zuluaga asegura que frente al liberalismo del mandatario “estamos totalmente tranquilos y creemos que es un hombre de una gran generosidad y amplitud en sus preceptos políticos”.
En el Partido de La U, el liberalismo de Santos no trasnocha a sus integrantes. Para el senador Roy Barreras las manifestaciones de aprecio del jefe de Estado a los liberales es “una amabilidad y nada más que eso” y advierte que “cualquier otro tema sería doble militancia”. Incluso, el Partido Verde apoya las ideas liberales de Santos. El representante y vocero de esa colectividad Alfonso Prada dice que “en esa filosofía convergemos muchos y por eso es que hemos apoyado una ley de víctimas y una serie de proyectos que mejora el funcionamiento del Estado y lo pone al servicio del ciudadano”.
Corazón dividido
Pero la política es dinámica y todo puede cambiar en el momento menos esperado, más aún en una Unidad Nacional que aún está en construcción. Para Bibiana Clavijo es importante entender que antes que las ideas sean de una u otra corriente hay un tema que no se debe dejar de lado: “el Partido de La U tiene mucho más apoyo que el resto de partidos y desde una perspectiva de rentabilidad electoral es mucho mejor estar bajo la sombra de La U”. Por esa razón explica que “Santos sabe como se maneja la política y entiende que ese terreno es de alianzas y no de sectarismo”.
Ramiro Bejarano señala que cuando Santos va a donde los liberales “se comporta como liberal y si va a donde los conservadores lo mismo”. El experto considera que las expresiones de afecto al Partido Liberal fueron “de buena voluntad y de tono conciliador, pero de allí a que se pueda decir que Santos dejó de ser lo que es y se volvió liberal o que es de otro partido hay mucha distancia”.
El columnista concluye diciendo que “el Presidente no es liberal ni conservador sino coqueto”. Y agrega que “a eso apunta esa estrategia. A no desagradar a nadie y encantar al mayor número de personas posibles”. Sin embargo, no hay que olvidar las palabras del expresidente Ernesto Samper en diálogo con Colprensa la semana pasada y que vaticinan desde ya lo que podría ser el futuro de la Unidad Nacional: “Uno de los fenómenos que se va a producir en el momento en que se dé ese deslinde (de la Unidad Nacional), que veo venir, es una especie de barajar y repartir de nuevo”.
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