En las últimas semanas, uribistas ‘pura sangre’ como José Obdulio Gaviria, Luis Carlos Restrepo y Andrés Felipe Arias han colmado el espectro radial y televisivo, así como las páginas de diarios, revistas e Internet para cuestionar muchas políticas de gobierno del presidente Santos, tanto que el actual mandatario tuvo que responder y luego, en un giro inesperado, decirle a los medios que lo que dijo no era lo que pensaba.
En reciente visita a Europa, el presidente Santos dijo: “He tenido la oportunidad muy poca, muy corta de dictar clases. Si hay una actividad donde uno se sienta realmente realizado es esa de tener unos estudiantes y dictarles clase y de tener una interacción con ellos, y posiblemente me verán después de esta responsabilidad que el pueblo colombiano me dio, me verán dictando clases y no molestando a los presidentes de turno”.
Este comentario fue interpretado de inmediato como un mensaje claro a su antecesor Uribe, quien mantiene saturado el espectro de Twitter con sus opiniones sobre los hechos de la vida nacional y, por supuesto, de algunas medidas del Gobierno.
Sin embargo, Santos salió al paso y en una entrevista con un medio radial colombiano aclaró que esas palabras recordaban una anécdota que tuvo con el presidente de Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero.
“Yo no me refería a mi caso personal, me refería a todo mandatario que sale del poder e hice referencia a Zapatero. Usted ve al presidente Bush que nunca hace un comentario de Obama”, manifestó el Presidente, al aclarar que “ese es el estilo de Uribe y yo se lo respeto”.
Pero la situación continuó y los alfiles de Uribe salieron a los medios a decir que el presidente Santos se había alejado del uribismo y que los ‘huevitos’ del ex mandatario paisa estaban descuidados.
Esta estrategia política, según el politólogo Fernando Giraldo, demuestra que “hay cosas que hace el presidente Uribe que cada vez le están restando más poder y más capacidad de influencia”.
“Creo que Uribe tiene muy claro que la relación con Juan Manuel Santos, tarde o temprano por mucho que se demore, se va a romper”, anotó el analista, quien además dijo que “considero que él, por un lado, trata de contener a Juan Manuel Santos en la ruta que tiene de irse separando lentamente del uribismo, sin rupturas radicales, de irle minando el poder y el prestigio que el ex presidente tiene, para que cuando llegue el momento de una ruptura total evitar que los dos se desgasten”.
Por ello, aseguró que “en el caso en que alguno de los dos se tenga que desgastar, que sea Uribe y no el Presidente”.
Adicionalmente, reconoció que “cuando Juan Manuel Santos le da declaraciones de simpatía, de admiración y respeto a Uribe lo hace para matizar o mitigar la forma como le viene minando su prestigio y sus políticas de gobierno”.
Cosa distinta piensa el ex asesor presidencial José Obdulio Gaviria, quien enfatizó que “la grandeza del presidente Uribe, el legado, está presente. Si quien fue elegido para continuarlo por el uribismo y con un mandato expreso del uribismo no quiere prestar ese servicio al país, simplemente eso crea un hecho político que hace pensar que en las elecciones del 2014 reivindiquemos las ideas que son para un siglo”.
El ex asesor criticó algunos comportamientos de los miembros del gabinete actual. “El uribismo es un cuerpo de doctrina y eso no es para charlar con él para hacer demagogia como el Ministro de Agricultura (Juan Camilo Restrepo) y para producir políticas totalmente engañosas como la Ley de Víctimas y la de tierras” (ver nota anexa).
Al retomar la situación del presidente Santos, Gaviria enfatizó: “Eso es una traición al mandato recibido por el actual gobierno que fue elegido por los uribistas para continuar una obra, no para interrumpirla ni para frustrarla”.
LA ESTRATEGIA
En el ámbito político ha quedado la sensación de que tanto Restrepo, Arias y demás seguidores de Uribe están haciendo el trabajo de atacar al Gobierno, situación que para Giraldo es evidente, en la medida en que piensa que Uribe “conserva aún una cierta influencia y maneja a quienes están en las instituciones” y recordó que “ha utilizado a Juan Lozano, a veces a Roy Barreras y uno de sus espadachines hasta hace muy poco, Armando Benedetti, -que se le ha distanciado-, lo que demuestra que sí está en ese plan”.
Explicó que “esto sucede porque él, Uribe, siente que unos recursos más directos sin intermediarios, como el Twitter, tienen una influencia limitada”, razón por la cual “él acude a sus más inmediatos seguidores”.
Sobre el tema de los alfiles de Uribe, el ex asesor Gaviria es claro al afirmar que “hay gente que no aprendió a jugar sino Damas Chinas y pretende ser comentarista de ajedrez” y agregó que “el presidente Uribe nunca ha necesitado de vocerías, ni ha mandado mensajes que no sean directos y claros. Esa es una trayectoria vital e histórica”.
Al hacer referencia a lo manifestado por algunos sectores de que el Centro del Pensamiento Primero Colombia se está utilizando para atacar el actual Gobierno, Gaviria explicó que “nosotros tenemos una misión clara y es mantener una propaganda y una publicidad de las ideas del pensamiento uribista” y aclaró que “no participamos directamente en hechos políticos, en mecánica política. Mal haríamos en perder nuestro sentido crítico, incluso, aplicado con el propio gobierno del presidente Uribe, nosotros tuvimos algunas discrepancias con algunos ministros y con su bancada parlamentaria. Esa es la esencia del Centro de Pensamiento, mantener un espíritu crítico”.
Y, al responderle a los críticos, Gaviria anotó: “Mi figura y mi formación tiene todavía mucha cabida para agresiones, mentiras, calumnias. Ya se graduaron varios medios de comunicación y, en consecuencia, los cupos pueden seguir abiertos, porque quienes tenemos grandeza de espíritu y temperamento para el combate no tenemos ningún problema en recibir nuevos ataques y nuevas agresiones”.
El ex canciller Augusto Ramírez, a su turno, opinó que “lo que pueda decir el doctor Luis Carlos Restrepo por fuera no tiene ninguna significación política y además desde hace mucho tiempo se dice que él ha estado alejado del doctor Uribe”.
LA PELEA DE ‘UNO’
En la polémica que se ha creado por el debate político entre uribistas y el Gobierno, existen sectores que consideran que el presidente Santos no tiene el menor interés en cazar peleas con su antecesor.
“A mí me parece que al ex presidente Uribe, por más que quiera, Santos no le va a dar la pelea. Eso ya lo tenemos claro, Santos, es muy cachaco, él no le va a dar la pelea”, dijo la ex senadora Cecilia López.
La ex congresista se preguntó “entonces, ¿quién va a perder con todo esto? Pues no va a ser Santos, va a perder Uribe, que ha perdido dignidad, respeto, está perdiendo el reconocimiento que mucha gente le había dado por sus cosas positivas que hizo, pero son tantas las negativas que él está contribuyendo con esa actitud que lo único que va a generar es que salga perdiendo el ex presidente Uribe y no Santos”.
Y aseveró: “Yo quiero ver qué va a hacer ahora cuando Santos salió a decirle que nadie lo iba a poner a pelear con Uribe, entonces lo dejó solo, creo que le hizo una jugada maestra”.
Por su parte, el politólogo Giraldo manifestó que la estrategia del actual Presidente es evidente, debido a que “lo que uno ve es que Santos manda un mensaje para responderle a Uribe, pero una o dos horas después dice todo lo contrario, entonces queda como en tablas”.
Mientras tanto, el ex canciller Ramírez Ocampo se remitió a lo que han dicho los dos estadistas y recalcó que “cada uno ha negado que exista una confrontación y ambos se dan cuenta que sería muy grave para el país que ellos choquen, porque al final de cuentas ambos son jefes del Partido de la U”.
Añadió que “ambos han dicho que no están en campo de pelea y son conscientes en que una pelea entre los dos no sería bueno para el país” y recordó que el mismo Partido de la U, en un comunicado, dijo que “los respalda a los dos”, porque “La U no puede ahora pelearse con Uribe, ni con el presidente Santos, porque son sus mentores”.
LOS PROCESOS JUDICIALES
Otro elemento que se sumó a la polémica fue el tema de los procesos judiciales en contra de algunos miembros del gabinete del ex presidente Uribe.
El analista Giraldo reconoció que “todas las tensiones que se dan, las discrepancias y los mensajes públicos son un choque de puntos de vista sobre temas muy sensibles”, los cuales se enmarcan “con tantos procesos jurídicos que pueden terminar afectando la imagen, e incluso, la seguridad jurídica del presidente Uribe en el futuro”.
Frente a esto, el ex asesor Gaviria responde que existe una politización de la justicia, que en su opinión se ve en especial “con el anterior Fiscal General y los dos últimos presidentes de la Corte”.
Sustentó que “el caso de la gran injusticia con los técnicos de Agro Ingreso Seguro, con (Mario) Aranguren, el llamado a interrogatorio contra Luis Carlos Restrepo, la permanente hostilización a mí, eso tiene un nombre: la politización de la justicia”.
ATAQUES DIRECTOS A LOS PROYECTOS DE LEY
Una de las iniciativas que más ha sido criticada por los uribistas es la Ley de Víctimas, la cual fue hundida en el gobierno de Álvaro Uribe.
Este proyecto que sólo le resta un debate en la plenaria del Senado, fue calificado recientemente por el ex alto Comisionado de Paz, Luis Carlos Restrepo, como una norma que genera falsas expectativas y que lo único que va a crear es un “hueco fiscal” porque no se sabe cuánto cuesta.
Es más, recientemente algunos ponentes en Senado indicaron que las modificaciones que se estaban planteando al proyecto buscaban hundirlo y que detrás de esto se encontraba el ex presidente Uribe.
Otra iniciativa que ya tuvo ataque directo del ex mandatario fue la reforma tributaria, que anunció el ministro de Hacienda, Juan Carlos Echeverry.
Sobre ésta, Uribe, a través de Twitter, dijo: “Anuncios de nueva reforma tributaria crean incertidumbre en inversión. Defendamos inversión sobre vieja idea fiscalista”.
Política
Lo que hay detrás de los roces entre el Presidente Santos y Uribe
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