Los congresistas no tienen nada que hacer: agenda legislativa sigue lenta

El pasado martes el presidente del Congreso, Roy Barreras, abrió el debate al denunciar a los ministros de laxos y perezosos en la presentación de proyectos de ley de iniciativa gubernamental.
Pero el tema no queda ahí, hasta el momento son muy pocas la iniciativas que se han aprobado en las dos corporaciones.
El rifirrafe comenzó cuando el presidente del Congreso afirmó que “el Gobierno ha sido lento y perezoso menos mal cambiaron varios ministros por inútiles y por incapaces no sólo en la gestión legislativa sino en la gestión de trabajo. El mismo Ministro de Hacienda anterior le expresó a la exministra de Salud que el problema no es de recursos sino de gestión”.

RESPONDE MININTERIOR
El ministro del Interior, Fernando Carrillo, le respondió que se debe considerar que ya se han presentado los proyectos más voluminosos: “Entre ellos la reforma tributaria, el código electoral, la ley de afros y estamos por medio de un cronograma esperando en los próximos días presentar los 15 proyectos que se habían anunciado la semana pasada. Estoy seguro que el Congreso no le colocará barreras a la agenda legislativa del Gobierno”.
Barreras también advirtió que “mientras más se demoren en presentar la agenda menos tiempo tenemos para hacer las discusiones abiertas y transparentes que el país requiere. No son pocos temas, la reforma a la salud, el código minero, la ley de desarrollo rural la reforma ambiental a las CAR, el código de policía, las reformas para combatir la delincuencia urbana, reformas que han sido ofrecidas por el Gobierno y que aún no llegan.
El Congreso asume el reto de impulsar las urgentes pero seguimos insistiendo se presente la agenda”.
Este miércoles varios parlamentarios expresaron las razones por las cuales creen que la agenda legislativa está estancada. Ivan cepeda, del Polo Democrático, afirmó que “hay una parte de la agenda legislativa que depende de lo que se avance en la mesa de negociación entre la guerrilla y Gobierno. Ahí es necesario dar un compás de espera para que se produzcan decisiones y la agenda no vaya a obstruir los eventuales acuerdos”.
Por otra parte, el representante Germán Navas dijo que se le debe preguntar a las mayorías porque no hay agenda, además aprovechó para criticar la actitud de los congresistas: “Parece que el Congreso se ha vuelto un apéndice del ejecutivo. El congresista ha perdido su autonomía y sólo estudia aquello que le mandan, olvidan que el mandato constitucional le da el derecho al Congreso de presentar sus propios proyectos”.
A su turno, el representante del Partido Verde, Alfonso Prada, aseveró que la culpa es de los hechos ocurridos en la fallada reforma a la justicia: “Este es el coletazo de una crisis histórica que ocurrió en ese momento, no se la adjudico a nadie en particular, estamos reconstruyendo confianzas entre nosotros los congresistas, aquí quedamos muy heridos los unos con los otros, hubo muchas lesiones”.
En ese sentido agregó que en el Gobierno hubo cambios sustanciales en la política y los ministerios al principio de la legislatura, “lo que causó algunas demoras en las redacciones de los textos fuertes”.
El conservador, Oscar Fernando Bravo, afirmó que la culpa es del Gobierno pues según él, históricamente el Congreso se mueve con base en la iniciativa gubernamental, “y en esta legislatura no hay nada importante a parte del fuero militar al cual le hemos dedicado todo el tiempo y el esfuerzo. Se anunciaron muchos proyectos y nada de eso se ha radicado, apenas acaban de radicar la reforma al código electoral que vamos a empezar a estudiar, si no ha habido impulso es por que el gobierno no ha tomado mayor interés en esa agenda”.
Para el analista Alfredo Rangel, es preocupante que sólo quede un mes y medio para que termine el periodo parlamentario y aún no haya llegado la mayoría de la agenda legislativa del Gobierno, y agregó que lo que hay es una parsimonia inexplicable por parte del gabinete ministerial.
“Es un hecho que la crisis que provocó el hundimiento a la reforma a la justicia degradó el ambiente de las relaciones entre el Congreso y el Gobierno y creo que no se han acabado de sanar esas heridas, pero aún así el ejecutivo ha sido extremadamente lento en la radicación de sus proyectos”, reiteró Rangel.
El académico advirtió que “cuando hay una acumulación de proyectos, al final de una legislatura y una prisa del Gobierno para evacuar esos proyectos se presenta un enorme riesgo de que se aparezcan los llamados micos”.