Cuando el político cartagenero Javier Cáceres buscó el apoyo de los nacientes grupos de autodefensas que se estaban formando en el departamento de Bolívar estos, a su vez, buscaban posicionamiento territorial y aumentar su poder local y nacional, con candidatos propios a los puestos políticos más importantes del país.
Esa es una de las conclusiones a las que llegó la Corte Suprema de Justicia en la investigación que se le adelantó por más de tres años al senador Javier Cáceres Leal, en el llamado proceso de la parapolítica, y que finalizó con su captura el pasado 14 de septiembre de 2010, por el delito de concierto para delinquir agravado.En el escrito de acusación de 158 páginas, se hace referencia explícita y detallada a las reuniones que sostuvo el expresidente del Senado Javier Cáceres con comandantes paramilitares que operaban en el departamento del Bolívar.
Así mismo, de la forma cómo se realizó la firma de un acuerdo de cooperación mutua con miras a las elecciones del 2006, en las cuales el candidato arrasó en las votaciones en las regiones que controlaban las autodefensas.
El alto tribunal se basó en las declaraciones de 30 paramilitares, entre los que se encuentran Úber Bánquez Martínez, alias ‘Juancho Dique’, comandante del Bloque Montes de María; así como Edward Cobos Téllez, alias ‘Diego Vecino’, comandante político de esa estructura. También, Salvatore Mancuso e Iván Roberto Duque, alias ‘Ernesto Báez’.
Todos coincidieron en afirmar que a finales de 2002 y en diferentes reuniones Cáceres Leal llegó a acuerdos políticos con paramilitares con miras a la elección de 2006 y a posicionar a personas que tenían nexos con las autodefensas en las alcaldías de los principales municipios del norte de Bolívar.
“Colabórame usted”
En esas mismas reuniones participaron la también senadora Piedad Zuccardi, su esposo y el congresista Vicente Blel Saad, quienes estuvieron reunidos por más de 30 minutos con los paramilitares; sin embargo, en sus declaraciones, los testigos dijeron que no podían dar fe de lo que allí se trató.
‘Diego Vecino’ comentó sobre una reunión en la cual “un amigo” de ‘Juancho Dique’ habría realizado el principio de un acuerdo en torno a un candidato. Ese amigo al que hace referencia es el senador Javier Cáceres, quien ya había hecho, según la investigación, acercamientos con el bloque paramilitar y se había ganado la confianza y el respaldo de sus comandantes, así como de los candidatos de la región que también tenían nexos con las autodefensas.
De esa primera reunión son testigos los exparamilitares Manuel Antonio Castellanos, alias ‘Chino’, y Óscar David Villadiego, alias ‘Néver’, quienes aseguraron haber escuchado sobre el encuentro de Cáceres Leal con los máximos comandantes que estaban haciendo incursión en el departamento. Uno de los testigos, que entonces fungía como escolta, alcanzó a escuchar al senador decir: “Sí ‘Juancho’ (Dique) yo le voy a colaborar, pero colabóreme usted también a mí”.
La reunión de Ñanguma: el cierre del acuerdo
A mediados de 2003, según señala el escrito de acusación, Cáceres Leal se reunió en el corregimiento Ñanguma, jurisdicción del municipio de María la Baja, con ‘Juancho Dique’ para “pactar” con éste los términos en que sus líderes tramitarían las aspiraciones electorales en Bolívar.
La Corte manifiesta que ese año las autodefensas vivían un momento “histórico”, pues ejercían un dominio armado en amplias zonas de la geografía nacional y se empeñaban en ejecutar una estrategia política que les permitiera posicionarse en los gobiernos locales y departamentales.
En uno de los principales puntos se destaca el hecho de que ‘Juancho Dique’ negó en tres oportunidades ante diferentes entes haberse reunido con Cáceres Leal, sin embargo el 24 de junio de 2009, al ser preguntado por cuarta vez, sí confirmó el encuentro en Ñanguma, en el cual en compañía de algunos empresarios del sector lo invitó “a que se uniera al proyecto político que tenían las autodefensas”. Igualmente, señaló que en dicho encuentro se trató sobre el asesinato de Álvaro Trocha Guzmán, alcalde del municipio de Guamo (Bolívar), en marzo de 2002, por lo que se llegó a un acuerdo en el que las autodefensas iban a respetar a los líderes de Cáceres Leal y los paramilitares “no los iban a asesinar ni a amenazar”.
Ante la pregunta de los investigadores acerca del porqué de su retractación, el excomandante paramilitar manifestó que Cáceres Leal lo tenía amenazado, enfatizando el hecho de que podrían quitarle los beneficios de la ley de justicia y paz y que de hablar en contra de él la extradición sería un hecho.
Curi y el CD
En una oportunidad el exparamilitar manifestó que Cáceres y el exalcalde de Cartagena Nicolás Curi le mandaron en un CD, entregado por el abogado Hugo Atencia, un escrito diciendo que “ellos movían todo lo que era Fiscalía, Procuraduría, todo, que él (Cáceres) me hacía el daño y en ocho días me mandaban a Estados Unidos y a mi esposa me la colocaban en ocho días presa; yo comí amenazas y me dio miedo y dije: para que voy a cazar pelea con estos señores”.
“Una cosa es que un testigo se sienta presionado frente a la acción legitima de la justicia y otra que resulte intimidado, constreñido o amenazado con anuncios de males futuros, para que se abstenga de declarar la verdad en actuación judicial, como aparentemente habría ocurrido en este caso”, señala uno de los apartes de la decisión.
Volviendo a la reunión de Ñanguma, ‘Dique’ aseguró que ‘Diego Vecino’ le comentó sobre los acercamientos con Cáceres y sobre otro importante grupo de políticos que buscaban las alcaldías de municipios de Bolívar para las elecciones del 2006. Para ello, se había nombrado a Arnulfo Ospino, alcalde del municipio de Arroyo Hondo, para que fuera el “puente” de las relaciones entre las dos partes para acordar el apoyo financiero y logístico de las campañas electorales.
Los ‘paras’ consiguen el poder en Bolívar
Según los excomandantes paramilitares ‘Juancho Dique’ y ‘Diego Vecino’, después de firmado el acuerdo vieron cómo los “alcaldes amigos de las autodefensas” votaron por el senador Cáceres, “lo cual concluye que hubo un respeto”.
Entre los llamados “amigos” se encuentran los exalcaldes de los municipios de Arjona, Julio César López; Arroyo Hondo, Arnulfo Ospino, y de María la Baja, Rubén Hernando Aguirre Flórez. “Si unos líderes o unos alcaldes que tuvieron relación con las autodefensas se fueron con el senador, allí hubo votación de las autodefensas”.
En el escrito de acusación llama la atención especialmente el hecho de que Cáceres haciendo parte entonces del partido Polo Democrático, hubiera buscado apoyo paramilitar para ocupar espacios de poder político en la región Caribe.
Lo dicho por Dique
Según lo relatado por ‘Juancho Dique’ después de la reunión en Ñanguma no se presentaron más amenazas, “porque el Polo cogió el carril de las autodefensas y los que fueron al Concejo, fueron al Concejo y los que fueron candidatos a la alcaldía, a la alcaldía y sucesivamente”.
Según ‘Diego Vecino’, algunos de los líderes y candidatos de los municipios de Bolívar que tuvieron vínculos con las autodefensas desde el año 2003, resultaron a la postre electos como mandatarios locales, aunque con el aval del partido Cambio Radical, pues la dirección departamental de esa colectividad fue asumida por Javier Cáceres, “en zonas en donde históricamente éste tuvo ascendencia política y las autodefensas dominio territorial e influencia electoral”.
A mediados de 2005 se llevó a cabo la ‘cumbre’ en el municipio de Santa Fe de Ralito, Córdoba. Los declarantes en el proceso contra Cáceres dijeron que allá se buscó ayuda al candidato a la Gobernación del Bolívar apoyado por éste, quien además fue mencionado como una persona importante de la “coalición” con una representación en la mesa de discusión encabezada por Salvatore Mancuso.
En ese momento Cáceres, que ya militaba en Cambio Radical y su tercer periodo en el Senado, había tenido enfrentamientos con ‘Juancho Dique’, quien consideraba que el congresista se estaba apartando de los acuerdos. Poco tiempo después, en 2006, los señalamientos de paramilitares dentro del proceso de justicia y paz serían la base para abrir indagación preliminar en contra de Cáceres Leal.
En ese momento se empezaron a conocer las denuncias de intentos de soborno por parte de los paramilitares desmovilizados alias ‘El Chino y ‘Néver’, supuestamente para que cambiaran su testimonios en contra del expresidente del Congreso a cambio de una suma superior a los 100 mil dólares.
En la conclusión principal de la Corte, tras analizar las declaraciones, se señala que “la Sala, comparte la apreciación de la defensa cuando piensa que la simple asistencia a una reunión con grupos de autodefensas, sin pacto alguno, no constituye en sí misma hipótesis de la comisión del injusto reprochado a Cáceres Leal.
Sin embargo, no es el caso de este congresista, ya que al menos en el encuentro de Ñanguma hubo acuerdos y alianzas concretas, de naturaleza pública, que distan de una simple mediación clandestina, la cual, además, no le corresponde a un congresista respetuoso del Estado de Derecho”.
El senador Cáceres negó amenazas contra ‘Juacho Dique’
El expresidente del Senado Javier Cáceres Leal negó haber amenazado al excomandante paramilitar Uber Enrique Banquéz alias ‘Juancho Dique’, para que cambiara su declaración que lo involucraba con grupos de autodefensas en el norte de Bolívar.
Cáceres Leal manifestó que es falso que por medio de su abogado le haya enviado a ‘Juancho Dique’ una grabación en la que lo amenazaba con extraditarlo e iniciar un proceso judicial en contra de su esposa si no cambiaba su testimonio.
El senador de Cambio Radical, capturado en septiembre de 2010, negó dichas amenazas y desmintió tener el poder para avalar las extradiciones y enjuiciar a una persona.
“Como si Cáceres tuviera influencia en la Sala Penal con los honorables magistrados que hoy lo tienen detenido. Sería importante averiguar porqué este excomandante no fue extraditado siendo un reconocido narcoparamilitar”, se cuestionó el excongresista.
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