Política


Naranjo fomentó ataques personales en contra mía: José Obdulio Gaviria

REDACCIÓN COLOMBIA

27 de marzo de 2011 12:28 AM

El exasesor del gobierno de Álvaro Uribe Vélez, José Obdulio Gaviria, se refirió en entrevista con El País a los roces con el General Óscar Naranjo, que surgieron a partir de las revelaciones de Wikileaks.

Dijo que mientras que él apoyó a Naranjo frente a los ataques que se le hicieron por su supuesta relación con miembros de la mafia, éste le respondió haciendo ataques personales en su contra.

¿Por qué se les ha venido el mundo encima a los miembros del gobierno de Álvaro Uribe?
- No se puede confundir lo que yo llamo la bigornia (gente pendenciera que andaba en cuadrilla para hacerse temer, según la Real Academia Española) con el mundo. Entre otras cosas porque con Uribe desde el 7 de agosto del 2002 hemos dado una pelea que toca la esencia de los problemas de Colombia. Y en consecuencia dentro del gobierno y después del gobierno va a seguir una confrontación muy dura con quienes de una manera u otra fueron tocados en sus intereses.
Los que hemos estado trabajando con Uribe nunca hemos tenido un minuto de paz, a pesar de que en los ocho años de su gobierno, los colombianos tuvieron los mejores momentos de paz en los últimos 50 años.

¿Pero no es extraño que estos escándalos hayan surgido en la administración de Santos, quien hizo parte del mismo gobierno y que se creía una continuidad del mandato Uribe?
- Yo no diría escándalos. Una cosa son ataques otra son escándalos. Y en el caso específico del ex presidente Uribe y en el caso mío, cada hecho tiene una explicación y los errores también se aceptan y se autocritican. Por eso no debemos confundir que se vino el mundo encima, con que esté la bigornia encima. Y la bigornia intentando fortalecerse con un discurso al que nos opusimos y que es el de la conciliación con el terrorismo y el apaciguamiento.

¿Y quiénes representan esa bigornia?
-Básicamente la revista Semana y de allí para adelante muchos medios que tienen nombre propio. Creo que un individuo como (Daniel) Coronell o como Félix de Bedout son representación de una actitud y de una agresión permanente al ex presidente Uribe y a todo lo que él represente. Y en política pues ni qué decir: el Jefe del Partido Liberal (Rafael Pardo), Gustavo Petro.

¿Le sorprendió que compañeros suyos en el gobierno Uribe lo responsabilizaran por las ‘chuzadas’ del DAS?
- De ninguna manera porque quien no esté capacitado y formado política, ideológica y psicológicamente, no debe meterse en el combate. Más si tiene rabo de paja o debilidad mental, si carece de capacidad argumentativa o si es susceptible de disminuir su autoestima porque es atacado. Yo estoy preparado para recibir ataques desde la retaguardia y desde el frente.

¿Ya había tenido usted algún roce con el general Naranjo?
- Ninguno. Todo lo contrario, yo apoyé al general Naranjo. Frente a muchos ataques particularmente por su parentesco con miembros de la mafia internacional y por agresiones, infundios o chismes referente a sus posibles amistades con narcotraficantes y criminales. Yo hice respetar el nombre del general Naranjo. Él, al contrario, porque es una personalidad distinta, no sólo se hizo eco sino que él mismo fomentó ataques personales contra mí. Eso no me inmuta, lo importante es que hay rectificación por parte de él en el caso del primer Wikileaks, publicado en noviembre del 2010, y no hay prueba de que exista un Wikileaks, y yo he hecho el reclamo a El Espectador que me haya sindicado de haber organizado una reunión con (el jefe paramilitar) ‘Job’.

¿Fue por eso que calificó al general Naranjo como un peligro de Estado?
- Yo dije que era un peligro de Estado si él había manifestado lo de mi supuesta reunión con ‘Job’, pero no lo hemos podido encontrar en el centro de pensamiento, donde tenemos a dos personas dedicadas a buscar el Wikileaks. Yo lo que afirmé es que si él había dicho eso era en un peligro para el presidente (Juan Manuel) Santos y para la estabilidad de su gobierno.

La oposición también pensaba que era usted un peligro de Estado cuando estaba en el Gobierno...
- Es que todos los que hicimos parte del gobierno del presidente Uribe fuimos un peligro evidente para las Farc y para todas esas corrientes favorecedoras de la idea de un acuerdo negociado. Es decir, de una constitución pactada con las Farc. Y creo que el pueblo colombiano sigue pensando que la lucha contra el terrorismo no ha cesado y no puede cejar. No se le puede dar un minuto de tranquilidad sino que debe continuar no sólo como un propósito del Estado sino de los partidos y de la sociedad en general.

Volviendo al tema de Naranjo, ¿A qué cree que le apostaba el general?
- Eso es un examen que debe hacer el propio Estado colombiano, si conviene permitir que funcionarios de la Policía, e incluso del Ejército, como ocurrió, o viceministros o directores del DAS sean informantes de una embajada y no simplemente contraparte de una embajada con la que tenemos muy buenas relaciones. Si como ocurrió, ciertos funcionarios actuaron ante la Embajada norteamericana como informantes, incluso falaces, allí hay un asunto disciplinario que la Procuraduría debe investigar.

¿Por qué los antiuribistas están más en contra de usted que del propio ex presidente Uribe?
- Es normal que quien más énfasis pone en la doctrina de una corriente política se convierta en objeto de persecución, eso me parece natural y no es gratuito. Además, están bien correspondidos.

¿Por el manejo de esa doctrina es que lo acusan actualmente de ser el responsable de las ‘chuzadas’ del DAS?
- Yo tengo una actitud más hostil a las grabaciones y ‘chuzadas’ que cualquier otro colombiano. Incluso, soy enemigo de su publicación. Aun teniéndolas como periodista nunca las publicaría si son ilegales, incluso porque eso es un tipo penal. Y todos mis debates con los ‘petros’ y ‘las piedades’ han sido sobre la base de lo que ellos dicen y hacen en público.

¿No es entonces esa la razón por la que se dice que usted es la persona más informada en Colombia?
- No es porque yo haya ‘chuzado’ a nadie, sino porque le hacía perfecto seguimiento a libros. La gran mayoría de los libros de actualidad que nadie ha leído en Colombia yo ya los leí, y eso sí que les da rabia y les da envidia a la gran mayoría de mis contradictores que van al Parlamento y no tienen ni idea de qué es lo que van a hablar o no tienen en sus twitters nada qué decir, o no tienen en sus columnas nada qué escribir.

¿Siente temor por todo lo que pueda salir en adelante en Wikileaks?
- ¿Por qué? Lo que fue, fue. El problema es de los que se fueron a hacer chismes. Ellos quedan como chismosos; los que no tenemos nada qué ocultar, si hay chismes y mentiras, debemos rebatirlas como hago yo. A mí todo el mundo me subrayó que el hombre más popular después del presidente Uribe era el general Naranjo, y me decían que cómo le iba a contestar. Pero si alguien, por muy popular que sea miente o se equivoca, como pudo haber sido el caso del general Naranjo, según le explicó él al presidente Uribe, tengo que rebatirlo. Uno tiene que tener cierta consecuencia y cierta lógica.

Pero no sólo Naranjo, también lo dijo el ex director del DAS Andrés Peñate...
- Yo hablé con Peñate y él lo que dice es que tiene grandes contradicciones ideológicas conmigo y que de ahí no pasan la cosas y quedé satisfecho con esa explicación, pero no entiendo por qué estuvo en el Gobierno si tenía tantas contradicciones. Los puntos de vista míos el presidente Uribe nunca me los ha discutido o contradicho, están en cuatro libros escritos y publicados durante ese periodo, y si él (Peñate) era enemigo de ese punto de vista, pues no debió estar en el gobierno.

¿Se siente perseguido por la justicia?
- Si van a imponer nuevamente el sistema de las ordalías, de los juicios de Dios y de la inquisición, pues debo preocuparme, porque la hoguera debe estar siendo preparada. De lo contrario, si se logra imponer el régimen liberal de justicia, en donde sólo se persiga a las personas por las figuras típicas, antijurídicas y culpables, estoy absolutamente tranquilo.

¿Es por eso que no se refiere en los mejores términos a la Corte Suprema de Justicia?
- Yo definí a la Corte Suprema de Justicia, dirigida por los señores Ramírez, Ibáñez y Jaime Arrubla, mis enemigos personales, como un partido de oposición. Ellos nunca tuvieron la dignidad de declararse impedidos para hacer manifestaciones respecto a asuntos del Gobierno Nacional, a pesar de que eran enemigos del Gobierno, eran políticos de bajo nivel electoral; el uno obtuvo diez mil votos para la Alcaldía de Medellín, siendo candidato oficial de su partido, el otro, 2.513 votos para el Senado y preparando candidatura para una vez salga de la Corte Suprema. Eso hizo que sea la Corte más desprestigiada en la historia del país.

¿No es un irrespeto y una grave acusación equiparar la Corte Suprema de Justicia con un partido de oposición?
- Es que es gravísimo porque es un hecho. Grave sería que no fuera un hecho. Es gravísimo puesto que produjeron comunicados, sentencias, por ejemplo, con el objeto de perturbar la extradición, de perturbar la desmovilización del paramilitarismo, de perseguir a los funcionarios como si fuesen procesos de control político los que les hubiese encomendado la Constitución, no elegir Fiscal General de la Nación, apropiarse de la Fiscalía, tomársela por asalto durante más de un año, esos son casos gravísimos contra la Constitución.

¿Pero no es gravísimo que la Procuraduría y la Fiscalía durante buena parte del gobierno Uribe hubiera sido apéndice del uribismo?
- Yo creo que la fiscalía de Luis Camilo Osorio fue un ejemplo de lucha y de persecución del terrorismo y de todas las expresiones de criminalidad. No se puede decir lo mismo de la de Mario Iguarán, que fue una fiscalía totalmente politizada, sesgada, que le importó un comino la conclusión de las grandes tareas de la Seguridad Democrática, que prácticamente dejó de lado el interés de los grandes temas de la lucha contra el terrorismo, etc. Por dedicarse a politiquiar y a perseguir enemigos políticos e incluso para hacerse popular entre los sectores que yo llamo la bigornia. Es el caso del lanzamiento del libro de León Valencia sobre la parapolítica, donde el Fiscal General de la Nación dijo unas palabras que bordean, si no lo son, una forma de prevaricato.

¿No siente que Santos se ha distanciado de los uribistas pura sangre?
- No tengo informes de que así sea. Veo que la U y el Partido Conservador vienen siendo los puntales para la aprobación de la agenda legislativa.
Pero en algunos proyectos congresistas de la U han sido talanqueras para algunas iniciativas...
No digamos talanqueras, sino que tienen que discutir y eso es de la esencia de la democracia.

¿Cómo ve la posible fusión del liberalismo y Cambio Radical?
- Eso es la suma de menos más menos. Son dos fuerzas muy inferiores y pequeñas. Y ha ocurrido un hecho político que vale la pena que los colombianos reflexionen sobre él: Pardo, jefe del liberalismo, intentando enseñarle a hacer política al presidente Uribe, quien le lleva años luz de ventaja a Pardo en propuestas políticas y en mecanismos de relación con las masas. Yo he dicho que la ventaja de Uribe frente a los demás líderes de partidos políticos es que él conoce las bienaventuranzas, que son una prefiguración de los twitters; cada una de las bienaventuranzas son 140 caracteres y son toda una formulación de vida, y además el presidente Uribe cuando se pronuncia atrae a miles de interesados y cuando los demás se pronuncian, a duras penas conmueven a dos o tres.
Pero no puede usted negar que se sienten ‘ardidos’ porque los ministerios más importantes, el del Interior y de Defensa se los haya dado Santos a Cambio Radical y al liberalismo, ambos opuestos hoy a Uribe...
Esos son asuntos de la política en los que no suelo involucrarme.

Otro escándalo del gobierno pasado son las falsas desmovilizaciones
- Luis Carlos Restrepo va a ser objeto de una persecución tenaz, sangrienta, igual a la que de pronto puedan tener conmigo, pero dado a que el doctor Luis Carlos tenía funciones administrativas, la pueden concretar una persecución más sanguinaria y más dolorosa, pero es el mejor hombre del gobierno del ex presidente Uribe, después de Uribe. Es un hombre que es todo transparencia.

¿Qué significado tiene para usted en este momento el Twitter?
- Es mi emisora y es mi periódico. Yo lo uso sólo para manifestarme sobre algunos asuntos en donde no me interesa ser tergiversado. Creo que en muy poco tiempo, yo diría que para la campaña presidencial próxima, quien no esté en Twitter, a no ser que salga algo mejor, va a quedar por fuera del escenario.

¿Cree que Uribe lo que hizo fue el trabajo para empezar a recomponer este país?
- El presidente Uribe no sólo ha actuado siempre a la luz y sacando los trapos propios y ajenos a la luz sino que utiliza ese mecanismo del Twitter como un escenario donde todos podemos entrar, no es un closet, ni es un cuarto cerrado ni una despensa. Estamos hablando de un líder que trabaja en el escenario natural que es el ágora, que hoy se llama Twitter o redes sociales.

 

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