El concepto de algunos que el regreso de la ex embajadora Noemí Sanín dinamitó la unidad del Partido Conservador quedó en evidencia ayer con la determinación de la Dirección Nacional de la colectividad de cancelar la consulta para elegir candidato presidencial para las elecciones del 2010. Y no se equivocaron quienes así lo manifestaron. En un comunicado la ex embajadora se atribuye la gestión de tal decisión. “Llegamos a la conclusión de que era necesario pedirle a las directivas del Partido, que se estudiara la posibilidad de aplazar la consulta para que no coincidiera con el proceso y trámite del referendo y evitar que se dieran dos candidaturas simultáneas”, explicó. Para Noemí, la decisión aclara el panorama político y preserva la unidad de partido, tal como lo expresó el presidente del Partido, Efraín Cepeda, quien adujo que las determinaciones del Partido están respaldadas en que la colectividad se irá de lleno por la aprobación del referendo. EL DESCONTENTO Esto no piensan los precandidatos, quienes se sienten abandonados a su suerte con la inesperada decisión, que no fue consultada y sí tomada unilateralmente por la Dirección Nacional. Aunque el ex ministro Andrés Felipe Arias, quien iba punteando las encuestas para la consulta, abiertamente ha manifestado su intención de apoyar al presidente Álvaro Uribe, de pasar el referendo, tampoco se mostró satisfecho con la determinación de la cúpula directiva. “Esto es un precedente nefasto, un precedente de politiquería que ha generado malestar en las bases del partido y directorios”, aseguró mientras en el recinto de la Cámara de Representantes ayer él y sus copartidarios se movilizaba para convocar al Congreso Nacional del Partido, “con el fin de que expliquen la decisión”, sostuvo. No obstante, otras informaciones aseguran que la propuesta busca que sea esa instancia la que proclame su candidatura. Lo que sería un intento frustrado porque (y eso restaría la posibilidad de que congresistas conservadores respalden esa idea) el referendo está asegurado. “Me voy a dedicar a sacar adelante el referendo en el Congreso y en las urnas”, sostuvo el ex ministro Arias, y de no ser posible confirmó que buscará la candidatura con o sin consulta. FIN DEL PARTIDO Y es que es tan descabellada la decisión del Partido, que el precandidato José Galat, vaticinó el final del Partido. “Sí constitucionalmente el referendo no pasa el Partido se quedará sin plan b. “A la cúpula del Partido no le interesa tener candidato propio”, dijo. Hace ocho años las generaciones jóvenes no han tenido la oportunidad de votar por un candidato Conservador. “Un partido que no va a las elecciones pierde la voluntad de poder y escribe su partida de defunción”, dijo y aclaró que esto “fue atentar contra la unidad que se firmó entre pastranistas y alvaristas”. Galat, que no suspenderá su campaña, aseguró que este es un acto de máxima traición, una burla a los precandidatos y “un acto de irrespeto e irresponsabilidad. Nos pusieron a hacer el papel de payasos”. A FAVOR Y EN CONTRA DE LA CONSULTA La decisión fue tomada por seis votos a favor, cuatro en contra de cancelarla, y una abstención. Por la cancelación de la consulta votaron Efraín Cepeda, Juan Manuel Corso, Ómar Yépez, Lucas Cañas, Beatriz Helena Jaramillo, Jhon Eduardo Henríquez. Por el no aplazamiento de la consulta en la colectividad votaron Jorge Humberto Mantilla, Miriam Paredes, Ciro Rodríguez y Claudia Otero. La abstención fue de Fernando Araújo, por ser miembro del directorio y precandidato a la vez.
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Noemí, la figura que acabó la consulta
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