Que la justicia falle acorde con la situación del país: Santos

Un mensaje de “unidad nacional” fue el que extendió el Presidente, Juan Manuel Santos, a la Rama Judicial, por sus recientes decisiones contra la Fuerza Pública y el Ministerio de Defensa al condenarlos por la toma guerrillera a la Base Militar de Las Delicias en 1996 y considerar que la información, consignada en los computadores del abatido jefe de las Farc alias ‘Raúl Reyes’, carece de validez probatoria en cualquier proceso judicial.
Santos, durante el lanzamiento de la campaña institucional “Fe en la causa y la nuestra es Colombia” en el teatro Julio Mario Santodomigno en Bogotá,  le pidió a las Cortes y al Consejo de Estado que actúen de forma “ponderada”, es decir con absoluto cuidado y examen profundo sin olvidar “el medio siglo de conflicto armado que vive el país (...) porque los jueces, al igual que los soldados, al igual que los funcionarios, tienen la misma misión de proteger a los colombianos en sus derechos y hacerlos valer”, asunto en el que se estaría fallando para defender la seguridad del país.
Santos, siendo enfático en el respeto a la libertad de poderes, dijo que “mi llamado hoy –respetuoso– a todos los funcionarios con jurisdicción en nuestro país, es a ponderar sus decisiones para que no se afecten derechos tan importantes como el derecho a la seguridad y el derecho a la verdad por parte de las víctimas”.
Santos enfatizó en la obligación que debe tener el Estado Social de Derecho de “trabajar armónicamente –unificando criterios bajo el manto de la Constitución– para alcanzar estos valores universales, sin privilegiar unos sobre otros (…;) debemos considerar, cuidadosamente, un asunto; en este caso, la conducta, actividad y operaciones de los miembros de la fuerza pública, para analizarlas en su apropiado contexto”.
El Jefe le Estado le pidió a los Tribunales “entender e incluir como un factor dentro de la ecuación de sus fallos la dinámica del conflicto armado que sufre el país. Tengo plena confianza de que –con el cabal entendimiento de nuestra compleja realidad por los ilustres jueces de la república– el terreno avanzado militar y políticamente no se perderá ahora en los estrados judiciales”.
Y agregó que su llamado es “en aras de la unidad nacional de la que soy personero, en la colaboración armónica entre las ramas del poder. Sólo unidos –repito: ¡sólo unidos!– llevaremos a Colombia al puerto de la paz y la prosperidad”.
Las contradicciones
El eje central de su alocución fue el fallo condenatorio por la toma guerrillera en Las Delicias, Putumayo, el 30 de agosto de 1996. En ella, el Consejo de Estado condenó a la Nación a indemnizar por más 1.680 millones de pesos, a tres soldados heridos y a la familia de uno más que resultó muerto.
Esta decisión de la Justicia es, para Santos, un fuerte impedimento al ejercicio de seguridad que debe prestar la fuerza pública, teniendo en cuenta la situación de orden público que vive hace más de 50 años.
Entre las contradicciones que tendría el fallo del Consejo, Santos precisó la imposibilidad de la Policía y el Ejército para enfrentar un ataque. “Si algún comandante envía tropa–según parece– expone a la nación y se expone él mismo, personalmente, a una condena en caso de que sus soldados mueran o salgan heridos por una acción ofensiva del enemigo. Si no los envía, puede ser acusado de omisión por no cumplir con su deber constitucional de proteger a la población”.
Y agregó: “si logra dar un gran golpe a los terroristas, y encuentra y ocupa unos de sus campamentos –desde donde ordenan secuestros, atentados y homicidios–, resulta que la evidencia hallada, y adecuadamente custodiada, no se puede usar en juicio a pesar de que la operación militar o de policía se haya desarrollado de acuerdo con las normas vigentes”.
Por eso consideró que por las decisiones de la Justicia “pierden todos los colombianos, pero especialmente las víctimas, que no pueden usar tal evidencia para conocer la verdad y exigir reparaciones y condenas para los terroristas, que es lo que han hecho posible, entre otros, los computadores de Reyes”.
Y concluyó: “insisto: con todo el respeto, con toda la admiración hacia la administración de justicia, hago un llamado a la ponderación de sus decisiones”.