Política


Radiografía de elecciones legislativas del 2010

REDACCIÓN COLOMBIA

21 de marzo de 2010 12:01 AM

Sin duda, el proceso electoral del pasado 14 marzo es fundamental para entender lo que será la configuración política nacional en los próximos cuatro años. Por esto, el objetivo de este informe es el de dilucidarle a la ciudadanía varios de los cambios y continuidades resultantes del proceso. Describiremos la nueva configuración del Congreso de la República, los porcentajes de reelección con respecto al Congreso del 2006, la configuración política nacional y regional, y algunas cifras que permiten evaluar el impacto de la reforma electoral del 2003. Finalmente, se discutirán algunos de los problemas del sistema electoral ejemplificados con los resultados actuales, con los cuales sugeriremos preguntas que deberán ser respondidas. QUIÉN GANÓ Y QUIÉN PERDIÓ En primer lugar, a partir del 2006 el número de partidos y movimientos políticos que obtienen curules en el Senado de la República y en la Cámara de Representantes se ha reducido. Éste es un efecto importante de la reforma aprobada en 2003, implementada por primera vez en esas elecciones. En segundo lugar, los partidos que obtuvieron las mayores votaciones y curules en las últimas elecciones (Partido de la U, el Conservador y el Liberal) son los mismos que lograron el mejor desempeño en el 2006. Este resultado muestra que los partidos tradicionales no solamente siguen vigentes, sino que se fortalecieron con la reforma, tanto a nivel regional como nacional. En tercer lugar, los partidos que no obtuvieron la votación mínima requerida por el umbral electoral, perdieron su personería jurídica, con lo cual desaparecieron del espectro político. Los resultados de 2010 reflejan también el aprendizaje de los candidatos de experiencias electorales anteriores. La estrategia adoptada por muchos fue unirse a los partidos que les garantizaran mejores réditos electorales. En suma, la reducción de partidos, las votaciones más altas que obtienen los que ganan curules, y la desaparición de pequeñas fuerzas, reflejan la efectividad de la Reforma del 2003, la cual tenía como propósito principal fortalecer a los partidos y lograr mejor coordinación entre los políticos. SOBRE REELECCIÓN El Senado recién elegido mantiene su tendencia uribista al de hoy, luego de los episodios de transfuguismo del año pasado: 60 senadores entre los elegidos en el Partido de la U, Conservador y el PIN (Partido de Integración Nacional). Los dos primeros partidos fueron los que más senadores reelegidos aportaron a la corporación, con 22 y 14 respectivamente, de un total de 64 legisladores ratificados para un período consecutivo en el Senado. Además se destacan las 2 curules perdidas por el Polo y las 5 de Alas Equipo Colombia con respecto al 2006, partido que se dividió y del cual Alas presentó candidatos el pasado 14 de marzo. Ninguno de ellos obtuvo escaño. Así mismo, el Partido Verde y el PIN superaron las expectativas y ganaron 5 y 9 curules, respectivamente, mientras que el Partido Liberal apenas perdió una. Por último, de la nueva conformación del Senado se rescatan los 20 ex representantes que alcanzaron un escaño, y las 16 mujeres elegidas, 3 más que en el período anterior. ¿CANDIDATOS DE RELLENO? Congreso Visible realizó el conteo, uno a uno, de los candidatos en las listas al Senado, de los principales partidos políticos que obtuvieron una cifra insignificante de votos, y la contrastó con el total de postulados a esa corporación. Los números son claros: en total 385 candidatos de 563 obtuvieron una votación inferior al 0,01% del total de su partido. Esto da cuenta de las bajas probabilidades que tenían gran parte de los candidatos para alcanzar una curul. Se destaca, por ejemplo, que en Cambio Radical sólo el 18% de sus candidatos obtuvieron una votación mayor al 0,01% de la votación de partido. Solamente Compromiso Ciudadano superó el 50% de candidatos con una votación significativa, pero cabe aclarar que este partido apenas postuló a 20 candidatos al Senado y que no obtuvo escaños. Los partidos con grandes electores –y con un alto número de candidatos, lograron obtener la mayor cantidad de curules–, lo que además da una señal clara: el tener un buen equipo de partido en este sistema electoral es la estrategia ganadora. VOTOS NULOS, CUARTA FUERZA Además del conteo de votos y del cálculo de curules para cada uno de los partidos, otra de las temáticas que ha generado debate en los medios y en la ciudadanía es el alto número de votos anulados. En promedio, de cada diez votos se anuló uno de ellos. El Boletín 42 de la Registraduría informaba que del 94% de los sufragios al Senado, se anularon 1’403.913 votos de un total de 13’203.762, es decir, 10,6%. Es tan alto este número de votos desperdiciados que juntos podrían conformar la cuarta fuerza política del país, por encima de partidos como el PIN, Cambio Radical y Polo Democrático. En las elecciones de 2006, el porcentaje de votos anulados fue similar: 11,2%, sin embargo, para el año 2002 el problema fue distinto. Solamente se anularon 355.070 votos (3,4%) de un total de 10’297.405, lo que deja entrever que el cambio en los tarjetones electorales podría haber propiciado el aumento de estas cifras. Se ha argumentado que en las grandes circunscripciones, como Bogotá o Antioquia, esta dinámica fue mayor. En Vaupés, por ejemplo, solamente se anuló el 4,4% de los votos de sus 8.590 sufragios. No obstante, el caso de San Andrés y Providencia desmiente esta tendencia: allí fue anulado el 12,7% de votos, a pesar de contar con uno de los más pequeños potenciales electorales del país. Las soluciones se han escuchado por diferentes frentes. Se ha hablado de promover la educación al elector, como lo propuso Adelina Covo, vicepresidenta del Consejo Nacional Electoral. Pero la iniciativa que más coge fuerza, y que tiene al Registrador Nacional, Carlos Ariel Sánchez, como uno de sus abanderados, es la de reformar el sistema electoral y la eliminación del voto preferente. El debate apenas comienza. LA IRONÍA DE LOS AFROS Desde 1991 las comunidades afrocolombianas e indígenas cuentan con circunscripciones especiales que les permite asegurar su representación en el Congreso. En la Cámara de Representantes, la ley les entrega dos curules a los negros y una a los indígenas, y éstos últimos tienen también dos escaños más en el Senado. Las estrategias de los partidos que se han medido a competir por estas curules han sido bastante particulares. A diferencia de lo observado en las circunscripciones departamentales y nacionales, donde el número de partidos se ha reducido con los años, los movimientos afro y de indígenas le han apostado a promover más listas de candidatos. El caso afro es el más diciente: para las elecciones a la Cámara en 2002, hubo 22 listas; en 2006 fueron 27 y en 2010 llegaron a las 67. Aunque el número de listas aumentó, las curules disponibles eran las mismas, acrecentando el porcentaje de votos desperdiciados. Según el Boletín No. 42 de la Registraduría para la Cámara especial afro, se contaron 391.180 sufragios, de los cuales solamente unos 60.000 fueron efectivos, es decir, votos entregados a un candidato elegido. Esto se puede traducir en una falta de coordinación y agregación de intereses por parte de la comunidad negra, ya que como lo demuestran las cifras anteriores, la representación de este sector social se vuelve aún más reducido. A diferencia de los partidos tradicionales que han logrado recuperar terreno con la nueva Constitución, los movimientos de las comunidades étnicas aún no logran dar el paso para convertirse en una fuerza política tenida en cuenta en el país. (*) Mónica Pachón es profesora asistente del Departamento de Ciencias Políticas de la Universidad de Los Andes, y directora del Programa de Congreso Visible, y Diego Gómez es investigador de Congreso Visible. Se le agradece a Laura Wills su ayuda.

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