El representante conservador Alfredo Bocanegra aceptó la recusación propuesta en su contra por el abogado del expresidente Álvaro Uribe Vélez, Jaime Lombana.
El proceso del cual Bocanegra era ponente está relacionado con la investigación que se adelanta contra el exmandatario en la Comisión de Acusación de la Cámara de Representantes, por las interceptaciones ilegales a periodistas y miembros de la oposición que se realizaron durante el gobierno anterior.
Bocanegra había sido recusado por las declaraciones que dio al periódico El Nuevo Día en donde manifestó que él “no será el Heyne Mogollón de Uribe”. A este testimonio se sumó una llamada desde Estados Unidos en la que el expresidente le reclamó por esas afirmaciones.
Pero Bocanegra no se fue sin antes decir, frente a dicha investigación que “lo máximo que podría hacer la Comisión de Investigación y Acusación, si adecua la conducta en el terreno de lo responsable sería acusar ante el Senado, para que éste, si así lo llegara a determinar, sancionara”. Y en caso de hallar conductas que tengan prevista pena de prisión “ponerlas en conocimiento de la Honorable Corte Suprema de Justicia y ahí arranca otro galimatías”.
El representante dijo que “en el país hay gente más papista que el Papa que podría considerar que le está haciendo un favor al expresidente Uribe si toma una actitud violenta en contra mío (…;) yo carezco de un esquema de seguridad y tengo una sensación que no me genera seguridad”.
El congresista dijo que la recusación en su contra fue “malsana y malintencionada de un personaje como el doctor Jaime Lombana de quien considero que tiene cuatro en conducta y que pretende distraer el asedio de los medios respecto a sus relaciones con el grupo Nule”.
Agregó que prefiere recuperar su independencia critica en el Congreso “para adelantar los grandes temas de control político a quedarme callado sobre el pretexto del que soy investigador de una de las tantas causas que se adelantan contra Uribe”.
De la misma manera, argumentó que en principio decidió vincularse a la investigación ante “ausencia de credibilidad en la independencia de la Comisión” y “la carencia real de atribuciones de carácter constitucional y naturaleza legal que permitan si fuere menester realizar una imputación seria de responsabilidad”.
De igual forma, el representante conservador manifestó que “seguir siendo coordinador de la investigación de las chuzadas... implica para mí por el querer del apoderado (Lombana) del investigado (Uribe) convertirme en un mutilado mental y en su secuestrado verbal, porque al fenómeno de las chuzadas, grave aberrante, injustificable, adviene de manera cotidiana un nuevo apuñalamiento sobre el violentado cuerpo y patrimonio de la patria”.
Por último sentenció que “no renunciaré a mi independencia critica”.
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