Política


Santos, líder en chequera

COLPRENSA

17 de mayo de 2010 12:01 AM

Los hombres más ricos del país, como Julio Mario Santo Domingo, Carlos Ardila Lülle y Luis Carlos Sarmiento Angulo, tienen esta vez limitaciones legales para efectuar las tradicionalmente cuantiosas donaciones a los candidatos a la Presidencia de la República. Si lo hacen, tiene que ser de sus propias chequeras, y no más de 340 millones de pesos. A través de sus empresas pueden aportarles a los partidos políticos, pero éstos, a su vez, están impedidos para transferirles esos dineros a sus aspirantes. El tope de gastos en primera vuelta es de 17.000 millones de pesos. ¿Llegará Juan Manuel Santos a ese nivel? "Yo espero que sí -responde Jorge Alberto Uribe Echavarría, miembro de su comité financiero-. Es que, además, se van a necesitar". Su argumento es que una campaña es como un barril sin fondo. En un solo municipio antioqueño, como El Retiro, el día de las elecciones cuesta de 10 a 14 millones de pesos. En los buses se van cuatro millones de pesos, porque la gente, añade, no se mueve a punta de Facebook, sino face to face (o sea, cara a cara). El 30 por ciento del presupuesto se va en publicidad y propaganda, un 30 ó 40 por ciento en esa hora de la verdad que es el día de las elecciones, y el resto en la parte administrativa. ¿Y cómo le ha ido con los magnates colombianos? "No tengo cifras exactas, pero sé que históricamente han sido supremamente generosos, supremamente amplios, con aportes a varias de las campañas". ¿Y con el Sindicato Antioqueño? "Han sido muy ecuánimes, muy transparentes, muy jugadores en la palestra democrática, diciendo que apoyan las distintas campañas, con una igualdad milimétrica". En otras partes hay menos abundancia. "Le voy a ser sincera: los grandes donantes se han demorado, porque cuando las encuestas no favorecen tanto, la gente comienza a sacar un poco el cuerpo". Lo dice Ángela Montoya Holguín, ex ministra de Comunicaciones y gerente de la campaña de Noemí Sanín. De los 3.400 millones de pesos que pueden recibir de personas naturales llegarán a 1.500 millones. Les ha tocado hacer uso de la financiación estatal, en cuantía de 6.648 millones de pesos, a los que se suma un crédito de 390 millones de pesos del Partido Conservador. ¿Y qué ha pasado con los hombres más acaudalados? "Hemos tocado las puertas, pero a la fecha que estamos hablando (jueves en la tarde) no tengo donaciones de ellos en recursos económicos". En esta campaña el 70 por ciento del presupuesto se va en publicidad y para el día de las elecciones se destinarán unos 1.500 millones. "La financiación fundamental de la campaña de Antanas Mockus es la estatal", expresa su gerente Financiera, Astrid Álvarez Hernández, ex gerente de la Empresa de Acueducto de Bogotá. Si en predios de Noemí no había llegado un donante de 340 millones de pesos, en la de Mockus no se verá uno de 150 millones de pesos, porque ese es el tope que se han puesto ellos mismos. El grueso del presupuesto se nutre de un anticipo estatal de 6.647 millones de pesos. También tienen abierto un cupo de crédito de 5.000 millones de pesos, con el Banco Colpatria, que apenas ahora comenzará a utilizarse. La mayor donación privada es de 20 millones de pesos y el total contabilizado el pasado jueves era de 100 millones de pesos. ¿Tan poquito? ¿La llegada de Fajardo no disparó las ganas de contribuir de la gente? "Muchas campañas -dice Astrid Álvarez- hacen reuniones y almuerzos para recolectar fondos. Nosotros no. Adicionalmente, pensamos que muchas empresas quieren donar, pero no podemos recibirlas, por restricción legal. Nuestros amigos son un poquito más pobres que los de las otras campañas, dan un millón, tres millones. Para mí, 100 millones es un poco de plata". Cifras $17.000 millones es el tope de gastos de la campaña presidencial en la primera vuelta. $1.500 millones en aportes privados espera recibir la candidata Noemí Sanín Posada. $1.000 millones tiene reservada la campaña de Antanas Mockus para el día de las elecciones.

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