Sigue la sombra por la presunta dilación de elecciones en Bolívar

Diferentes reacciones se han generado en los corrillos políticos de la ciudad, luego de que se conociera la decisión del dirigente cívico Pablo Castro Salas, de aspirar a la Gobernación de Bolí-var, respaldado por las más de 50 mil firmas que exige la Registraduría Nacional del Estado Civil. Para algunos sectores esta inscripción sería una estrategia para dilatar las elecciones, fijadas pa-ra el 24 de octubre, ya que una vez inscrito se interpondría un recurso legal solicitando tiempo para hacer su campaña, como la han hecho los demás. Previendo lo anterior y a juicio de conocedores del tema, el proceso tiene presuntas inconsis-tencias, toda vez que afirman que el fallo de tutela que abrió la posibilidad para inscribirse como candidato con el respaldo de firmas, únicamente es obligatorio entre el accionante y el accionado. En este caso, aseguran, la tutela la presenta y fue fallada a favor de Manuel Esquivia Corpas, en calidad de accionante, y no de Pablo Castro. Así las cosas, según ellos, es el primero de ellos a quien el Tribunal le abre la posibilidad de inscribirse por este mecanismo, y a nadie más. Así lo consideran el director Ejecutivo del Colegio Nacional de Abogados (Conalbos), Nausícrate Pérez Dautt, y la docente Jackeline Howard Pardo, abogada especializada en Derecho Ad-ministrativo. Pérez Dautt agrega que en el cuerpo de la tutela, Esquivia Corpas le deja la impresión a los magistrados, como representante de un grupo significativo de ciudadanos en Bolívar, que ya se había adelantado el proceso en el Departamento y no les dieron la oportunidad de elegir y ser elegidos. “El señor Pablo Castro comienza a recoger firmas después del fallo de tutela, sin representante legal, promotores ni nada. Eso debe hacerse antes para luego seguir con el protocolo”, dice Pérez Dautt. Por esa razón, dice Nausícrate Pérez, en caso de que se realice la inscripción pretenden im-pugnarla. Asimismo, recuerdan que la noticia sobre la necesidad de convocar a elecciones atípicas en Bolívar, se conoció desde el 18 de mayo de 2010, fecha en la cual se emite el Decreto donde el Gobierno Nacional acepta la renuncia de Joaco Berrío Villarreal y que luego, el mimo Gobierno convoca a los comicios según Decreto del 13 de julio del mismo año. Con esto, argumentan que había suficiente tiempo para que cualquier persona que hubiera querido presentar su aspiración. “La persona no puede alegar su propia negligencia en su benefi-cio, es decir, que si no recogió las firmas en el tiempo que dieron es su problema”, insisten los abogados. Con el ingreso de otro candidato también quedaría la duda por el lugar que ocuparía en el tarjetón electoral o si se realizaría un nuevo sorteo. Todo esto podría reforzar una presunta intención de aplazar las elecciones el mayor tiempo posible. La pregunta por responder sería: ¿A quien o quienes beneficiaría esto? Más reparos A lo anterior, se suma el presidente de la Veeduría Popular Por Cartagena, Héctor Pérez, quien llama la atención sobre el hecho de que Pablo Castro fue aspirante a la Cámara por Cam-bio Radical en las elecciones del 14 de marzo pasado y ya ese partido tiene un candidato, por lo que considera que primero debió renunciar a la colectividad. Además, dice que Castro Salas obtuvo 1.126 votos el 14 de marzo y en las elecciones al Concejo en el 2007, donde aspiró por Colombia Democrática y obtuvo 698 votos, según datos de la Registraduría. Con esas cifras, Héctor Pérez pone en duda la procedencia de las cerca de 50 mil firmas que respaldarían al candidato, en caso de que se inscriba, y más aun, se pregunta quien pagará la póli-za de seriedad que determina el Consejo Nacional Electoral en estos casos de 300 salarios míni-mos, es decir unos 150 millones de pesos, la cual se cobra cuando no alcanzan el umbral de vota-ción. “Me causa extrañeza que ni la Registraduría ni el Ministerio del Interior impugnaron la tutela que presentó Esquivia Corpas, pero ¿quién se beneficia con que no se realicen las elecciones?”, dice Héctor Pérez. A pesar de estas consideraciones, en el Departamento otros sectores sostienen el argumento de que no debería haber elecciones en Bolívar, teniendo en cuenta la situación que viven muchos de sus municipios a causa de las inundaciones causadas por el invierno, el cual se espera aumente en octubre. El candidato Según Pablo Castro, hoy estaría inscribiendo oficialmente su candidatura, y sobre las aseveraciones que hacen Nau-sícrate Pérez y Héctor Pérez, dice que a ellos los conoce desde hace tiempo y que se expresan así porque pensaron que la posibilidad de ser candidato no se iba a dar y ahora ven “pasos de animal grande”. “A ellos no les interesa que yo participe, hace un poco más de un mes me invitaron a un almuerzo, junto a mis amigos, con la intención de que me uniera a otro candidato”, explica Pablo Castro. Agrega que ahora están viendo que con su candidatura no la tienen fácil, y pueden perder la Gobernación. Sobre la presunción de que una vez inscrito buscaría que se aplazaran las elecciones, programadas para el 24 de octubre, dijo que lo justo sería solicitar más tiempo, pero que no había hablado de eso con su grupo. “Yo preferiría que se realizaran el 24, ese día estaremos preparados e igual podremos derrotarlos”, concluye Castro. La tutela La medida ordenó abrir las inscripciones por un mes, hasta el 1º de octubre, para los ciudadanos que manifiesten su aspiración a la Gobernación de Bolívar, en representación de un grupo significativo de ciudadanos que los apoyen con sus firmas. La acción de tutela, cuyo objetivo es reivindicar el derecho a la igualdad y a elegir y ser elegido, fue interpuesta por Manuel Esquivia Corpas y radicada el 12 de agosto ante el Tribunal Administrativo de Cundinamarca.