Vargas Lleras, el ministro del millón de viviendas

Aunque la noticia de que Germán Vargas Lleras pasaría del Ministerio del Interior al de Vivienda cayó con sorpresa en el país, el cambio ya se venía rumorando en el mundo político desde agosto del año pasado, cuando se empezó a decir que el presidente Juan Manuel Santos haría cambios en el equipo de su gobierno.
El cambio de Vargas Lleras de cartera significa mucho en lo político. Lo primero que se ratifica es que él es el hombre de confianza del presidente Santos para sacar adelante sus principales banderas de gobierno, en especial por su liderazgo político en el Congreso.
Vargas ha llegado a sectores que nunca antes un ministro del Interior había alcanzado, buenas relaciones con gobernadores, alcaldes, concejales, diputados, comunidades negras, indígenas y diversas.
El segundo hecho es que el ministro Vargas aplaza sus aspiraciones presidenciales por unos meses más, al menos hasta el segundo semestre del año próximo, cuando saltaría del Ministerio de Vivienda a la campaña presidencial, en caso que Santos no se presente a la reelección.
El mandatario ha dicho que sólo hasta el año próximo hablará del tema de la reelección, lo que para muchos sectores ha significado que no estaría aspirando a ella inmediatamente.
Santos, en el gobierno de Álvaro Uribe renunció en el momento en que más consolidado estaba como figura pública después de Uribe, cuando la seguridad democrática estaba plena y habían empezado los golpes más duros a la guerrilla de las Farc, entre ellos que estaban diezmadas en su accionar terrorista.
Algo similar haría Vargas, se retiraría cuando su gestión en lo social -la otra bandera de campaña de Santos- esté consolidado.
Incluso ese ministerio a Vargas no le era distante. En su programa de campaña presidencial Vargas había hablado de una estrategia de darles vivienda gratis a los más pobres. Además su voz crítica frente a lo que venía haciendo la actual ministra Beatriz Uribe se escuchó no sólo al interior del consejo de ministros, sino también en otros escenarios en donde le formuló críticas.
Es igual claro que el presidente Santos no le está apostando a que Vargas le ayude a sacar adelante la primera fase de ese nuevo plan de vivienda de las cien mil casas gratis, sino el millón de viviendas que dijo en campaña haría en su gobierno.
Para cumplir con su promesa de campaña en este sector, el mandatario había anunciado la creación de este Ministerio (Vivienda, Ciudad y Territorio), en el cual no sólo se hará la vivienda, también está la modernización de las ciudades y las regiones.
En estos dos últimos aspectos, Vargas Lleras ha destinado parte de su trabajo desde julio de 2011, cuando presentó al Congreso de la República la modernización de los estatutos municipales y departamentales, al igual que la consolidación de la ciudad región y el fortalecimiento de los distritos.
En todas esas leyes, que están a punto de ser aprobadas, se incluyen normas para permitir que la construcción de vivienda se haga más rápida y fácil. Un aspecto fundamental también para analizar en el cambio de cartera de Vargas Lleras, es que regresa al sector un dirigente político y no un dirigente de perfil técnico como fue costumbre en los gobiernos de César Gaviria, Ernesto Samper, Andrés Pastrana y Álvaro Uribe.
Para Vargas es un reto en lo personal porque durante el gobierno de su abuelo Carlos Lleras, fue cuando el programa de vivienda se empezó a consolidar por intermedio del ya desaparecido Instituto de Vivienda y Crédito, Inscredial, que le facilitó vivienda a miles de colombianos, en especial en la capital del país.
De otra parte, la salida de Beatriz Uribe del ministerio también significa que el presidente Santos le quitará representación al Partido Conservador en el gabinete, que podría leerse como una intención del mandatario de llevar a un conservador al Ministerio del Interior o por el contrario ese partido se pasaría a la oposición como ya lo mencionan algunos miembros de esa colectividad que se siguen identificando con los postulados del expresidente Uribe y no con Santos.