El Voto Caribe es otro e los grandes ganadores de las elecciones de ayer. La contundente votación con la cual el Caribe colombiano puso en el escenario nacional su deseo y su necesidad de iniciar el proceso de autonomía regional es el principio de una nueva etapa donde se tiene que repensar el modelo de desarrollo del país. Según el último boletín, el número 38, escrutadas el 7.99 de las mesas instaladas, el Voto Caribe tiene 961,216 sufragios, lo que supera con creces la meta de un millón de sufragios que se habían impuesto los organizadores de la campaña. LO QUE VIENE Ahora la tarea es crear las condiciones para que el nuevo Estado, acorde a las circunstancias de un mundo desarrollado y global, permita construir un nuevo país desde las autonomías regionales, un nuevo país con una clase dirigente más dinámica y una ciudadanía comprometida con su desarrollo y con participación de todos los estamentos subregionales que permitirán resolver los rezagos regionales y el desequilibrio. Esta histórica votación pone de manifiesto la voluntad de un pueblo de ser partícipe de su propio desarrollo, de formar parte en los procesos de toma de decisiones y el anhelo de convertir a la Región Caribe en entidad territorial.
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