Vuelven las denuncias en el Concejo Distrital

El concejal Antonio Guerra presentó supuestas pruebas ante los organismos de control, quienes evaluarán si es pertinente o no abrir una investigación. Nuevamente el Concejo Distrital fue el marco para algunas denuncias ante los organismos de control que presuntamente involucran a la directora de la Escuela de Gobierno, Olga Acosta. Al respecto el concejal conservador Antonio Quinto Guerra Varela, dijo que esto no lo hacen por oposición al Gobierno, sino en ejercicio de sus funciones. Según Guerra, la Directora de la Escuela de Gobierno ha incurrido en presunta ce-lebración indebida de con-tratos con la empresa Digiprint, toda vez que la dispo-nibilidad presupuestal que se utilizó era de un rubro desti-nado a capacitaciones de funcionarios. “La ley es clara y establece que cuando el rubro es específico no se le puede cambiar la destinación, razón por la cual puede haber peculado por aplicación oficial, o destinación, diferente”, explica el Concejal. Además afirma que con esa misma empresa se con-trataron capacitaciones, sin tener en cuenta que esos ser-vicios no están en el objeto social de la misma. También expuso que la hija de la Directora de la Escuela de Gobierno, quien trabaja en la empresa Digi-print, es quien firma la entrega de tres mil impresos a la entidad que su mamá dirige, material que, según los encargados, no entró a los almacenes del Distrito. “La Escuela de Gobierno no es descentralizada, por lo tanto no tiene almacén propio. Todo lo que compren debe ingresar y se demostró con certificación que estos elementos nunca entraron”, sostiene Guerra. Sobre Valkater Otra denuncia es que la empresa Valkater, que ya es conocida por otros contratos con el Distrito, fue contrata-da para hacer unas capacita-ciones y –asegura Antonio Quinto Guerra– carece de esa función en su objeto so-cial. “La empresa no existe. Fuimos a verificar el domici-lio que aparece en la Cámara de Comercio y encontramos fue una vivienda residencial, casa número 61 en la Urbanización Villa Venecia, en Manga”, dice el Concejal Guerra Varela. Finalmente pidió a la procuradora Provincial, Gio-vanna Rago; al contralor Distrital, Hernando Sierra, y a la personera Distrital, Olimpia Buelvas que investi-guen cada acción de la funcionaria, y a esta le pidió que renuncie. Es mentira “Todo lo que el Concejal está diciendo es mentira”. Así respondió Olga Acosta al ser consultada por las acusa-ciones en su contra, a la vez que aseguró que “nunca lo van a poder probar”. Dice también que no ha cometido acción alguna que la inhabilite en su cargo, reconoció que su hija sí trabaja en la mencionada empresa y que está dispuesta a que los entes de control revisen sus acciones. “No podemos vetar a una empresa porque un hijo nuestro trabaje en ella, sobre todo si no tiene nada que ver con su representación legal”, explica Olga Acosta. Afirmó también la funcionaria que es mentira que hayan contratado capacita-ción con la empresa Digi-print. “Sería absurdo decir algo así porque nosotros contratamos capacitación con las universidades”, sos-tiene la Directora. Sin embargo, añade que con Valkater sí contrataron capacitaciones y que les prestaron un excelente servi-cio. Además, verificaron que fueran excelentes capacitadores, por lo que no les intere-saron las instalaciones. “Nos llevaron las hojas de vida de las personas que iban a hacer la capacitación, quienes son de alta calidad. Lo hicimos en un lugar abierto y por eso no nos interesamos en las instalaciones de la empresa”, sostiene. Así las cosas, la Directora de la Escuela de Gobierno anunció que va a seguir trabajando por la ciudad y que esas acusaciones no la van a distraer.