Luego de que se desatara una ola de críticas por las declaraciones que entregaron varios vecinos a eluniversal.com.co sobre las supuestas incomodidades y perjuicios que ha causado el bar 'La Barra' a los habitantes de la manzana Z de Altos de San Isidro, su propietario, Miguel Ángel Oliva Ayola, habló con este medio. (Lea también: Una cantina, el dolor de cabeza de los habitantes de Altos de San Isidro).
Según el joven, no es cierto que los niveles de ruido trasciendan al exterior como lo aseguraron varios residentes del sector. Oliva señala que aunque bien es cierto que el local es pequeño, la música no perturba la tranquilidad de los vecinos de esa zona sur de la ciudad.
"Todo lo que dijeron es todo lo contrario a lo que se sucede aquí. Este es un recinto cerrado donde la música no se escucha afuera, ningún vecino me ha dicho directamente que le molesta la bulla. Si es así, le bajamos el volumen. Tampoco es cierto que se formen peleas dentro del local, se han generado pero afuera y no cerca de aquí. Si esto fuera cierto, estuviera consignado en la minuta de la policía de cuadrante", recalcó.
Respecto a los documentos que exige la ley para que cualquier establecimiento público pueda funcionar, el comerciante indicó que está en trámite la expedición de la notificación de apertura del negocio, certificado sanitario del Dadis, certificado de Bomberos, pago de derechos de autor (Sayco y Acinpro) y uso del suelo, entre otros.
"Cuando estaba por abrir el negocio, todos sabían qué iba a funcionar aquí. Incluso, la Junta de Acción Comunal me dio el visto bueno. Este negocio no tiene ni dos meses, estoy en el trámite de los documentos que me faltan, fuera del registro mercantil", agregó.
Oliva manifestó su deseo de hacer reuniones frecuentes con la comunidad para que los vecinos expresen las inconformidades que tienen con el funcionamiento del bar, y se comprometió a tratar de evitar que sus clientes en estado de alicoramiento se orinen las terrazas de las casas aledañas al negocio.
"A raiz de la publicación que salió nos reunimos con la comunidad, ellos expresaron sus puntos de vista y nos comprometimos a trabajar juntos. Me comprometí a mejorar varios aspectos para que los vecinos no tengan inconvenientes con el negocio. Estoy dispuesto a apoyar cualquier iniciativa que sea para el bien de todos", puntualizó.
El Universal contactó a la presidenta de la Junta de Acción Comunal, Mariana Luna, y esta negó que se haya dado un visto bueno al negocio cuando se pretendía inaugurar. Sin embargo, dijo que "la comunidad espera que el propietario del establecimiento público cumpla lo que se pactó en una reunión la semana pasada".
"Le hicimos unos requerimientos como comunidad y él los aceptó, nos dijo que va a poner vigilancia para que no se orinen los frentes de las casas y no cierren la carretera con el parqueo de motos y carros", precisó la lider.
Por su parte, la Secretaría del Interior y Convivencia Ciudadana del Distrito, indicó que el operativo de control en la zona se mantiene en pie.
Comentarios ()