Hace más o menos dos semanas Bazurto recibió la buena noticia de un fallo de tutela que ordenaba al Establecimiento Público Ambiental (EPA) hacer labores de control de ruido. Al día siguiente se decomisaron tres equipos y comenzaron los operativos. Hoy, la central de abastos sigue siendo un punto de paso caluroso y desesperante por la cantidad de equipos encendidos, reproduciendo distintos ritmos musicales y a ‘todo timbal’, uno al lado del otro. Lea aquí: (Ruido afecta ventas en el Mercado de Bazurto)
“No sé si es que tienen plata para que les decomisen un equipo y comprar otro, hasta parece que lo hicieran de maldad, pero a penas se les llevan uno, sacan uno nuevo”, explicó un vendedor formal de la zona. Lea aquí: (Decomisados equipos de sonido en el Mercado de Bazurto)
Las avenidas y la zona suroccidental de Cartagena, son según el mapa de calor de la ciudad los puntos donde más ruido se emite.
“El ruido es uno de los problemas ambientales que tiene sus efectos en la salud y la calidad de vida. El mapa de ruido de Cartagena indica que sobre avenidas principales como la Pedro de Heredia y zona suroccidental es donde existen mayores zonas de calor, lo que nos hace pensar que los vehículos particulares y transporte público, además de los eventos culturales y establecimientos de comercio, son nuestras mayores fuentes contaminantes”, explicó Diana Rodríguez Ribón, directora del EPA.
En cuanto al caso de Bazurto, y qué hacer para que la emisión de ruido y la contaminación auditiva en esa zona disminuya, la funcionaria indicó que la clave era “decomisar, decomisar, decomisar”, además de un alto componente de educación y cultura ciudadana.
“Hemos logrado mitigar la situación y seguiremos insistiendo hasta que los decibeles en esa área urbana bajen. Queremos defender los derecho a tranquilidad y al descanso, que en ciertas zonas está por encima del ocio y del cultural”, señaló Rodríguez Ribón.
PROYECTO NORMATIVO
Las normas ambientales y de emisión de ruido ya están estipuladas a través de los decretos 948 de 1995, 979 del 2006 y la Resolución 627 del 2006. En vista del desconocimiento de la norma, el EPA y la Alcaldía preparan un proyecto normativo que sumado al Plan de Ordenamiento Territorial (POT) le de a los ciudadanos una reglas exactas que indiquen qué decibeles son permitidos en qué zonas de la ciudad.
“Le apuntamos a compatibilizar los derechos al ocio y a la cultura con los derechos al descanso y la tranquilidad. Estas estrategias representadas en proyecto normativo, le indicarán al ciudadano dónde puede, hasta qué hora y en qué decibeles permanecer si tiene un evento cultural o un local comercial. Esto, mezclado con educación cultural y ambiental, y trabajar para que seamos cada vez más consientes hasta donde llega mi derecho y donde comienza el del otro. Y por supuesto lograr un cambio en los mapas de calor, y que esas zonas que hoy están en rojo pasen a amarillo y por qué no, a verde”, señaló la Directora del EPA.
Otra de las estrategias para lograr llevar la norma a los ciudadanos es continuar acompañando las caravanas de seguridad de la Secretaría del Interior, pero ahora como caravanas de seguridad ambiental. Además, seguir con el control de emisión de ruido en los vehículos de transporte público y en los particulares.
LA NORMA EN DECIBELES
La Resolución 0627 del 2006 indica los estándares máximos de ruido de acuerdo al sector, así: Alrededor de hospitales, bibliotecas, guarderías, sanatorios y hogares geriátricos en el día el máximo es de 55 decibeles y en la noche de 50; En zona residencial, universidades, colegios o parques es de máximo 65 en el día y 55 en la noche; En zonas comerciales, de almacenes, talleres mecánica, centros recreativos, es de máximo 70 en el día y 60 en la noche; y en zonas de recreación y descanso, como parques naturales y reservas naturales es en el día máximo de 55 decibeles y en la noche de 50.
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