La noche del miércoles se convirtió en la peor para los habitantes del corregimiento de Punta Arena, en la isla de Tierra Bomba. La lluvia empezó a caer a las 5 de la tarde, los vientos eran agresivos, el sonido que emitía la fuerza del agua ahogaba cualquier otro ruido y... justo en ese momento, los techos de varias viviendas comenzaron a levantarse.
El fuerte vendaval no tardó tanto tiempo, pero los daños fueron considerables. Por esta razón, los afectados piden a gritos que las autoridades competentes los ayuden a superar la crisis social y económica por la que están pasando.
En la mañana de hoy, miembros de la Oficina de Gestión del Riesgo llegaron a la población y realizaron un censo, en el que se estableció que hubo 26 casas perjudicadas, pero solo tres de ellas quedaron en ruina total, según Ana María Coneo Guerrero, presidenta del consejo comunitario de Punta Arena.
Pero estar a la intemperie no es la única preocupación. Las víctimas piden que Electricaribe los ayude a recuperar el servicio de luz, que se interrumpió con el vendaval, que habría sido causado por el fenómeno conocido como 'Culo de Pollo'.
Laura Contreras, miembro del Consejo Comunitario de Punta Arena, se mostró indignada por la supuesta respuesta que le dieron los delegados de Atención y Desastres. Según ella, los funcionarios solo se comprometieron a entregar la mitad de los materiales para reparar sus casas.
"Encima de eso nos dicen que tendremos que pagar el costoso transporte marítimo de los materiales, lo que agrava nuestro dolor y ofende nuestra tragedia" expresó.
Por otra parte, Ana María Coneo manifestó que hay unas guayas en la mitad de la calle , que representan un gran peligro para la comunidad, sobre todo, para los niños.
El Universal intentó cumunicarse con la Ofician de Gestión del Riesgo, para conocer el plan de acción ante esta nueva emergencia, pero no fue posible.
¿Qué lo provoca?
El 'Culo de Pollo' que ha llegado a la región caribeña desde el Golfo de Urabá (entre Panamá y Colombia), tiene una nube central con la forma de un culo de pollo invertido, es decir con la punta hacia abajo, con vientos huracanados circulando en sentido ciclónico al interior del meteoro, que se asocia a fuertes lluvias y a una baja presión atmosférica.
Su duración varía entre los treinta minutos y las tres o cuatro horas. Este fenómeno es habitual entre abril y noviembre. El rumbo general de estos meteoros en la zona indicada suele ser de sur a norte y su extensión puede variar de apenas algunos kilómetros hasta varias decenas de millas náuticas.
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