El Centro Histórico de Cartagena es escenario de debate por la ocupación del espacio público. Para algunas personas aún no es claro cómo se regula esta situación, sobre todo porque a diario se evidencia, por un lado desalojos que parecen inhumanos y por el otro, vendedores y artistas callejeros que continúan con esta práctica como si no hubiese una entidad encargada de regularlos.
Martha, una indígena arhuaca que vino desde la Sierra Nevada de Santa Marta junto con otras tres mujeres para vender mochilas en la ciudad, fue increpada por 30 policías y funcionarios de espacio público en la Plaza San Diego, el pasado viernes en la tarde. Según los argumentos de los funcionarios, la acción se realizó debido a que estaban ocupando espacio público y no tenían permisos para hacerlo.
Sin embargo, lo paradójico de la situación es que alrededor de estas mujeres habían otras personas realizando la misma labor, incluso extranjeros, haciendo representaciones artísticas, pero la policía no les dijo nada. Las personas que se encontraban en la plaza impidieron que los funcionarios les decomisaran la mercancía a las indígenas.
“Nos maltrataron con las palabras. Me dio susto porque me iban a quitar la mercancía. Estábamos con una niña. Hay gente que no tiene permiso y también está trabajando. Nosotros no somos fumadores ni ladrones. Vendemos porque necesitamos mantener a los niños en nuestra casa. Tenemos necesidades. Ahora no sabemos que hacer, pero tenemos que trabajar. Nos dijeron que no nos podíamos poner aquí más” expresó Martha.
“Nos pareció muy violenta la acción, primero en la forma como llegaron, teniendo en cuenta toda la regulación que hay con el tema de comunidades indígenas y el tema de violencia contra la mujer. Fue excesivo desplegar esa cantidad de policías para desalojar a tres mujeres indígenas que estaban vendiendo sus mochilas. Es un atentado contra la producción inmaterial. Lo curioso es que paralelamente a ellas habían otros artesanos y a ellos no les dijeron nada, fueron directamente a desalojarlas a ellas, lo que me parece una práctica de exclusión condenable, porque aplicando el principio de igualdad, en esta ocasión, no debió actuarse de esta forma”, agregó Pedro Echavarría, testigo del hecho.
Extranjeros en espacio público
La temporada de vacaciones no solo ha traído extranjeros con la intención de pasear en la ciudad, también los ha traído con la posibilidad de generar ganancias económicas. De esta manera, observamos argentinos, chilenos, venezolanos, entre otros, invadiendo el espacio público, vendiendo todo tipo de artesanías o haciendo representaciones artísticas, al parecer, sin ningún tipo de control, lo cual genera una sensación de disgusto por parte de artistas y vendedores locales.
“Nos han retirado de las plazas porque dicen que es ilegal porque no tenemos permiso del IPCC. En realidad es un maltrato para la cultura, es discriminación, porque no apoyan la cultura de aquí, en cambio a los extranjeros los vemos en las plazas tocando instrumentos”, afirmó Kevin Zúñiga, músico de la ciudad.
Por su parte Adelfo Doria, gerente de Espacio Público y Movilidad de Cartagena, manifestó que, tanto en el Centro Histórico como en el resto de la ciudad, hay personas que tienen permisos desde hace muchos años para trabajar.Desde el año 2006 no se han expedido más permisos, pero esas personas que están registradas en la base de datos oficial de vendedores informales son consideradas legales. Ellos están investidos con la facultad de las personas que están cumpliendo la ley. Los demás no.
De otro lado, las manifestaciones artísticas se puede realizar en el espacio público siempre y cuando no generen una ocupación permanente. Sin embargo, se está buscando la manera de regular esto, porque en algunas ocasiones los grupos folclóricos están conformados por menores de edad. En este sentido lo que se busca es proteger los derechos de los niños y evitar la explotación laboral o sexual.
Además, según Doria, también es un asunto de convivencia porque los residentes se quejan de los volúmenes y las horas en que estos espectáculos se realizan.
El Distrito estudia la reglamentación de espacio público para definir una regulación de las presentaciones artísticas. Se espera que en febrero esta esté lista.
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