Una vez más, el ruido de las fiestas ofrecidas al aire libre en el Club Naval de Oficiales de Castillogrande perturbó el sueño de los residentes de ese barrio, hasta pasada la 1 de la madrugada del viernes. Lea aquí (Residentes de Castillogrande se quejan por ruido en el Club Naval de Oficiales)
Cansados de esta situación, las administradoras de los edificios Alejandría y Punta Castillo, que son los más afectados por estar justo al frente del importante club, hicieron pública su queja para llamar la atención del Establecimiento Público Ambiental (Epa), pues afirman que pese a que han enviado cartas a la entidad, no se han aplicado los correctivos necesarios para hacer valer las normas que rigen en cuanto al ruido.
“Ellos hacen fiestas al aire libre y montan amplificaciones que se ven desde el edificio. La bulla empezó el jueves, a las 9:30 de la noche y terminó pasada la 1 de la madrugada (…) Entre más alto el piso más se oía”, dijo Luz Karime Sierra Manotas, una de las administradoras de Alejandría.
Señaló que “la gente de los edificios Punta Castillo y Alejandría no pudo dormir con esa bulla y esto es repetitivo. Yo sé que hay más edificios afectados. Entonces, ¿hasta cuándo vamos a tener que aguantar esa bulla? En Alejandría hay señores de más de 85 años, algunos muy enfermos, que sufren para dormir”.
El inconveniente por los altos volúmenes de las fiestas del Club no es reciente. Según dicen los residentes de Castillogrande, el problema viene desde hace más de dos años, tiempo en el que han expresado su malestar al Epa. Lea también (Club Naval de Oficiales es peor que los picós: residentes de Castillogrande)
“A ellos (administradores del Club Naval) parece que no les importa porque siempre nos hemos quejado, pasamos cartas, vamos al Epa, llamamos a la Policía y no pasa nada. Estuvieron un poquito aguantados, pero ya nuevamente van a empezar”, afirmó la administradora del edificio de 17 apartamentos.
SONIDO VA A LOS EDIFICIOS
Margarita Insignares, administradora de Punta Castillo, precisó que cada dos o tres meses, el Club Naval brinda grandes fiestas con orquestas, grupos musicales o Dj’s, sin previo aviso.
Según ella, en la más reciente, parecía que había un Dj. “Eso fue bastante fuerte. Las vibraciones se sentían bastante (…) Mucha gente viene de trabajar cansada o a vacacionar, y tiene que escuchar eso”.
Precisó que el deseo de los vecinos es que el Epa haga en el Club Naval de Oficiales, “una socialización de cómo deben ser los decibeles que cobija la ley, para que ellos puedan hacer sus reuniones ahí porque en ningún momento se les está diciendo que no las hagan. Solo pedimos que respeten el ruido”.
El Universal intentó comunicarse con la administración del Club Naval de Oficiales, pero no fue posible.
EPA ENVIARÁ CITACIÓN
El Epa informó que su oficina jurídica enviará, esta semana, un requerimiento al Club Naval para manifestarle que está infringiendo la normativa ambiental, puesto que según se establece en el Plan de Ordenamiento Territorial (POT), los decibeles permitidos en esta zona son 65 de día y 55 de noche.
Es decir, que el ruido no debe transcender la propiedad ni perturbar la tranquilidad de los vecinos.
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